sábado, 28 de febrero de 2009

Ansiedad

En La ventana indiscreta de Hitchcock, cuando Thelma Ritter está dándole el masaje a James Steward le dice: "Yo debería ser vidente. Puedo oler los problemas, los huelo a kilómetros. ¿Recuerdas el crack del 29?, yo lo predije. Entonces era enfermera del presidente de General Motors. Problemas de riñón, decían. Nervios, dije yo. ¿Por qué va a estar nervioso?, me dije. Si el presidente de la General Motors va al lavabo diez veces al día, el país entero se viene abajo.

Si el juez de la Audiencia Nacional tiene un ataque de ansiedad, eso le hace pensar a uno.

viernes, 27 de febrero de 2009

Tres en raya

El milagro de las campanas (The miracle of the bells, 1948) de Irving Pichel

Pequeña joya de director menor. Una mezcla de Eva al desnudo, Primera plana y Marcelino pan y vino. A saber: aspirante a actriz conoce a agente de prensa y le cuenta sus sueños de triunfo; él le consigue un papel protagonista en una versión de Juana de Arco; ella le oculta una enfermedad que arrastra desde la infancia y se mete mucho en el papel; borda la película y muere, pero antes le pide que la entierre en el pueblo de mineros donde nació; el director se niega a estrenar la película y el agente de prensa paga a las cinco iglesias del pueblo para que las campanas estén doblando tres días sin parar; al final las estatuas de la virgen y el arcángel San Miguel se mueven y se produce el milagro (hecho maravilloso, en latín): la película se estrena y el pueblo vuelve a misa. Y todo contado con mucho flashback.


La escena de la Nochebuena en el restaurante chino vale por toda la película.

Frank Sinatra está divino de cura, Fred MacMurray llena de humanidad a ese agente de prensa de moralidad/sexualidad ambiguas y Alida Valli está espectacular. Había tenido un gran éxito con El caso Paradine (Alfred Hitchcock) y El tercer hombre (Carol Reed), pero con esta película la audiencia le dio la espalda. Se tuvo que volver a Europa, donde empezó trabajando con Visconti (Senso) y terminó haciéndolo para Dario Argento (Suspiria). En medio, hizo una de las películas favoritas de Bibiana Fernández (Le yeux sans visage, de Geoges Franju), de la que Pedro lleva años anunciando un remake-homenaje-de-los-suyos (Tarántula), y protagonizó uno de los escándalos de sexo y drogas más sonados de la Italia de la posguerra.

Al igual que Alida, el guionista, Ben Hecht, también había trabajado anteriormente con Hitchcock, en Notorius (1946), que en España se llamó Encadenados y en Sudamérica, Tuyo es mi corazón. . Me encantan los títulos de bolero que tenían las traducciones de algunos títulos de Hichtcock. No es el caso de la siguiente.

Sabotaje (Saboteur, 1942) de Alfred Hitchcock

Ya la había visto hace años, pero sólo recordaba dos escenas: la primera, con el incendio y los extintores saboteados; y la última, la más famosa y facilona, en la Estatua de la Libertad. Ahora, curiosamente, me ha gustado mucho más lo que ocurre en medio. La escena del circo es todo un guiño a Freaks de Tod Browning. Y la del ciego, a Frankenstein de James Whale. A modo de precita, en esta película están ya Con la muerte en los talones, Encadenados y El hombre que sabía demasiado. Hitchcock fue el primer gran homenajeador de sí mismo, aunque luego no quedara demasiado satisfecho del resultado en esta película. No estaba contento con la pareja protagonista. A él lo veía demasiado “comedia ligera” y a ella demasiado “vulgar” (rolliza, quería decir). Creo que el tiempo le ha llevado la contraria. Él es un bombón de falso culpable, aunque pase un poco de ella, pero, como a MacMurray, eso le da una ambigüedad interesante. Ella no es la típica heroína de Hitchcock, pero no todos compartimos las mismas parafilias de Hitch con las mujeres (aparte de Gracia, la pobre).


En fin, sólo criticaría el exceso de patriotismo que hay en el guión (eran tiempos de guerra), algo que suena un poco naive hoy día y ni siquiera tiene el toque kitch de El milagro de las campanas. Hay réplicas brillantes, pasan muchas cosas (eso tampoco le gustaba al maestro) y además, colaboró Dorothy Parker en algunos de los diálogos.

Deseos humanos (Human desire, 1954) de Fritz Lang

Dorothy Parker dijo de Fritz Lang: “Aquí tienen a un hombre que está donde está gracias al sudor de su mujer”, en referencia a Thea Von Harbou, su segunda mujer, a la que se considera responsable de sus primeros éxitos.


Basada en una novela de Émile Zola (La bête humaine, adaptada previamente por Jean Renoir), Deseos humanos es una película de cine negro negrísimo sobre una mujer (Gloria Grahame) que se echa un amante para inducirle a que mate a su marido. Sí, recuerda a la Barbara Stanwyck de Perdición. Pero en esta película hay más silencios, como el vacío que deja un tren después de pasar. El aburrimiento de la chica de ciudad con pasado que intenta casarse y llevar una vida “normal” en un pueblecito siempre termina con el asesinato del marido. Se suele decir que lo que no es mi año no es mi daño, en referencia a que el pasado de alguien no debería afectarnos, pero en el cine negro el pasado siempre vuelve. Lang ya trató este tema dos años antes en Encuentro en la noche (1952). Entonces la chica aburrida era también Barbara Stanwyck, que da mucho más miedo que Gloria Grahame, aunque esta es más inquietante. La insatisfacción, las ataduras, la pasión, la mentira, no pueden ser deseos más humanos, aunque el verdadero título es el de la novela de Zola, La bestia humana, pues la moraleja que se esconde con cobardía detrás de todo el cine negro es esa: que la bestia humana es Ella.

Por terminar con un epílogo frívolo, me encanta cuando la amiga de Gloria le espeta a Glenn Ford que más vale ser guapa que inteligente, porque todos los hombres tienen ojos, pero muy poquitos cerebro. I couldn’t agree more.

martes, 24 de febrero de 2009

Los Oscars

Este fin de semana fui a Málaga a ver los Oscars. Pepa me convenció de que bajara, después de nuestro fiasco de hace 2 años. Un póster gigante de 2x2 de Penélope preside la ceremonia en casa de Javi y Carlos. Parecíamos la versión cañí del último anuncio de cerveza, sí, ese en el que las chicas se ponen a gritar histéricas cuando la anfitriona les enseña el vestidor, para después oír los gritos vecinos de los chicos cuando el anfitrión les enseña la cámara frigorífica llena de cervezas. Cuando Tilda pronunció su nombre todos nos levantamos del sofá con los brazos en alto como si España hubiera metido un gol en la Eurocopa. Algunos incluso dejaron caer alguna lágrima de emoción. Brindamos con champán y por fin nos relajamos.


Antes habíamos estado viendo los Independent Spirit Awards, porque necesitábamos ver a Pe recibir un premio para subir la moral.



Cuando por fin empezaron los Oscars, para mí, que llevo 22 años viendo la retransmisión, que se dice pronto, estaba siendo la mejor apertura de una ceremonia EVER. That’s what I call an entrance. Hugh Jackman, que desde ayer figura en mi olimpo de dioses (ya lo adoraba por Lobezno, pero lo de anoche fue una revelación), hizo un número musical spectacular-spectacular que habrá que andar mucho en los próximos años para superarlo, Anne Hathaway incluida. Y la entrada de cinco diosas (Eve Marie Saint, Angelica Houston, Whoopie Goldberg, Goldie Hown y Tilda Swinton) para presentar a las nominadas a mejor actriz de reparto no pudo ser más emocionante. De Penélope prefiero no decir nada, sólo que estuvo muy Penélope y por eso la adoro. Reese Witherspoon había llevado un vintage hace tres años, pero ¿quién se acuerda ya de Reese? A Pe el Pierre Balmain Haute Couture le sentaba hiper-Sabrina.


Hubo otros momentos, como la aparición de Ben Stiller parodiando a Joaquin Phoenix en el programa de Letterman, que overseas no tuvo tanta gracia. James Franco haciendo de Superfumados, mejor. Carrie Bradwshow de Dior Couture. El tono mortuorio que imprimió la familia de Heath Ledger. Beyoncé que salió para bordar otro número a la limón con Hugh, homenaje a los musicales de todos los tiempos. Kate Winslet, más comedida que en los Globos, cuando recordó que de pequeña ensayaba el discurso de agradecimiento con una botella de champú (esta vez debió hacerlo con una de laca, Carlos dixit). La canción de Queen Latifah para el homenaje-obituario (¿imitando a Amaral en los Goya?) Adrian Brody presentando a uno de los nominados, diciendo “yo no soy muy fan de google” (cari, eso no es como no ser fan de facebook, es como decir que eres analfabeto). El discurso de Sean Penn, “Thank you. You commie, homo-loving sons-of-guns”, que el intérprete de Canal + resumió en un “Gracias, sois unas mariliendres insoportables” pero que en realidad sería más un “Gracias, panda de progres, que os encantan los gays”, fue todo un alegato a favor del matrimonio gay (los lazos blancos que llevaban algunos de los asistentes eran para la causa), algo que ya había hecho, con más emoción, el (¿ex?)mormón guionista de Harvey Milk. (Por lo visto, desde las limusinas se pudieron ver manifestaciones anti-matrimonio-gay). Y, al fin, la superpoblada y superpremiada Slumdog Millionaire. El éxito cantado de la globalización y los perros callejeros.


Lo peor, aparte de los altibajos típicos de la ceremonia debidos a los premios menores, la retransmisión de Canal +. Àngels Barceló, Pepe Colubi y Juan Zavala no pudieron estar PEOR. Eché de menos a hasta Jaume Figueras, con lo cargante que es. Por no hablar de la fiesta en la sala Shoko de Muñoz de Mesa. Vergüenza ajena (Spanish shame, como dicen en inglés).

¿Dónde quedaron aquellas mesas redondas que organizaba Televisión Española como aquella con Rosa María Mateo, Vicente Molina-Foix, Carlos Saura, Javier Gurruchaga y Carmen Rico-Godoy?




jueves, 19 de febrero de 2009

Mis pechos

Aaaay, mis Pechos Boys han recibido todo un homenaje en los Brit Awards (aquí no se retransmiten hasta el 7 de marzo a las 21:00, en AXN). Qué decir de un grupo que te ha acompañado toda la vida y al que adoras por encima de todas las cosas. A los 14 años, querías ser Michael J. Fox en Regreso al futuro, estabas totalmente integrado en la vida en Suburbia y soñabas con ir a Londres a pasearte por Leicester Square, la plaza que sale en el vídeo de West End Girls. Esperabas tu programa de música semanal en la televisión como una religión y, aunque no entendieras inglés, sabías que It’s a sin. Te gustaban los títulos cortos: Heart, Rent. Y flipabas con los largos: What have I done to deserve this. Con Introspective empezaste a sospechar que había un concepto detrás de todo, pero no se lo contaste a tu hermano. Con 16 años eras ya un desclasado en el instituto y creías que el vídeo de Domino Dancing era toda una obra de arte digna de exponerse en un museo. Left to my own devices es tu canción favorita de ellos de siempre. Tuvieron que pasar unos años para que la entendieras. Con Being Boring descubriste que eran unos petardos y te encantó. Go West y el resto de Very te pillaron en la universidad, en plena anglofilia. Fue cuando encontraste a otros como tú (Jose Ignacio). En Liverpool con Adolfo reviviste tu infancia cuando ponían Paninaro en Top of the pops. Bilingual te pareció un canto a Europa. Estrenaste Before en Maastrich, en plena adoración por la disco. Red Letter Day se convirtió en una rúbrica de tus últimas noches en Granada en casa de Alvarito. Nightlife te pilló en Barcelona y los viste en concierto por primera vez. Y Release siempre te recordará a los hoteles hooperianos y a la tranquilidad de las carreteras de Colorado. Flamboyant Málaga… En fin, perdón por tanta nostalgia.

Aquí dejo la actuación de anoche. Debo confesar que cuando Brandon salió, he moved me to tears. La actuación, ESPECTACULAR, esos modelazos, ese escenario. Lady Gaga parece una figurita de Lladró, pero el resto... qué pena que Europa no haya cuajado como invento y estemos subyugados al pop americano.




miércoles, 18 de febrero de 2009

Mi Miguel

Miguel saca este año un disco doble que se llamará "Coplas del querer" y ya tiene reservado en el Lope de Vega en Sevilla para hacer la presentación el 9-10 de junio.


Como adelanto, Pedro ha incluido en "Los abrazos..." la versión que ha hecho del "Queriéndote a ciegas" de la Piquer (ver comentarios), una zambra maravillosa que tanto le pega a Miguel y al argumento de la película, con líneas tan sufridas y hermosas como:

"No tienes que darme cuentas,
a ciegas yo te he creído,
yo voy por el mundo a tientas
desde que te he conocido"

"No hay dolor como esta gloria
de estar creyendo sin ver"

"Y hoy va solo por la acera
sin lazarillo mi corazón"

"Yo me clavaré en los ojos
alfileres de cristal
pa no verme cara a cara
contigo y con tu verdad"

OH, MY, I CAN'T WAIT!!!


sábado, 14 de febrero de 2009

Coca y flan

(Gonzalo Suárez y Pedro Almodóvar iniciaron juntos el libreto de Los abrazos..., pero se cuenta que acabaron peleados. Ahora la 2 contraprograma el estreno del nuevo corto de Pedro en Canal+, La Concejala Antropófaga, con un especial sobre Gonzalo. Aaaaay, Cayetana).

Con un título que remite a la movida (La funcionaria asesina) vuelve Pedro al formato corto después de casi 25 años (Tráiler…), si no contamos El amante menguante, que para mi gusto tenía que haberse proyectado al principio de Hable..., aunque luego durante la película hubieran salido algunas imágenes. Pero a quien realmente recuerda La concejala es a La Agrado (Todo…), por aquello del monólogo. Que Carmen Machi se ha ganado supongo que gracias a otro monólogo, el de La tortuga de Darwin (la obra de teatro de Juan Mayorga).




Él la presentó como un spin-off de un personaje muy secundario de Los abrazos…, aunque por la temática parecía más bien un trozo de Chicas y maletas, la película que rueda Harry Kane (pseudónimo que utiliza Lluís Homar), inspirada excesivamente en Mujeres… claro que Pedro tiene sus estrategias y sus secretismos.

El argumento es más bien simplón y, aunque sugiere imágenes antológicas, como la de cierta concejala de asuntos sociales comiéndose una polla mientras le meten un dedo gordo del pie en sendos orificios, no pasa de ser una boutade. Sorprende por otra parte que nadie en este país haya sabido crear personajes tan libérrimos como La concejala, Paquito (de La mala…) o La Agrado.

Aquí, en vez de la fusión gastronómica favorita de La Agrado, cava y helao, se pone tibia de coca y flan. La combinación provoca frases antológicas: “Hay que incentivar la cultura de la promiscuidad”, “Del cuerpo del hombre yo lo aprovecho todo”, “A mí también me gusta que me follen la faringe, como a todos”, “No hay nada más democrático que el placer”, “Eso es puro siglo XIX”, “A ver, que pase el próximo” o “Estás radiante, a pesar del estampao”.

Pedro Almodóvar dice estar harto de Pedro Almodóvar. Que le gustaría debutar como un huracán (Harry Kane). Pedro, cuando uno está harto de uno, no se homenajea constantemente. Quiero decir, el gazpacho de Mujeres es todo un símbolo, que puedes recuperar, sí, cari, pero no en una cocina con una mujer dormida en una silla que tiene un sueño erótico. No sé si era George Steiner o Umberto Eco quien hablaba del peligro de las referencias. También lo dijo el auténtico Vila-Matas: “donde se puede y se debe ser verdaderamente original es al citar”. La retrocita de Volver a La Flor…, donde la editora resumía a Leo el argumento de Raimunda sería un buen ejemplo.

Me quedé con la sensación de que si La concejala hubiera sido sociata en vez de derechona, hubiera sido más gracioso. Porque como bien dijo Becky, la mía, no la de Tacones..., no hay nada como reírse de uno mismo.

viernes, 13 de febrero de 2009

Llueve en Barcelona

Quedé con Becky en la plaza de Lavapiés. No llovía, al contrario. De repente, cuando subimos a la segunda planta del Valle-Inclán, estábamos en el Raval y llovía. Es lo mejor que tiene la obra, el agujero espacio-temporal que une el Raval con Lavapiés. Tan fácil como abrir tres ventanas en la parte posterior del escenario para que se vean los árboles de la calle de aquí que hacen las veces de árboles de la calle de allí. Y rociar lluvia sobre los cristales. El ruido ambiente es muy importante. El de La ventana indiscreta es buenísimo. Este no está mal. No llevas ni 5 minutos y de verdad te sientes en el Raval.


Lástima que el texto (de Pau Miró) no estuviera a la altura. Le faltaba carga dramática o quizá poesía o qué sé yo lo que le faltaba. La típica historia de puta redimida.

No basta con sentarte en un bar a escuchar a las putas hablar para hablar como una puta.

Está gracioso lo de que busque los clientes en los museos (sobre todo en el CaixaForum) y la Universidad, esa, la de aquí al lado.

Las interpretaciones muy de método. María Valverde está estupenda, un poco Pe, pero muy bien. Tiene cuerpazo. Víctor Clavijo, correcto. Toni Cantó, menos.


Durante la obra suena música de Estopa, Abigail, Terence Trent D’Arby (sic), El Bicho, Buika y un grupo nuevo que se llama Naranja Toscano, que deben ser amigos porque tampoco es para tanto. Les he añadido un poco de Bambino, Antònia Font, Manu Chao y Granados, por si alguien quiere darle un toque ravalero a su casa (ver comentarios).


jueves, 12 de febrero de 2009

“We live in a wold of peeping-toms”

Es lo que dice Thelma Ritter en La ventana indiscreta (Rear Window, 1954), para mí la mejor película de Alfred Hitchcock. Una lección de cine. La prefiero a Vértigo, que le quitas los exteriores de San Francisco y se queda en un folletín. Aquí son los interiores de un patio de vecinos del Greenwich Village.


La excusa (el Mcguffin) es un asesinato, pero la película es en realidad un verdadero alegato contra la superficialidad de las relaciones sociales en la sociedad del espectáculo. Prevé el chat y el facebook. El discurso de la vecina cuando le matan el perro es la verdadera trama. Las excusas que James Steward le pone a Grace Kelly son un buen ejemplo de su efecto colateral. Estamos tan ensimismados mirando por la ventana (la pantalla), que no reconocemos la perfección cuando la tenemos delante.


(No puedo cuando ella le dice lo de "Si algo sé es llevar la ropa adecuada en cada momento". Por favor, ese vestuario de Edith Head)

En este siglo de grandes hermanos y gossip girls, Hitchcock se hubiera llevado las manos a la cabeza con lo siguiente: en La Garrotxa (Girona) han abierto un hotel, Les Cols, con las paredes, los techos y los suelos de cristal. Totalmente transparente. Puedes echar las persianas, pero lo suyo dejarlas abiertas. Ni grifos, ni armarios, ni pomos en las puertas, ni muebles, ni televisión, ni teléfono. Sólo una metáfora de una cama. El desayuno se sirve en bandejas de plata sobre el mismo suelo de cristal, en la zona de engawa. Café en termo, yogur, mermeladas caseras, queso y llonganissa de Olot y tostadas con pan de leña ¿Se puede ser más chic? Se supone que es toda una experiencia zen, hasta que algún avispado importe la idea dans le big city. Entonces se convertirá en toda una experiencia zin-zen-tido. Lo último en el ver y dejarse ver. Propongo un nombre: El Peekaboo.

lunes, 9 de febrero de 2009

Alerta naranja

Me encantan el invierno, el frío, los días nublados, Madrid. Me encantan los lunes. Con Flores raras sonando en repeat (ver comentarios).




viernes, 6 de febrero de 2009

You don't have to be beautiful but it helps

Viernes lluvioso por la mañana. Lo nuevo de PSB. Título inspirado en Julian Barnes. Estribillos à la Chumbawamba. Haz la prueba, ponla a todo volumen y mira por la ventana. Call me naive. Love, etc.

Too much of everything is never enough.


jueves, 5 de febrero de 2009

Las productoras

Están programando en el plus un documental, 100 Films and a Funeral, estupendo sobre el auge y la caída (the rise and fall) de la productora británica PolyGram Filmed Entertainment, responsable de taquillazos como Cuatro bodas y un funeral.

Fue creada en 1991 por el gigante de la música PolyGram, propiedad de la holandesa Philips para aglutinar varias pequeñas compañías cinematográficas que tenían. Con base en Londres, llegó a consolidarse como una verdadera rival de las majors americanas. Tenían un sistema de distribución diferente, adaptado a las necesidades de cada país. Daban luz verde fácilmente a las películas. Fueron en parte responsables de que el cine independiente entrara en el mainstream (14 Oscars en total) y Hollywood siguió sus pasos. Hoy son los grandes estudios los que producen cine independiente, porque es el que les da prestigio y premios. Pero en PFE también se lanzaron al cine comercial cuando tuvieron dinero.

Uno de los primeros éxitos que tuvieron fue Priscila, Queen of The Dessert (1994). Pero también están The Usual Suspects (1995), Notting Hill (1999), Fargo (1996), Trainspotting (1996), Land and Freedom (1995), The Relic (1997), Spice World (1997), Hard Rain (1998), Lock Stock and Two Smoking Barrels (1998), London Kills Me (1991), Romeo Is Bleeding (1994), Dead Man Walking (1995), Fargo (1996), Mr. Bean (1997), The Big Lebowski (1998) Elizabeth (1998), Candyman (1991), Bob Roberts (1992), Kalifornia (1993), Barb Wire (1996), Sleepers (1996), The Game (1997), Being John Malkovich (1999), Jumanji (1995), Very Bad Things (1998), La Haine (1996).



De las españolas, sólo he visto que participaran en Two Much. Cosas curiosas: lo importante que fue el vestido de Versace de Elizabeth Hurley para la publicidad de Cuatro bodas… el día de su estreno. O cómo para Trainspotting no emitieron trailers y sólo se dedicaron a empapelar las ciudades con la mejor colección de posters en mucho tiempo.



En 1999 fue absorbida por Universal porque el presidente de Philips decidió que el hecho de que una película tuviera éxito o no era básicamente una lotería.

Primera noticia de que en los noventa tuviéramos una major europea, para empezar. Aquí nunca se habló mucho, supongo que era parte de su táctica con las películas, hacerlas pasar por americanas.

Me encantan los estudios de cine basados en productoras. Yo tengo uno descatalogado de Terenci Moix que analiza el cine clásico según las características propias de cada productora: MGM, Paramount, Universal, etc. Pero eso, amigos, será en otro post.

Doblete

Becky, cariño, nos estamos convirtiendo en dos teatreras de pronóstico.

El sábado fuimos a ver “La noche de San Juan”, de Lope de Vega, por la Compañía de Teatro Clásico. Se trata de una obra de teatro de corte, un encargo del Conde-Duque de Olivares para divertimento de Felipe IV. Es una comedia ligera, con confusión de parejas, aunque sin sueño como la del Bardo. La de Lope es una noche en vela, como corresponde a nuestra tradición trasnochadora, en la que unos jóvenes se pierden por las calles de Madrid. Yo eché en falta un poco más de magia, que es lo que promete una noche de San Juan. Yolanda Pallín la ha ambientado en el s.XIX, me pareció entender por el vestuario, supongo que para fomentar el aspecto urbano de la trama, aunque este tipo de versiones despistan un poco: de repente añaden un beso que no está en el original, cambian una frase machista (Somos vuestras) por otra feminista (Somos nuestras propias dueñas), no sé, preferiría que no las tocaran tanto. Es cierto que el público lo agradece porque son más amenas, pero insisto, despista, sobre todo cuando no es una obra conocida. Las interpretaciones están muy bien, en especial Eva Rufo. Luego estuvimos tomando unas cañas y departiendo con los actores de la obra en el café al lado del Pavón.


El domingo, “El dúo de la Africana”, de Lluïsa Cunillé y Xavier Albertí, basada en una zarzuela de Caballero y Echegaray, “una creación de cómo podría haber llegado a ser la zarzuela hoy, en este país, si hubiera continuado la evolución artística que se vio interrumpida por el largo paréntesis de la Guerra Civil y los 40 años de franquismo”. No puedo con el Teatre Lliure, me encanta. ¿Se puede ser más cool? El María Guerrero es además el teatro más bonito de Madrid. El argumento trata de una compañía de zarzuela catalana que viaja a las colonias, a Nueva Peñaranda, a representar una ópera, La Africana, y se topan con la mujer del gobernador (divina) y la revolución. El empresario, Don Querubín, que habla todo el rato en italiano con acento catalán, es una especie de Mel Brooks en Los productores. Su mujer, la soprano sevillana (María Hinojosa, espectacular) está enamorada del tenor maño. Y su hija quiere ser una vampiresa internacional. Qué gran oficio. La primera parte, la introducción, más floja que la segunda, donde prima la zarzuela, pero igual de necesaria. El público, frío en los aplausos. No merecían eso en un espectáculo cantado. Qué ganas de ver La corte del faraón.


Me encanta el cartel, de Sean Mackaoui, como todos los del Centro Dramático Nacional.


martes, 3 de febrero de 2009

Brooklyn State of Mind

Un estado de ánimo brooklyniano, que no quiere decir que eche desesperadamente de menos sus calles, ya me gustaría, ni que ansíe volver, porque como decía Beckett “es un suicidio salir al extranjero”, al extranjero que es uno mismo, me atrevería a añadir, recordando a Nicholas Ray. No es nada relacionado con el pasado ni con el futuro, es sólo eso, un estado de ánimo. Presente.


No tiene que ver con este invierno que no acaba nunca, ni con la nieve que ha caído, ni siquiera con el amor. Ni con el blanco y negro de las películas que veo. Tampoco con la música que escucho, aunque mayormente sean grupos de Brooklyn (ver comentarios), ni con que mi canción favorita de estos días diga “I’m on some drugs, you’re on some drugs, do you wanna talk to me?” (L’Homme, de Boy Crisis), ni con la overdose de abrigos que ha habido últimamente en este blog.

Ni creo que sea culpa de esta foto de Prospect Heights, aunque bien es cierto que la sola pronunciación de estos nombres me hace cosquillas en las comisuras de los labios: Flatbush Avenue, Park Slope, Saint John’s Place, Grand Army Plaza, Prospect Park, Union St.

Tampoco de las zonas ambiguas de la sexualidad masculina, como las llama Gimferrer.

I don’t have any reasons
I’ve left them all behind
I’m in a Brooklyn State of Mind.



lunes, 2 de febrero de 2009

Les matins de Paris III

Y ya son las últimas...


Porque la moda no tiene edad


Siempre nos quedará París


Maxibolsillos e inspiración años 20.


Pajarita mal anudada y pañuelo sobresaliendo. Classy.


Levis con bota de caña ancha. Me encanta el juego de superposiciones.


Piel en el cuello y reloj de oro


- Me encanta el drama y Cardin.
- Ya te veo, nene


Qué mona va esta chica siempre


2017: tibio y desafecto

Ay, que ya nadie se acuerda de 2017. Aquí va mi resumen: Lo mejor del año  * La frase de "Juego de Tronos": “Maybe it real...