jueves, 25 de noviembre de 2010

Elecciones catalanas: pobre, enferma y sola

Después de una semana escuchando el disco Hey! de Julio Iglesias (Salvador Sostres me recordó que era su 30 aniversario) debo confesar algunas cosas. Primero, que adoro a Julio. Hoy le dije a mi hermano que sólo una persona entendería nuestro punto con Julio, sólo alguien igual de suburbana y pornográfica que nosotros, Annabel, pero no lo ha entendido (mi hermano). En un mundo tan globalizado como el nuestro, hay gente que da muy poco valor a las raíces. Con la gran labor que hizo Kunta Kinte en el extrarradio… Segundo, que es un gran disco: “Ron y Coca Cola” debería sonar en toda fiesta que se precie de beberlo, “La nave del olvido” tiene unos coros à la Leonard Cohen que ponen los vellos de punta, “Un sentimental” es una oda a la masculinidad que deja en pañales cualquier basura que yo pueda escribir sobre la feminidad y "Hey!”, qué puedo decir de Hey! que no se haya dicho, un clásico. Por no hablar del “Pájaro Chogui”, ideal para bailar el Limbo. El Limbo me encanta. Un baile dedicado al lugar donde se retienen las almas a la espera de la redención del género humano. Y que ese baile consista en bailar inclinado hacia atrás por debajo de una pértiga sostenida a poca distancia del suelo... El bailarín debe imitar los movimientos de un esclavo que lucha por su libertad. Viva África. Viva Kunta Kinte. Y viva Julio!!! Y tercero, después de dos semanas de absoluta vergüenza ajena por las elecciones catalanas (Barna NO siempre por delante –sólo un reportaje en la tv3 sobre los periodistas que siguen a cada candidato tuvo su punto, impensable en canal sur o telemadrid-), debo confesar que, para mi vergüenza y alivio de los catalanes, si estuviera empadronado allí votaría al PP. Así, como lo estáis oyendo. No por rollos nacionalistas y mucho menos por la inmigración, Dios me libre (y Kunta Kinte). Lo que ha hecho Montilla (y los que venían detrás, todo hay que decirlo) por los andaluces emigrados no tiene nombre. SILENCE=DEATH. Así que he decidido ponerme frívola. ¿Y qué hay más frívolo que ir a votar?

La derecha me encanta por dos cosas: 1) Su sentido de la estética: qué le vamos a hacer, pero cuando quieren, visten muy bien, son años de tradición y 2) Su permisividad con la pedofilia. Y no hablo sólo de los últimos casos de Sánchez Dragó o el propio Sostres (que, por cierto, tienen pinta de curitas cachondos los dos)... Porque, ¿cuando el Papa perdona el uso del condón con prostitutas, está disculpando también su uso con los chaperos jóvenes? Es una duda que me asalta. Sobre todo esta semana, que creo más que nunca en la Ley de Chiquetete (it's the sauna talking). ¿Alguien se acuerda de las sevillanas de la Puerta de Toledo? Pues leyendo entre líneas vienen a decir que si te gusta alguien y lo ves un día, TIENES QUE VOLVER LA SEMANA SIGUIENTE AL MISMO SITIO Y A LA MISMA HORA para reencontraros. Curiosamente, parece que nadie la conoce. Desde aquí hago un llamamiento global para no acabar como cuenta la cuarta estrofa: “En el mismo sitio y a la misma hora, y la misma hora, dicen que había muerto, pobre, enferma y sola". (Golpe en el pecho) Por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa. (Menos mal que el PP es un partido minoritario en el área metropolitana: Barna -casi- siempre por delante).

lunes, 22 de noviembre de 2010

Las tetas

En el taller de teatro me han encargado un sketch sobre las discusiones familiares y la feminidad. La historia que voy a contar es la de tres hermanos que se reúnen para comer con su madre y ver las tetas que se acaba de poner. El estudio de personajes es el siguiente...



Almudena: 22 años, estudiante de Magisterio y futbolista profesional en el Real Madrid. Campeona de Europa sub'19 en 2006, pichichi en 2008-2009 y Campeona de la Copa de la Reina en 2009. Aficiones: la música, la comedia romántica y otros deportes, como el paddle o el tenis. A veces habla sin pensar, dice lo primero que se le viene a la cabeza. Le encantan la televisión y el facebook. La semana pasada ganaron un partido contra el Arsenal y la han entrevistado en El Mundo, en la edición provincial, porque es la capitana del equipo. Cada fin de semana viaja a un sitio distinto de España. Su novio Raúl lo entiende y la apoya al 100%. En general, siente que tiene una relación más cercana con los chicos gracias al fútbol. Adora a su hermano Pablo, tanto que ha llegado a imitar alguno de sus gestos, por lo que parece un poco marimacho. Su madre y su hermana no tienen ningún problema con este tema y el padre menos. De hecho, se reía de ella cuando cogía una muñeca. Fue él quien le enseño a jugar al fútbol y acabó siendo su entrenador durante muchos años, hasta que se divorció. A Ignacio, el pequeño, lo ve como a un repelente y tiene con él una relación muy mandona, rozando a veces el bullying. Su reacción cuando su madre le dice que va a aumentarse los pechos es de soltar una carcajada, aunque luego le pidió perdón. En el futuro, cuando deje el fútbol y se case, adquirirá una feminidad un poco ridícula, como la de Arancha Sánchez Vicario cuando sale en el Hola.

El día de los hechos (viernes 26 de noviembre de 2010) llega al restaurante con tiempo, a las dos y veinte. Por la mañana ha tenido entrenamiento, pero se ha llevado una muda para no llegar en chándal. Le da cosa enfrentarse a las nuevas tetas de su madre en chándal.

Pablo: 29 años, trabaja en La Caixa, en la oficina de Arturo Soria. Aficiones: el fútbol, el senderismo, las películas de los hermanos Cohen y el flamenco. Es el serio de la familia. De ideas más conservadoras que sus hermanos (estudió en Esade, compaginándolo con su trabajo), lleva fatal el divorcio de sus padres. Nunca ha tenido mucha relación con Natalia, la mayor. Con Almudena se lleva muy bien. Le halaga su admiración, pero: A) no le gusta verse reflejado en su hermana pequeña porque a veces es como si le ridiculizara o le hiciera ser más consciente de su imagen y B) en el fondo le gustaría que su hermana pequeña fuera más femenina, aunque por supuesto no se lo ha dicho nunca, ni a ella ni a nadie. Con el pequeñín se lleva bien, aunque no cree que sea superdotado. Lleva 10 años con su novia de toda la vida, eterna estudiante de empresariales, pero hasta que ella no acabe la carrera no piensan casarse. Los dos siguen viviendo en casa de sus padres. Cuando le llama Almudena para contarle la decisión de operarse los pechos de su madre, pone el grito en el cielo y tiene una discusión con su padre en la que le viene a echar la culpa. Desde entonces no se dirigen la palabra. En el futuro, su novia le dejará por un chico del OPUS, hijo de un famoso cirujano.

El día de los hechos llega al restaurante casi al mismo tiempo que Almudena. Le ha pedido permiso a su jefe para salir un poco antes del banco porque no quería que todos almorzaran tarde por su culpa. No le gusta pedir favores en el trabajo, por lo cual no está de muy buen humor. Aparte de estar totalmente en contra de lo que ha hecho su madre, pero en el fondo de puede la curiosidad, el cotilleo.

Natalia: 34 años, trabaja en una galería de arte en Barcelona. Viene poco a Madrid y, en general, intenta que coincida por cuestiones de trabajo. Así tiene la excusa perfecta para no alojarse con la familia. Aficiones: los Prerrafaelitas (el tema de su tesis), el Teatre Lliure, Foucault, el cine iraní, la comida del sudeste asiático, etc., aunque también puede disfrutar con una buena película de acción y con el fútbol. Es la más despegada. De hecho, buscó trabajo en Barcelona hace diez años para poner tierra de por medio con la familia. Para ella, la feminidad es una ficción: utiliza la máscara de la feminidad para alejar la angustia y evitar la venganza de los hombres, si nos ponemos freudianos, o en términos más prosaicos: no es muy guapa, pero sí muy femenina, quizás demasiado. Siempre va impecable: es adicta a los trajes chaqueta, lleva el pelo perfecto y gasta fortunas en maquillaje y zapatos. De todas formas, no responde a los valores tradicionalmente asociados con la feminidad: la intuición, la afectividad, lo doméstico… Entre sus hermanos tiene fama de frígida, insatisfecha, histérica o simplemente estirada. Nunca ha tenido novio, lo cual hace que corran como la pólvora los rumores sobre su lesbianismo. En realidad, tiene sexo con hombres por Internet y alguna que otra vez ha pagado a un chapero. La noticia de la operación de su madre no le sorprendió, ni tampoco antes la del divorcio. De hecho, ella siempre estuvo a favor del divorcio de sus padres, ese fue otro de los motivos de su huída a Barcelona, para no malmeter en su matrimonio. Con el pequeño no tiene mucha relación y lo achaca a la falta de instinto maternal. En el futuro seguirá igual: ha conseguido un equilibrio entre la soledad y la independencia que le compensa.

El día de los hechos llega puntual al restaurante, 10 minutos más tarde que sus hermanos. Ha cogido el AVE de las 11:05. Llega directamente con la maleta. Esta vez no viene por trabajo, pero la ocasión lo merece. Igualmente ha reservado habitación en un hotel. Es la primera vez que no se queda en casa sin la excusa del trabajo y espera sentar precedente para las navidades. Llega inusualmente guapa. Los hermanos lo achacan a una experiencia sexual reciente, pero en realidad es que está contenta con la nueva dinámica familiar.

Personajes ausentes

Ignacio: 10 años. Es el pequeñín de la casa y desde que hace 5 años le confirmaron un IQ de 175, se ha metido mucho en su papel de superdotado. Habla cuatro idiomas y es un virtuoso del piano. Con Natalia conecta intelectualmente, aunque no emocionalmente. Con Almudena todo lo contrario, aparte de sufrir que lo trate como un mocoso. Con Pablo es un poco condescendiente y discuten mucho de política. Ignacio es muy de Zapatero, participó activamente en las manifestaciones contra la guerra con sólo 4 años, colabora con varias ONG y últimamente está muy cabreado por la situación en el Sáhara. Desde el divorcio, su padre se ha tomado muy a pecho su labor de tutor. Le acompaña a todas las reuniones de la ASAC (Asociación de altas capacidades), a los campeonatos de ajedrez, a los mítines… El día de los hechos se queda en casa con su padre, muy a su pesar.

El padre: 57 años, amo de casa, antes entrenador del equipo femenino del Real Madrid. Cuando se divorció de su mujer hace un año, ganó la custodia de los hijos, bueno, en realidad su mujer se la regaló a condición de que aflojara un poco la bebida. Desde entonces no ha probado una gota de alcohol y ahora sale en bicicleta todos los domingos por la mañana. En realidad estaba cansado de hacer de entrenador, los primeros años disfrutó mucho con Almudena, pero últimamente no soportaba no poder pasar ni un fin de semana en casa. Digamos que ha dejado de hacer de manager de Almudena para hacer de manager de Ignacio. La noticia del divorcio no le pilló por sorpresa. Sí que le pagaran por librarse de su mujer. Siempre había pensado que el trabajo de ama de casa era el trabajo ideal, aunque ahora no opina lo mismo (nunca está uno contento con lo que tiene), pero sigue defendiéndolo de puertas a fuera. El día de los hechos se queda en casa con Ignacio.

La madre: 52 años, arquitecta. Después de criar a los tres primeros, cayó en una gran depresión cuando tuvo a Ignacio. Estuvo 6 años en un pozo. Cuando por fin logró salir conoció a Iván (como las desgracias, las alegrías nunca vienen solas), un arquitecto ruso 20 años más joven de quien se enamoró perdidamente. Estuvieron tres años manteniendo la relación en secreto, pero al final reunió el valor para divorciarse y empezar una nueva vida con él. Divorciarse para seguir criando a sus niños no tenía sentido, sobre todo con lo que tardan hoy día en abandonar el nido. La última polémica ha sido su decisión de aumentarse el pecho porque Iván se lo pidió. Para ella era una forma de recuperar su feminidad. El día de los hechos va en un taxi camino al restaurante a presentarles a sus hijos su nuevo yo cuando recibe una llamada…

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Amigonio

Ya lo decía el gran Paquito en La Mala Educación: "Pa la buena, la do unta, pero pa la mala yo zola".

Ahora que esa cosa llamada FaceBook ha desvirtuado el concepto de amistad confundiéndola con el cotilleo, que los chats han sustituido a las conversaciones de café y cigarrillo, que lo único que ha quedado de la serie Sexo en N.Y. es la instauración urbana del follamigo, que la gente se ve presionada socialmente a llevarse bien con sus exes, que la antigüedad pesa cada vez menos en las relaciones (sociales, sentimentales y laborales), que el amiguismo político está tan bien visto que ha contaminado otros ámbitos de la intimidad, que la gente mide sus amigos en función de lo que puede obtener de ellos (amigos de pelillo)… creo que va siendo hora de crear un nuevo contrato social: el amigonio.

Conste que no lo propongo como alternativa al matrimonio. No soy tan postfeminista (sigo creyendo en la maldita apuesta de Pascal aplicada al amor, e.g., en el putito príncipe azul) ni tan pepera (los que quieran perpetuar un sistema de producción sexual obsoleto, como diría la Madonna, till death do us part).

Que yo no me case con nadie (en los dos sentidos de la palabra), no quita para que no disfrute de un buen bodorrio (sobre todo si hay toreros implicados).

El amigonio es una forma de dar sustancia, virtud y fuerza a un concepto apaleado por el capitalismo y las redes sociales.

Antiguamente, lo más cercano a la formalización de la amistad era cuando un amigo te pedía que fueras padrino en su boda o de sus hijos. Yo propongo una formalización más literaria, como el sacrificio del paraguas que hacían en Rayuela, tirándolo por un barranco acompañado de un grito walkyriano. Un día triste de lluvia como el que hace hoy.

Hay que llamar a las cosas por su nombre: al pan, pan, y al vino, vino.

Un amigo no es un consuelo para la soledad, todo lo contrario, es alguien que cuando te falta te sientes solo, un generador de soledades. Uy, qué wafa estoy hoy...

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Infiltrada en la boda de Jose Mari Manzanares

Estoy harta de hacer la BBC (bodas, bautizos y comuniones), pero como el Hola paga, pues allí me colé y en su fiesta me planté, como cantaba Mecano. No se sorprendan, en estas bodas, la lista de invitados se negocia con el Hola: ellos ponen el dresscode (en esta eran los guantes largos, aunque cuando vieron el traje novecentista de Estrella Morente, no la avisaron, too much), los floreros (como Nieves Álvarez o servidora), y la alfombra roja delante de la iglesia (en este caso de color capote). Porque sí, se casaba un torero con una eterna estudiante de maketing, hija de un prestigioso cirujano. Los adjetivos como prestigioso están obligados por contrato (a.m.c., adjetivo marca de la casa).

El primer pitote se montó por la ausencia del padre del novio, que quería traer a su nueva novia, pero el resto de la familia dijo que ni mijita. Una pena, porque después de oír que le gusta vestirse y maquillarse de mujer (what it feels like for a girl) en las fiestas familiares, la celebración de la boda no va a ser lo mismo. Ya me hablaron hace tiempo de los saraos de vicio que montaba en el Wellington hace años. "No es que sea homosexual, sólo que le gusta un poco el vicio". Con estas palabras, así me lo contaron. También he oído campanas del hijo, que si le han visto en el Ricks alguna noche, que si yo me lo tiré, pero no sé si creerlo, con esa pinta de actor porno gay que tiene, me parece demasiado obvio.

Por cierto, que vi a Manuel Lombo entrando al altar del brazo de una de las hermanas del torero, fingiendo ser novios, mientras el novio de ella iba unos pasos detrás con otra amiga del brazo. Puestos a dar la campaná, se podía haber venido con Marichalar, que es fan suyo.

De los demás invitados, nada nuevo bajo el sol. Sigue siendo el año de las pamelas, gracias al patrocinio que varios conocidos sombrereros de la capital están haciendo de nuestra revista. El tocado improbable de Fiona sólo rivalizó con el de la mujer del Juli. ¿Cómo puede una mujer vestir así de moderna y estar con un hombre que pronto va a parecer su abuelo? ¿Y cómo puede vestir así la cuñada del torero? Eso sí: “los invitados optaron por el clásico traje de chaqueta y las invitadas por sencillos vestidos de cóctel que combinaron con vistosos tocados”.

La mujer de Pepín Liria iba con unos tacones de vértigo (a.m.c.) y cayó, quedándose de rodillas. Luego descubrimos que no era su mujer, que a esta le puso los cueros, que para algo es torero, así que suponemos que era su nueva novia (no creo que el torero prestara más hermanas de acompañante).

A la salida, me fumé un cigarrillo con el prestigioso cirujano padre de la novia, que todavía no daba crédito a lo que le habían costado las 2000 hortensias blancas de Holanda que habían encargado a la floristería que decoró la Almudena para Letizia. Me pareció un señor del Opus la mar de simpático que cumplimentó mis zapatos.

Y ahora todas pitando a Benidorm. Mira que hay que ser suburbana para celebrar tu boda en Benidorm, quiero decir, yo lo haría, pero es como cuando la infanta Elena se pone a bailar el waka, waka, que choca. Ah, que la boda es rollo princesa de España y el convite es de princesa del pueblo. Dabuten.

Del convite, pues como en todas las bodas, la gente bebiendo y bailando una música horrorosa, aunque en esta, como la mitad de los invitados no se conocía, marca de la casa, se formaba mucho corrillo y mucho taparse la boca para criticar a los del fondo, que hoy con los móviles y los lectores de labios, no se puede fiar una. Servidora, con la poca reputación que le queda, recordó aquella gran frase del gran Leroy Johnson en Fama “Cos I’m young and single, and I love to mingle” y se dedicó a ir de corro en corro. A minglear, que se diría en spanglish y que quiero proponer ya a la Academia.

Me acerqué a la mesa de Estrella y Javier. Ella no hacía más que hablar de arte, duende, clase, señorío y embrujo, que es lo que hace siempre que tiene un desconocido/a delante, y él con toda la sangre helada mirando de soslayo a su exsocio, sito en la mesa de al lado. Me dio un mal rollo todo que salté corriendo a otra mesa.

Mami, el marido de la Tárrega, hablando con su madre al teléfono, que le estaba contando que las habían vuelto a pillar robando a ella y su hija, y la Tórrida descojonándose a sus espaldas. Me encanta esta señora, vamos, fans, pero no me quedé mucho rato porque me da un poco de miedo.

Fui a la mesa de Nieves “Nevadito” Álvarez a ver si tenía algo de coca, pero me dijo que lo había dejado. Bastante tiene, la pobre, con el vago del marido, la exanorexia, y esa última operación que se ha hecho, que parece una mezcla de Letizia y Eva Sannum. Espero que no se cruce con Felipe en otra BBC, porque esta tampoco se pierde una. El clutch crema que llevaba a juego con los guantes y los zapatos era ideal (a.m.c.).

Otra que ha ido a Chams por primera vez es Mariló, la mujer de Carlos Herrera. Ahora que es presentadora matutina, se ha dicho: me voy a poner un poco de morro, como si le hiciera falta. Eso sí, el vestido años cincuenta en tono nude (a.m.c), espectacular. Estaba yo en su mesa cuando se produjo el famoso incidente. Se acerco Fran “No sé si me gustas más tú o tu madre” Rivera y la sacó a bailar. Y venga a arrimarse, y venga a arrimarse, bailando el baila baila Casanova, y venga a cogerle el culo. Y su señor dando caladas cada vez más fuertes al puro. Y el otro venga a arrimarse. Y este venga calada. Hasta que perdió los estribos y se puso hecho un Alatriste. “Ya nos gustaría que te arrimaras tanto al toro en la plaza”. Tuvieron que separarlos. Yo, solidaria, me acerqué a Fran y le saqué a bailar, pero el otro le había metido tanto miedo, que no me arrimó nada la cebolleta.

Desde la mesa de al lado, la hija de la Vizcondesa de Millamiranda, aka, Cari Lapique, nos miraba con ojos lúbricos. Toda una señora.

Los Ponce no fueron. Le pregunté a Ramón García por ellos y me dijo que el maestro estaba haciendo las Américas. Y se rió. Se cuenta, se dice, se habla de que tuvieron que llamar a la cigüeña para desmentir los rumores de la presunta relación de Ponce con Luis Miguel. Con lo bien que Ponce canta boleros. Pero eso no es todo, presuntamente Paloma Cuevas nunca se embarazó, sino que utilizó un vientre de alquiler y se fue a París los últimos meses, porque ya se sabe que es de donde vienen los niños. Es que la gente es muy mala.

Los Ponce no fueron pero estuvieron muy presentes en la fiesta, pero esto ya lo contaré después.

La fiesta se fue alargando y cada vez era más aburrida. Yo, ni corta ni perezosa, me fui a buscar a la mujer del Juli que, para ser una Domeq, ya he dicho que viste espectacular. Le pregunté dónde se había comprado el turbante, así para romper el hielo, y nos hicimos hiperamigas. Nos lo pasamos teta bailando y haciendo coreografías. Lo que pasa es que una es tan discreta que al final, cuando nos despedimos, ni siquiera le pedí el número de teléfono. En fin, ya coincidiremos.

Me contaron que hubo otro incidente entre Fran “No gano para sustos” Rivera y Pepín Liria a cuento de la exmujer de Espartaco. Pero como no estaba delante, no puedo decir.

Y luego empezó la Operación Polvorón II. ¿Se acuerdan de la Operación Polvorón I? ¿Cuando Canales Rivera, Conde, Higares y el Litri se dedicaban a ponerse ciegos e ir a los mejores clubs de alterne de Sevilla? ¿Cuando Espartaco replicó “No conozco a ningún torero juerguista”? La misma. Pues Conde, que no llevaba buen día desde la mañana (no hay más que ver la corbata que eligió), se fue a montar un cachondeo con unos colegas. La Morente en el cuarto esperando. Y una hora, y otra, y otra. Cuando llegó el Maestro la montaron. Yo lo oí todo porque justo salía de la habitación de al lado de hacérmelo con un torero del que no quiero acordarme y reconocí la voz de Estrella, porque soy fan suya a cien, pero tampoco le di importancia. Servidora también monta unos pollos de vez en cuando… pero me encontré al final del pasillo con la Tórrida que asomó la cabeza y me preguntó con voz de cazalla: ¿pero qué pasa? Nada, la morente y el maestro, que están discutiendo. Pa qué le dije na… se me había olvidado que esta era íntima de Marta Sánchez, con lo que le jodía que el torero le recriminara los escotes a la otra. Total, que cuando me di cuenta me dije: piernas, ayudadme. Lo último que oí es a la otra gritando: Mami, Mami, llama a recepción, llama a recepción. Qué coño a recepción, a la policía.

El resto pueden ustedes verlo en el Sálvame esta semana. Estrella ha hablado de una mano negra que va detrás del marido. Se supone que es el padre de la Cuevas, que es apoderado, Victoriano Valencia. Sí, el mismo que obligó a Ponce a casarse con su hija, que en realidad no se llama Cuevas, sino Valencia. Pero eso, señores, como decía Billy Wilder, ya es otra historia.

martes, 9 de noviembre de 2010

Y yo pondero a Pedro

Los títulos de crédito de una Cara con ángel, de Richard Avedon, en los que Pedro se “inspiró” para los títulos de Mujeres…



Pedro, para dadaísmo, en la misma Casa Flora, la actuación de Lola con Estrellita Castro.



De global gay chic... otro dueto maravilloso. No tiene coreografía minimal-travesti, pero sí un abrazo divino al final:



Bambino suda menos que Brel, pero aguanta también perfectamente el primer plano: "Yo tenía el orgullo de cien potros desbocados..." Amén.



Como decía Leo en La flor de mi secreto: suficiente negatividad hay ya en mi vida, no quiero añadir más y menos aún que me paguen por ello. A mí no me paga nadie, pero sí que cambio las vecinas de Valencia por esta coreografía tan positiva que invito a todos a aprenderla para estas navidades (la de lead singer y la de malditas, hay que aprender las dos). Yo ya estoy practicando…

lunes, 8 de noviembre de 2010

Pedro pondera el iutub

No puedo con el global gay chic... (por cierto, la versión de Brel no es el primer plano sudado del que habla Pedro porque está desactivada su inserción, aunque podéis verlo en vídeos relacionados)











viernes, 5 de noviembre de 2010

MADRITISMO

Hoy voy a hablar del malditismo en Madrid, pero tranquilos, que no os voy a dar la chapa con Eduardo Haro Ibars, ni con Iván Zulueta y mucho menos con Leopoldo Mª Panero (volví a ver hace poco el Desencanto, crónica del malditismo en la dictadura mesetaria y, bueno, lo único que puedo decir es que te dan unas ganas horrorosas de irte al barrio chino de Barcelona a rememorar los días de San Genet de Todos los Chapis). No eran más que niños de papá (artista), los tres, Genet no, Genet era como el niño de Can Tunis.


Los nuevos scapigliatos madrileños somos los condenados a echar de menos la exhuberancia irracional del boom del ladrillo, las Cuatro Torres, el tamaño importa de la T4, la promiscuidad del AVE, el cosmopolitismo de los veranos en Cabo Pino, el Heil Aznar, las dádivas de cocaína, el desdén de los Lolitos, la ruina de los zapatos de Prada… toda esa maldad que nos ha llevado a estar donde estamos. El malditismo de hoy es no tener dinero… Oh, Gosh, how I miss it!


2017: tibio y desafecto

Ay, que ya nadie se acuerda de 2017. Aquí va mi resumen: Lo mejor del año  * La frase de "Juego de Tronos": “Maybe it real...