sábado, 24 de diciembre de 2011

Marry the Xmas

Felices fiestas a todos. Aquí os dejo la última lista del año y una canción muy navideña.


Sube

1. Regatear en las tiendas pijas de Serrano. Está superdemoda.

2. La copa tambaleándose en el portarrollos de papel de los baños de los bares. Toda una metáfora.

3. Los bares clandestinos donde se puede fumar.

4. Los escotes profundos o los cuellos altos: nada de medias tintas.

5. La oniomanía. No, no es el odio a la cebolla. Es la enfermedad del comprador compulsivo.

6. Ryan Gosling: desde que lo vi en Crazy, Stupid, Love no me lo puedo quitar de la cabeza.


Baja

1. Las fiestas de gays que no se conocen, donde todas están superestiradas o hablando en inglés con guiris.

2. HMV, que ha quitado su página en España.

3. Las colas para comprar lotería: más educación y menos lotería.

4. Marcos Ordóñez, últimamente no coincidimos nada.

5. Felicitar la navidad con mensajes. Papa (Noel), llama.

6. Las listas de lo más y lo menos.

martes, 20 de diciembre de 2011

Alfredo Sanzol y yo

“La especie humana debería reconocer que el cuerpo humano es sólo una maleta barata”. Genesis P-Orridge

ALFREDO SANZOL: ¿Tú tienes maletas?

YO: Sí, quién no tiene maletas.

ALFREDO SANZOL: ¿De qué marca son?

YO: Prada. Una dura y otra blanda.

ALFREDO SANZOL: ¿La blanda es de cuero?

YO: No, es de tela azul, en Príncipe de Gales, con unas tachuelas por los lados. La dura es una reproducción de las maletas de principios de siglo, como la que tenía Gary Cooper cuando cruza la frontera con Marlene Dietrich en Deseo.

ALFREDO SANZOL: ¿Y cuando ves una maleta fea, qué piensas?

YO: Nada.

ALFREDO SANZOL: ¿No piensas nada de la persona que la lleva?

YO: No me suelo fijar.

ALFREDO SANZOL: Pero si alguien lleva una maleta de diseño, sí te fijas.

YO: ¿A quién no le gustan las cosas bonitas?

ALFREDO SANZOL: ¿Y te gustaría conocer a la persona que la lleva?

YO: Sí.

ALFREDO SANZOL: ¿No tienes pareja?

YO: Eso, en cualquier caso, forma parte de mi vida privada.

ALFREDO SANZOL: Hablemos de tus maletas. ¿Dónde las guardas?

YO: Una la uso de mesita de noche. La otra está en el salón, decorando.

ALFREDO SANZOL: ¿Te parece normal utilizar una maleta de mesita de noche?

YO: No tengo sitio en los armarios para guardarlas.

ALFREDO SANZOL: ¿Tan llenos tienes los armarios?

YO: Quizás debería empezar a tirar cosas.

ALFREDO SANZOL: Volvamos a las maletas. La que es como un baúl.

YO: No es un baúl. Es pequeña, coqueta, sin pretensiones. Le pongo unos libros encima, decorando.

ALFREDO SANZOL: ¿Utilizas los libros para decorar?

YO: Si son bonitos…

ALFREDO SANZOL: ¿Por qué no te gustan las maletas baratas?

YO: No puedo evitarlo.

ALFREDO SANZOL: Una maleta barata, como las que venden en los chinos…

YO: No soporto a la gente que tira de una maleta como si fuera una carga.

ALFREDO SANZOL: Eso es prejuzgar.

YO: Tienes razón.

ALFREDO SANZOL: Hablemos de bolsos.

YO: Yo no he venido aquí a hablar de bolsos.

ALFREDO SANZOL: Eso es porque tienes un problema con ellos.

YO: Yo no tengo ningún problema con los bolsos, sólo con la gente que me pregunta por bolsos.

ALFREDO SANZOL: O sea, que diferencias entre la gente que te pregunta por bolsos y la que no.

YO: Y entre la gente que lleva maletas bonitas y la que no, presuntamente.

ALFREDO SANZOL: Menudo sibarita estás hecho.

YO: Creo que hay dos cosas fundamentales en las que uno no debe mirarse el bolsillo: las maletas y el papel higiénico. Las maletas por lo que ya te he comentado y el papel porque va al culo, y eso lo hace importante. Hoy me he comprado un papel higiénico enriquecido con loción de karité.

ALFREDO SANZOL: Me dejas desconcertado.

YO: Me gustan las personas que tienen en cuenta a su culo. Que no lo ignoran como si no fuera con ellos. Hay que escuchar a nuestro derrière.

ALFREDO SANZOL: ¿Algún otro consejo?

YO: Todo se reduce a unas reglas básicas: nunca combines más de dos colores, calzoncillos siempre blancos y nunca hables si no sabes de qué están hablando.

ALFREDO SANZOL: Tú eres muy callado.

YO: Podemos decir que llevo toda la vida obedeciendo en silencio o simplemente que me gusta la gente reservada. No creo que la timidez sea un lastre.

ALFREDO SANZOL: Pero cuesta más conocer gente. Yo antes era muy tímido.

YO: Supongo que me acabaré convirtiendo en un solterón. Los solterones merecen un monumento en esta ciudad. Hay algo noble en cerrar un apellido. Ponerle punto final, si no te hacen tío, a esa por otra parte noble institución que es la familia. Como echar el candado en un castillo vetusto que ya no se puede mantener. La especie seguirá sin nosotros sin problemas.

ALFREDO SANZOL: Yo tengo un hijo y una obra en cartel.

YO: Felicidades.

ALFREDO SANZOL: Gracias.

YO: Con las maletas hago un poco como la orquesta del Titanic cuando siguió tocando.

ALFREDO SANZOL: Cuidado, te estás disculpando.

YO: Nadie nos va a salvar del abismo, ni siquiera la frivolidad. Y en última instancia, creo sinceramente que uno debe avergonzarse de ser frívolo si no quiere ser cruel. Me parece una cuestión de educación. Pero es un consuelo serlo y sin duda hace el viaje más agradable. Por eso brindo por la exuberancia irracional.

ALFREDO SANZOL: Te estás escapando.

YO: My castle, my rules.

ALFREDO SANZOL: No has escrito el ejercicio que te pedí. Esta no es tu verdadera voz interior.

YO: De acuerdo: ayer tuve un sueño. Un autor de reconocido prestigio me obligaba a caminar en un escenario vacío cargado de bolsos delante de un público con gafas de 3D. Hacía tiempo que no me sentía tan humillado.

ALFREDO SANZOL: Eso te ayudará a escribir.

YO: Te repito que no tengo nada en contra de los bolsos.

ALFREDO SANZOL: En serio, gracias por el esfuerzo.

YO: Todo esfuerzo es una catástrofe.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El deshabillé

Porque si una prenda de vestir es una manera de ser, no hay nada mejor que estar vestido con un desvestido. También se les llama negligés, aunque suena más negligente (antes de peinarte, cuando preparas el desayuno), y saltos de cama, pero desde que bajaron la altura de estas, algunos deberían llamarse arrastros de cama.



lunes, 12 de diciembre de 2011

Cóctel del mes

Bull-shot

Es como la versión castiza del Bloody-Mary. Mi adorado Luis Escobar era muy aficionado a él y salía a comprar latas de consomé Campbell por los colmados de Calle Mayor para prepararlo. Hoy tiene más glamour utilizar consomé del Lhardy. Es ideal para rematar los días de vino y rosas...

1 parte de vodka
2 partes de consomé
1 golpe de jugo de limón
1 golpe de Salsa Perrins
1 golpe de tabasco
sal y pimienta

miércoles, 7 de diciembre de 2011

La semana más corta del año

Odio los acueductos: se me ha quedado la semana en nada. El martes era domingo y el miércoles ya es viernes, ya es viernes, ya es viernes...

Aquí os dejo a la mujer más modeeeeerna del planeta, bitches (la letra tiene perejiles).

lunes, 5 de diciembre de 2011

Otra lista de mis desvaríos

Baja

1. Pinchar en casa con vídeos. En un bar está bien, por si te aburres, pero en casa, cuantas menos pantallas, mejor.

2. Los anuncios de la tele que utilizan las asambleas tipo 15M o visionarios a lo Steve Jobs. Insoportables.

3. Los calzoncillos estampados: a veces sólo les falta el lazo para parecer un regalo de navidad. Hay que ser menos indulgentes con las pollas.

4. Madrugar: en estos tiempos de crisis, cuantas menos concesiones se hagan al mercado, mejor.

5. El adjetivo intelectual: definitivamente se han cumplido las previsiones de Ortega y se ha convertido en poco menos que un insulto.

6. La barba trivago: cuando ya la lleva todo el mundo, empieza a no llevarse. Las modas son así.

Sube

1. La conversación frívola, que con tanta pantallita cada vez se está perdiendo más.

2. Los adivinos y quirománticos: hay tal electricidad en el ambiente que es muy fácil acertar. El hecho de que nuestros antepasados hablen en inglés con Anne Germain es ya el colmo de la reforma educativa en el cielo.

3. Los calzoncillos blancos de toda la vida: seamos sinceros: llevar calzoncillos negros es un poco de guarros.

4. Los troncos para decorar la casa en invierno: no hace falta tener chimenea. Tú pon una pila de troncos de leña en un rincón y ya verás cómo dan calor sólo de verlos.

5. Decir que algo es de cuarta como algo positivo.

6. El mantón de manila en las fiestas de jardín: porque da unidad, casticismo y colorido. Eso sí, no arrimarlos mucho a las estufas.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Viernes noche en todo el universo

La recomendación musical del fin de semana viene de la mano de la respuesta francesa a Will Young, de triunfito reconvertido en estrella del pop (aquí supongo que sería Soraya). Os incluyo su nuevo single.



Y hablando de Poyeya, un vídeo de las Fellini en el último plan travesti, qué recuerdos!!!

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Un dios salvaje

Manuel Rodríguez Rivero comentaba en el último Babelia que, fascinado por “Un dios salvaje”, la película de Polanski, se dispuso a leer la obra de teatro de Yasmina Reza y que le dio bajón. “Que está bien que se publique teatro, pero leerlo cuando se ha visto a cuatro semidioses (sic) interpretándolo es como oír la descripción de un manjar cuando ya se ha degustado”.



Aparte de la poco afortunada metáfora culinaria, pues un manjar siempre es mejor cuando se describe a posteriori (la memoria gustativa es más volátil que un postre de cocina tecnoemocional: ahí está su gracia. Además, los que me conocen ya saben que soy de los que piensan que cualquier bocado, beso o tiempo pasado fue mejor; por eso me gustó tan poco “Midnight in Paris”, la última película de Allen, donde se defendía la tesis opuesta), hoy quiero romper una lanza a favor del teatro escrito. ¿Por qué? Básicamente porque te quitas de en medio a esa especie de ego-dioses-wannabe que son los actores. Que sí, que a veces están bien, pero en su gran mayoría, las obras de teatro están mejor sin ellos.

¿Por qué digo esto? Pues porque hice la operación inversa a la del crítico y me leí la obra de teatro antes de ver la película. Debo confesar que soy fans de Yasmina Reza, tanto que ya me cuidé de no ver la versión de Verdú-Sánchez-Gijón, por lo que de la obra sólo conocía la premisa: dos parejas que se reúnen para discutir una pelea entre sus hijos. Y parafraseando al crítico: está bien que se represente teatro, pero verlo en escena cuando ya lo has leído y te has creado tu propia imagen mental de la historia es como acostarse con un amor platónico (se llamaba Tonino y en su día llegué a decir que me había mudado a Málaga por él).

Lo explica Yasmina en la segunda línea de acotación: Nada de realismos. La primera parte de la obra es modélica, estilizada, una perfecta partida de ping pong en parejas. Luego todo se descompone y empieza una coreografía más parecida a una partida de pinball a cuatro bolas. Y la metáfora funciona porque es teatro: el único lugar donde puede llegar un tsunami sin necesidad de agua: te dicen que está entrando agua a borbotones y te lo crees.

La película, en cambio, está teñida de un realismo que lo desvirtúa todo. Los diálogos están calcados de la obra, que digo yo que Yasmina (que firma como co-guionista) se podía haber estirado un poco y haber añadido los 15 minutos que faltan para llegar al metraje medio. No hacía falta alargar la historia, sólo elaborar más los diálogos. La única diferencia en la puesta en escena es el velado homenaje que hace Polanski a “El ángel exterminador” de Buñuel que, teniendo además en cuenta su arresto domiciliario cuando la preparaba, resulta demasiado obvio. Lo demás: que te gusten más o menos los actores. Ya digo que a mí no me hicieron demasiada gracia: Foster queda más ridícula que frágil, C. Reilly más bonachón que hipócrita, Winslet más histérica que taimada y Waltz más malo plano que déspota cachondo.

(Sólo una pega a la obra de Yasmina: un niño homosexual que sufre un ataque homófobo en la escuela nunca sería el jefe de una pandilla).

martes, 22 de noviembre de 2011

Gimnasio en casa

Por favor, señores, José Ignacio ha creado un programa de seguimiento para hacer gimnasia en casa o en la calle. Podéis bajarlo de:

http://www.antakirasoftware.com/gymzilla/

Cariño, yo no sé por qué no lo llevas al O2 y se lo vendes para hacer el seguimiento de las tablas en sala, y de paso le pides trabajo de monitor/informático de sala. Dónde vas a estar tú mejor atendido que rodeao de músculos todo el santo día.

D.I.S.C.O. II

Claro que la original de Ottawan ya apuntaba maneras. Es de esos vídeos que te gustaría mandar al espacio exterior para que nos conozcan los extraterrestres.

lunes, 21 de noviembre de 2011

D.I.S.C.O

Bueno, para animar un poco la semana, que falta hace, la canción de las próximas fiestas, lo digo ya. Muero con la letra:

"I, I wrote some letters on a paper in your house
It had a meaning no one else could figure out

D is for doing what I want
I is for saying that I can’t
S is for somebody you’re not
C for don’t call me and
O is for oh no

D.I.S.C.O

I, I left my finger prints and skin my empty mind
It had a reason no one else can make me cry

D is for darling you’re so hot
I inside you break my heart
S for sometime when you’re around
C is for curious and
O is for oh my god

Disco I love you but cannot forgive you
I want to believe you but you’ve hurt me before
There’s no explanation for all this attention
I should be strong and not open the door"

domingo, 20 de noviembre de 2011

Postfeminismo for dummies

1. Hay que apostatar del género. ¿Por qué le interesa al Estado tenernos fichados como hombre o mujer? Si todos somos iguales en derechos y deberes, ¿qué le importa al estado qué tenemos entre las piernas o la talla de sujetador que utilizamos?

2. Nadie es hombre ni mujer. Hay días que te levantas sintiéndote Marilyn Monroe y otros que te acuestas como Clark Gable en su última etapa.

3. Nadie es homosexual, bisexual ni heterosexual. Cada uno es de su padre y de su madre en la cama. Poner etiquetas a lo que le gusta a cada uno necesitaría un sistema de clasificación más complicado que el que tenemos.

4. Todos somos un poco transexuales. Todos hemos nacido en un cuerpo equivocado. Llámalo anorexia, llámalo me haría un retoque en la nariz, llámalo una mijita de bótox, llámalo depilarse, llámalo alargamiento de pene.

5. Viva el dildo. Este mes regalan uno con la revista Sexologies. Qué arte. Es toda una metáfora de los tiempos que vienen. Como cuando Antonio Banderas le pone delante a su paciente la fila de dilatadores para que se vaya abriendo la vagina en “La piel que habito”. Sexologies nos regala un dildo a los españoles para que nos vayamos abriendo el culo, porque en los próximos años, la derecha nos va a dar por culo bien. Me voy a votar.



En Sexologies deberían haber regalado el dildo con la cara de Marianita como este de Obama.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Niñata

Tenessee Williams, en sus memorías, cuenta que "en algún rincón de mi interior vivía prisionera una muchachita, una especie de colegiala sonrojadiza" de esas que a una mirada ceñuda, se echaba a temblar.

A lo mejor es por eso por lo que James Franco, otra gran niñata, ha intentado invocarlo en una ouija esta semana.

Yo no creo que llegue a la ouija, pero lo tengo siempre muy presente, sobre todo los viernes por la noche.





jueves, 17 de noviembre de 2011

Mi termómetro personal

No sé si ha sido la fiebre de esta semana, pero ahí va:

Sube

1. El sábado es el nuevo jueves.

2. El vodka es el nuevo gintónic.

3. Escuchar la radio por Internet: RNE, BBC, AccuRadio.

4. Ver Internet en la televisión: algunos canales a la carta son un poco primitivos todavía, pero es algo que cambiará. Por favor, para animarse el día, FUNDAMENTAL, a partir del minuto 49:30 de este vídeo: http://www.canalsuralacarta.es/television/video/vuelve-a-disfrutar-de-se-llama-copla/9706/40

5. El eurobeat: cultura, cariño, cultura (¿para cuándo una televisión europea?). No tendríamos tantos problemas con la reserva de fondos y el banco central.



6. “Saul Bass”, de Jennifer Bass. Por fin un libro, publicado por su hija, sobre el gran diseñador americano, con más de 1400 ilustraciones.


Baja

1. La calidad del tabaco: ¿por qué se apagan últimamente los cigarrillos más de la cuenta? Por cierto, ¿por qué no han inventado un filtro definitivo con el que el tabaco no sea nocivo? ¿transplantamos caras y no podemos hacer que la nicotina se transforme en oxígeno cuando llega a los pulmones?

2. Los tatuajes con menos de 10 años, and you can tell.

3. Cambiar de opinión continuamente. Es lo que tiene el tuiteo. Lo último fue el caso de Strauss-Kahn: http://www.elboomeran.com/blog-post/79/11437/vicente-molina-foix/mylfs-y-cougars/.

4. El talento. Como decía Wilde: es terriblemente triste que dure más que la belleza.

5. Pretender estar al día de todo: ¿quiénes son las hermanas Kardashian?

6. Los restaurantes de cocina cruda: estarán muy de moda en Hollywood, pero se siente uno como si le hubiera invitado Cher a cenar en su casa. Y por favor: deberían poner un anuncio como en el cine antes de comer: Apaga siempre el móvil en las cenas, c’mon.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Negro, catalán y maricón

Desde que Tele5 formuló la pregunta existencialista del año, ¿qué preferirías que fuera tu hijo: negro, catalán o maricón?, estoy un poco deprimido. Al principio me hizo gracia, por aquello del que hablen de uno, aunque sea mal, pero con el tiempo he notado que el desaire me está haciendo mella. Lo que más me molesta de la pregunta, no es el clasismo disfrazado de racismo, los cómicos tintes de homofobia o el rechazo a la inmersión lingüística en Catalunya, sino que hablen de los tres adjetivos como si fueran atributos. Señores, uno no nace negro, catalán o maricón, uno se hace.

Mi trabajo me cuesta ponerme fuera de la sombrilla en verano con la canícula o salir en invierno a las terrazas a la mínima que sale el sol con el frío que hace para mantener este colorcito. Mi trabajo me cuesta ser catalán en Madrid: como decía el otro día mi adorada Anna Grau: es muy desagradable tener que aguantar la misma historia una y otra vez y que ni unos ni otros hagan nada para solucionarlo. Mi trabajo me cuesta maquillarme y elegir modelito todos los fines de semana. Como para que ahora vengan unos señores y echen por tierra todo ese esfuerzo dando por sentado que como te toque, te toque.

La respuesta del Hamlet de turno (uno de los chulazos de Hombres, mujeres y viceversa, un título la mar de travesti, por cierto) no puede ser más boba: yo, con tal de su felicidad... Cariño, a mí me ha costado tanto ser negro, catalán y maricón como a ti ponerte ese par de tetas y conseguir esa mirada bobina. Venga, hasta luego. Si además está clarísimo que toda España preferiría tener un hijo negro.

martes, 1 de noviembre de 2011

Por mí es por quien no rezan

Dorothy: How do you talk if you don't have a brain?
Scarecrow: Well, some people without brains do an awful lot of talking, don't they?

Ay, mon diu, como dice la Chenda (primero fue el prayforJapan, luego el prayforBisbal y ahora el prayforAdele: cariño, reza por ella, ahora que estás en el pueblo, en vez de tanta bicicleta estática), el año llega a su fin y “aquí nunca pasa nada”, como decía la hermana pequeña de Katherine Hepburn en Historias de Filadelfia. Y a mí se me acumulan los posts pendientes desde el verano.

1. Que sí, que me encantó “La piel que habito”, pero quiero volver a verla antes de emitir ningún juicio y llevo ya bajados 20 fakes, algunos de ellos pornos de lo más interesantes de travestis de tetas neumáticas y bien dotadas de rabo, pero no hay manera. Menuda es la Pedra con Internet. Después de la perra que cogió con las críticas en Nueva York, a ver si se da cuenta de que el pirateo es lo mejor que le puede pasar hoy día a una película. Lo que pierde en taquilla, lo gana en adeptos. Ya que eres rica, prima, no seas rácana.

2. Ni canta, ni baila ni puta gracia que tiene, pero no se la pierdan: “Yo lo que quiero es bailar”, el espectáculo que le ha escrito Josep Maria Pou a la Velasco (actualmente en el Teatro Goya de Barcelona; en gira a partir de abril de 2012). Fui con la Vil y a mí me emocionó mucho, me encantó el homenaje a Mari Carrillo, el punto Broadway y la historia del teatro en España contada por ella (y Pou) hace que uno se reconcilie con este país. En Bilbao y en Barcelona no ha tenido tanto éxito como en su estreno en Valladolid, pero es que es un espectáculo no apto para modernas. Yo creo que en provincias y Madrid irá mejor. Mucha mierda, Concha.

3. El titular de El País: “El vodka mató a Amy Winehouse”. El amarillismo llega al periódico emblema de la democracia. Lo hablábamos el otro día en una cena con Eva-no-otro-estúpido-bar-gay y Carlos-satanás-sal-de-mí: de coma etílico es difícil morirse, porque primero te duermes. Le tenía que haber preguntado a la Amy Winehouse zombie con la que me crucé anoche en Tribunal camino de su fiesta de Halloween.

4. La fiebre de salidas del armario: Jim Parsons, nuestro adorado Sheldon Cooper; Zachary Quinto, el malo de Heroes o el nuevo Spock de Star Treck; Rafa, el novio de Adolfo; y el cantante de The Drums, al que copié su modelito un par de posts atrás sin saber nada, que sale este mes en la revista Butt. Si el de la foto en la bañera hablando por teléfono levantara la cabeza.

5. Los vídeos de Victoria Abril que me ha mandado Chendo: imprescindibles el de Buenafuente (fácil de encontrar) cuando dice: “cultura, cariño, cultura” y “un chulazo como tú, ole” y el de la entrevista en su casa de París cuando dice “maaaaricón” a partir del minuto 1:35 de http://www.youtube.com/watch?v=Ms4nU9dD14Q. Que salga todo el que quiera del armario, pero por favor: que no se pierda el mariconismo. Animo desde aquí, para cubrir las bajas por normalización, a que las mujeres (y los hermanos de gays) salgan del armario como maricones mentales. Viva Victoria!!!

6. La vecina, que ha ganado el premio de la radio: muchas felicidades otra vez!! Todavía no lo hemos celebrado, Mar&Con.

Bueno, me voy al Vaticano (al váter), que estoy muy estreñida. Termino con unas palabras de Rossy en La Flor: “Por mí es por quien no reza”. Rezad, rezad, maricones…

viernes, 28 de octubre de 2011

Who's afraid of the big bad wolf?

Este vídeo me ha dejado turbado, que no perturbado, desde que lo vi hace unos días. No me lo puedo quitar de la cabeza, qué digo de la cabeza, de la polla. Si en vez de mujeres fueran hombres con los que ligan, sería el vídeo del año, por aquello de la crítica a la sexualidad masculina. Who's afraid of the big bad wolf?

miércoles, 26 de octubre de 2011

Somos guapos, pero tenemos la música

También estuvimos una noche bailando en los bajos del Chelsea Hotel (antes de que lo cerraran para convertirlo en apartamentos), ese al que Leonard le dedicó una de mis canciones favoritas. El dinero y la carne, no sólo tú los confundiste con el amor, Leonard. “Those were the reasons, and that was Madrid”.

A diferencia de Janis Joplin, yo he preferido toda mi vida a los hombres feos, pero con el último hice una excepción. Brindamos por los oprimidos por las leyes de la inteligencia: qué le vamos a hacer, somos guapos, pero tenemos la música. “We are beautiful, but we have the music”.

Cuando cambias las discotecas por las bibliotecas, no pretendes recordar todos los libros, como tampoco antes pretendías recordar todos los besos. Como diría Leonard, tampoco fue para tanto. “I don’t even think of you that often”.

martes, 18 de octubre de 2011

Spring Awakening

Hace poco más de dos años, aunque se siente como edades, que diría el traductor del google (it feels like ages), una noche de verano en Brooklyn, discutiendo con un mariquita local de música, acabamos hablando de musicales. Recuerdo que yo le dije que quería ir a a ver South Pacific, porque había visto la película por aquellas fechas, y Wicked, que había leído que estaba muy bien, mientras él me convencía, entre otras cosas, para que fuera a ver Spring Awakening. Al final no fui a ninguno. Habríamos tenido que convertirnos Adolfo, Pepe y yo en neutrinos e ir a una velocidad mayor que la luz para además haber ido al teatro (véase el schedule que teníamos en la entrada del 24 de agosto de 2008 de este blog).

Spring Awakening es una adaptación musical de la obra del mismo título de Frank Wedekind sobre la educación sexual de un grupo de chicos en la Alemania de finales del XIX. Los protagonistas en Broadway fueron mis adorados Lea Michelle y Jonathan Groff (que dos años más tarde se volverían a encontrar en Glee). El escenario es bastante sencillo, sin muchos aspavientos, con la banda de rock al fondo del escenario y sin grandes números de baile, pero son ese carácter intimista y una puesta en escena muy medida los que hacen que entres en la historia y la disfrutes.

Anoche, cuando por fin vi el musical, una copia grabada piratamente cámara en mano, me sentí un poco como el neutrino que llega tarde a rebatir la teoría de la relatividad. La física nunca fue lo mío. Eso sí, me emocioné igual, sobre todo cuando el pirata bajaba la cámara entre escena y escena para aplaudir.

sábado, 15 de octubre de 2011

Raúl Micó

El descubrimiento de la semana es Raúl Micó, que acaba de estrenar un disco de versiones flamencas de canciones pop. No sé por qué no se hacen más discos así. Los últimos fueron el “Territorio flamenco” y la banda sonora de “Por qué se frotan las patitas”.

Raúl es de Villena y tiene un timbre muy camaroniano. Mis favoritas son la versión del “Romance de Curro El Palmo” de Serrat, “Siempre me quedará” de Bebe, “Al calor del amor en un bar” de Caligari o “La chispa adecuada” de Héroes, que casualmente no se encuentran en yutub. Sí he encontrado estas de Los Secretos, Amaral.

Encima, está buenísimo.



domingo, 9 de octubre de 2011

Nobody puts Alba in a corner

No sé cuántas veces habrá visto Dirty Dancing, pero estoy seguro de que es una de las películas favoritas de Cayetana y que el otro día su Alfonso/Patrick Swayze le dijo aquello de "Nobody puts baby in a corner", porque esa forma de vigilar por detrás para que no se cayera mientras se arrancaba a bailar descalza me recordó al famoso salto del final de la película. Qué arrrrrrrrrrrrrte de mujer.

sábado, 8 de octubre de 2011

Lo retro según John Waters

En septiembre vino John Waters a Madrid a hacer el monlógo que lleva cinco años presentando en todo el mundo (hicieron una película sobre la gira en 2006: This Filthy World) y en el Teatro Lara se reunieron todos sus fans a rendirle pleitesía. Waters tiene 65 años y, aunque se conserva muy bien, sabe que a su edad todo empieza a ser muy retro.

Tomar drogas, por ejemplo. Alguien que ha vivido el auge y la caída de las distintas drogas de los últimos 50 años puede reírse de casi todo. Ahora dice que sólo toma poppers. Sobre las demás: “El éxtasis, una droga que hace que ames a todo el mundo: ¿quién puede desear algo así?” “La salvia, que tiene tan enganchada a Miley Cyrus, es un alucinógeno que provoca 3 minutos de risas descontroladas, rollo poppers, pero luego tiene efectos secundarios de misticismo: venga, hasta luego”.

Lo políticamente incorrecto también empieza a ser retro. “¿Por qué los gays ya no pueden hacer de malos en las películas? Yo los echo de menos”. “Susan Sontag se pasaba las horas mirándose el coño y masturbándose esperando que le respondiera. Su coño nunca le contestó”. “El otro día vi un oso vestido de leather con un carrito llevando a una niña subnormal. No puedo con la maternidad en los gays.” “Yo no estoy a favor del matrimonio, pero si los gays quieren casarse, que les dejen”. “Si los heteros creen que el matrimonio es su exclusividad, deberíamos prohibir el divorcio herero”.

Incluso la provocación se ha vuelto algo retro, sino retrógrado. Ahí tenéis, por ejemplo, el programa de Jackass de la MTV, donde Divine comiendo mierda quedaría hasta fino. Waters lo intenta, no por epatar, sino porque en el fondo le encanta el retro (si no, a qué esa chaqueta que lleva). Así nos habla de los concursos de blossoms (ojetes) después de un fist-fucking (y yo sé de una amiga que estaría encantada de participar). De dejar un doble-decker (un moñigo encima de la cisterna) en el baño de la Asociación de cine americana como protesta a la calificación de las películas.

Aún así, hay que reconocerle que está al día de lo que es ser un marica de principios de siglo: se declara fan absoluto de Justin Bieber, de películas como Piraña 3D o Destino Final 5, aunque su director favorito sea, cómo no, Almodóvar. También propuso hacer una secuela delirante de El mago de Oz, con Dorothy ralladísima en la granja a su vuelta.

Luego tuvo perlas varias a modo de bolas chinas:

- Bares de heteros donde, en vez de drags, los hombres hicieran imitaciones de Sylvester Stallone en el escenario.
- “Los delincuentes juveniles hoy día son los hackers: no tienen ningún sentido de la moda, sólo una mala postura de espalda”.
- “¿Sabéis que es un blouse? A femenine top?” O sea, un activo con pluma. Aquí el traductor debió cagarse en su madre.
- “Ya no hay ladillas porque todo el mundo va depiladísimo. Tengo yo más pelo en mi mostacho que la mayoría de mujeres ahí abajo”.

En fin, que también habló de sus películas, contando anécdotas y chascarrillos. Luego llegó el turno de preguntas, bastante soso. Yo me quedé con ganas de preguntarle por John Galliano, pero entonces me di cuenta de que hablar de Galiano a estas alturas también empieza a ser algo retro.

viernes, 7 de octubre de 2011

Nadie es perfecto

Por fin es viernes en todo el universo y, para celebrarlo, os dejo una canción de la Jessie que adoro. Si le cambias el primer verso y en vez de decir "When I'm nervous" dices "When I score" (Cuando me meto), es toda una declaración sobre los problemas de la cocaína en la pareja, que es de lo que realmente habla.

When I'm nervous I have this thing yeah I talk too much
Sometimes I just can't shut the hell up
It's like I need to tell someone anyone who'll listen
And that's where I seem to fuck up, yeah
I forget about the consequences, for a minute there I lose my senses
And in the heat of the moment my mouth's starts going the words start flowing

But I never meant to hurt you, I know it's time that I learnt to
Treat the people I love like I wanna be loved
This is a lesson learnt , I hate that I let you down and I feel so bad about it
I guess karma comes back around cause now I'm the one that's hurting yeah
And I hate that I made you think that the trust we had is broken
So don't tell me you can't forgive me
Cause nobody's perfect, no, no, no, no, no, no, no, nobodys perfect


If I could turn back the hands of time
I swear I never wanna cross that line
I should of kept it between us but no I went and told the whole world how I feel and oh
So I sit and I realise with these tears falling from my eyes
I gotta change if I wanna keep you forever
Promise that I'm gonna try

But I never meant to hurt you, I know it's time that I learn to
Treat the people I love like I wanna be loved
This is a lesson learnt and I hate that I let you down and I feel so bad about it


jueves, 29 de septiembre de 2011

Friends with Benefits

La sorpresa de la reentré, sin lugar a dudas. Empieza con una premisa típicamente heterosexual, que pusieron de moda las denostadas chicas de Sexo en Nueva York: las follamigas. Y conste que lo digo así, en femenino, porque el follamigo no existe: todo hombre, por definición, es un follamigo (está dispuesto a follar y quedar tan amigos). Las mujeres que creen que están cansadas de buscar al príncipe azul, llega un momento en su vida en que se engañan a sí mismas y creen que pueden follar con alguien sin implicarse emocionalmente (no digo que estén negadas para ello, sino que si el polvo está bien y el chico encima es un encanto, la sombra del príncipe azul siempre volverá a aparecer).

Es lo que le ocurre a Mila Kunis. Está harta de relaciones tóxicas que no van a ninguna parte. Hombres que buscan mujeres de encefalograma plano que no den complicaciones. Tipos que la dejan sin ningún motivo aparente. Hombres que te dicen que eres Cádiz perfecta (por un error del whatsapp), pero que no quieren seguir contigo. Oooops.

Y entonces un día conoce a Justin Timberlake, ese cruce de Paul Newman y Peter Pan (un actor en la treintena que todavía no ha hecho una película de acción!!!), y deciden probar a follar como el que juega al tenis. Venga, hasta luego, Mila.

A partir de ahí, la película cambia y pasa a hablar de uno de los temas que menos se ha tratado en el cine del siglo XX: la frontera entre la amistad y el amor.

Todo ello envuelto en un papel de seda de comedia romántica al uso ambientada en Nueva York (no puedo con el discurso de superioridad de los habitantes de esa ciudad: no es para tanto!!!), con el obligado viaje a LA y los chistes correspondientes, muchos temazos de moda, la aplicación del iphone para ver si las chicas tienen la regla, flash-mobs en Times Square y Central Station, chistes homófobos protagonizados por un Woody Harrelson que hace de periodista de deportes gay, un poco de metacomedia romántica con los gags de Jason Segel, un poco de azúcar con el padre con Alzheimer, Mila Kunis hablando de sus complejos físicos (helloooooooou!!) y Bryan Greenber, al que ADOOOOOORO.

Aquí os dejo mi escena favorita. ¿Quién no se enamora de Justin haciendo el número de Kriss Kross? ¿O es que no estoy curada?

(PD: Artista antes conocida como la Prima, no te perdono lo que me has dicho hoy al teléfono de que Justin es mal actor hasta en el cartel de la película. Te odio).

lunes, 26 de septiembre de 2011

Monseñor, el anillo

Relato de verano

5.

Lunes, 15-08-2011, 23:30

Bajo una luna de lo más flamenca, apoyada en el quicio de mi ventana, contemplaba los tejados de la ciudad mientras repasaba todas las emes de Madrid: de maldad, de mácula, de mariconeo, de miedo, de mediocridad, de me va la marcha, de maltrato, de mentira, de mortificación, de mamarrachos, de manoseado, de mórbida, de manipulación, de exmaridos, de masoquismo, de mendaz, de madurez, de maldición, de marranos, de malgastar, de malogrado, de inmoral, de mamarla, de mezquindad, de malversación, de mamporrero, de manga por hombro, de monólogo, de mujer… No puedo seguir con estos chacras, me dije mientras me dirigía a la cocina, abría la nevera, me hacía un sándwich con mayonesa y marcaba el número de otra gran-gran amiga mía, así, todo a la vez. “¿Qué estás, comiendo ya?” Ella, que con una tacita de manzanilla ya está cenada. “Cariño, como diría Terenci: de vez en cuando el alma tiene que dar una tregua al cuerpo”. “¿Qué te cuentas?” “Me siento María del Monte manca en este Madrid lleno de peregrinos. ¿Por qué nadie me coge de la mano?” “Ya será menos, Modesty”. La Pepa nunca me cree cuando me quejo, en eso es como mi madre, que piensa que estoy siempre de fiesta en fiesta. “No te puedes imaginar cómo está la ciudad, ayer salimos después de la misa de Rouco y no ligué nada”. “El Papa es veneno para la ladilla”. “Supongo que tienes razón. Pero bueno, te llamaba porque estoy en pleno writer’s block. No sé si es que no quiero, no puedo, no me atrevo, no me dejan, no sé terminar esta historia”. “No es tan complicado: al Papa lo que es del Papa”. Qué pico tiene La Pepa.

Martes, 16-08-2011, 11:50

Como todavía me quedaba dinero de la misión, decidí irme a Serrano a hacer un poco de dispendio. Para estas cosas, soy de la opinión de Santo Tomás: todos los pecados del hombre provienen de una cosa: la soberbia. Y no hay nada mejor para acabar con la soberbia de una que entrar en Prada. Ese olor. Se me pone el vello de punta mientras escribo esto nada más de recordarlo. Sólo hay que pasar la mano con tiento por las telas, dejar que la música te embriague, descalzarse un pie y sentir el tacto de la moqueta, mover la cabeza a un lado y a otro para no perder detalle, pero sobre todo, no mirar a los espejos. Existe la leyenda entre las maricas de que si te encuentras con tus ojos reflejados en un espejo en Prada, te vuelves una estatua de piedra. Yo no soy supersticioso, pero… “Maricón, ayúdame, tengo un pesado en el probador que me acaba de hacer la paloma”. Era Chuchi, el dependiente de Prada, aspirante a actor. Para los que no estén familiarizados con el origami genital o el arte de hacer formas, generalmente de aves, con tus genitales, La paloma es una figura que se consigue apretando el escroto hacia arriba hasta que forma algo parecido al pecho hinchado de una paloma, con el prepucio haciendo las veces de pico. “¿Y qué hago?” “Tú pruébate algo, que así me pongo contigo y se va” “Pero si yo sólo quería unos zapatos…” “Calla y pruébate estos pantalones”. En el probador, de espaldas al espejo, vayamos a tonterías, empecé a probarme los pantalones, cuando entre las cortinas llegué a vislumbrar al caballero que salía del probador de al lado. Ciertamente se había mosqueado con mi intrusión porque casi le tiró a Chuchi las perchas de lo que se había probado. Salí del probador y entonces se volvió. En cuanto vio que lo reconocí, se dio media vuelta y salió corriendo. “Nena, pero si era el sucesor de Pedro”. “Qué dices, mi Almodóvar todavía no tiene quien le tosa en este país”, replicó Chuchi. “Pedro el apóstol, censo”. “¿Quién?” “El siervo de los siervos, el vicario de Cristo, el obispo de Roma, el Santo Padre, el Sumo Pontítice, el infalible, Mary Poppins, La Chupetes…” “¡Ratzinger!, pero si no llega hasta el jueves”. “Creéme, Chuchi, llevo tanto sin follar que los demás sentidos se me han agudizado, y todos me gritaban que era su santidad”. “Pues tiene una forma algo tosca de explicar el Espíritu Santo”.

Miércoles, 17-08-2011, 19:00

Por fin llegó el día de la manifestación laica. Allí estábamos casi todas, porque aunque seamos travestis, cada una es de su padre y de su madre: La Mandun, que ya no puede decir en público que a ella no se le caen los anillos; La Vecina, que se había pasado toda la noche cosiéndose un modelito ad hoc (ella, en cuanto huele a cámara, saca la aguja y el hilo); La Vil, ensayando los pasos del baile de Rubalcaba que le había enseñado La Mandun; Cara Bonita, famosa en el Madrid de los osos sin madroños, que en cuanto ve la posibilidad de encontrarse con un ex, se pone el chaleco bomba y coge un AVE volando… Hacía un calor de justicia en Tirso, tanto que muchos muchachos empezaron a quitarse la camiseta. Yo muy laica no soy, quiero decir que, si pudiera casarme por la iglesia, estaría con La Balnearios jugando al tute en lugar de gritando consignas ateas, pero con lo a poco que me supo el día del Orgullo este año por culpa de los recortes de la Bodega, empecé a animarme. Después de que casi me saltara un ojo un chulazo perro flauta con su pezón, ya estaba en vena: “Mejor perro flauta que Pastor Alemán, mejor perro flauta que Pastor Alemán”. La Vil no daba crédito. Echamos a andar entre los manifestantes hasta que encontramos un grupo de lesbianas vestidas de monjas que eran las que tenían las mejores consignas: “Menos rosarios y más bolas chinas”, “El Papa no nos deja comernos las almejas”. Alguien me tapó los ojos desde atrás y gritó: “Iuuuuuujuuuuuuu”. Era Lo Piu, que estaba con Paqui Cuerpo de Letra y La Chen, las tres vestidas de monja. “Pero bueno…” Repartimos besos de gran-gran amiga y nos pusimos al día. “Tú estás puesta, maricón”, le dije en cuanto le vi las pupilas. Las pupilas eran Paqui y Chen dando vueltas alrededor de lo Piu cantando el equis-uve-palito. “Nena, hemos pillado unas pastillas de berenjena del diablo, hierba hedionda, higuera del infierno, burladora, mata del infierno…” “Herba do morto”, gritó la Chen, que con el ciego era una extraña mezcla de Adele y Regina Do Santos. “De la mort, de la mort”, se desgañitaba Paqui, haciendo los coros. "Bueno, pero sólo un cuartito". Lo siguiente que recuerdo eran unos policías guapísimos corriendo detrás nuestra moliéndonos a palos en la Plaza del Ángel, y nosotras encantadas. “Destroy me, invincible”, gritaba Paqui mientras dos la cosían a patadas. “I know you want me”, cantaba Lo Piu a un madero con cara de Pitbull antes de que lo estampara en el suelo. “Me han roto una costilla y me acabo de enamorar”, exclamaba La Chen loca de placer. Seis horas más tarde me desperté en la comisaría de Leganitos con el anillo de su Santidad en el culo y tantos moratones que parecía un obispo. Claro que Lo Piu, Paqui y Chen no despertaron hasta cuatro días más tarde, en lo que creyeron una rave con visos de aquelarre, hasta que preguntaron a los legionarios que las llevaban atadas del cuello como a perras y descubrieron que estaban en la vigilia del aeródromo de Cuatro Vientos, con el rostro de algo que una vez fue hermoso y ahora está violado debajo de un puente.

Jueves, 18-08-2011, 16:30

Por fin llegó el día de la entrega. El dependiente de la tienda de la Benarronchas era de esos hombres que cree que su polla es la solución al hambre en el mundo y por supuesto me enamoré ad infinitum. Le pregunté por Elena mientras le acariciaba la seda de su corbata a la vez que esbozaba una sonrisa picarona, un gesto que nunca falla. Me dijo que pasara a la trastienda y cuando lo tuve de espaldas aproveché para cogerle el culo. Lo tenía en el bote. “Estás hecho un cristo, Modesto”, me dijo con pitorreo la Benarronchas. “Espero que hayas desinfectado bien el anillo, después de tanto trasiego”. “¿A qué te refieres?” “Modesto, quién crees que le dio permiso a la monja del Cascorro para que entrarais en el convento, quién pagó tu fianza anoche…” “A fuer de ser sincero, he de decir que ya tenía ganas de perderlo de vista. Como al pequeño Frodo, sólo me ha traído problemas desde que lo encontré. Este anillo está maldito”. “ZP me ha dicho que te diera las gracias en su nombre. Mañana tiene una reunión por la tarde con Ratizinger en la Moncloa, momento en el que le hará entrega del anillo. Me ha dado una entrada preferente para el Via Crucis de mañana para ti. Puedes llevar un plus one”. “¿Te puedo pedir un favor? Dale la tarde libre a tu dependiente.” “No sé cómo te queda cuerpo, con la de hematomas que tienes”. “Siempre tuve una fantasía erótica con la escena del polvo de Antonio Banderas y Victoria Abril en Átame”. “Es todo tuyo. Por cierto, me han dicho que si te echas trombocid en la polla aguantas más”. “Y yo he oído que mezclado con thiomucase es buenísimo para la celulitis”.

Viernes, 19-08-2011, 20:30

Ver procesiones de semana santa en pleno agosto en la Calle Alcalá en realidad es algo muy Madrid. La Vil y yo nos pusimos la mantilla y nos plantamos en la tribuna de los nobles y personalidades ilustres. Allí estaba la plana mayor del PP. Dos filas más adelante teníamos a la mismísima Bodega con su familia, sentada al lado del Cardenal Varela. Lo cierto es que se respiraba un aire especial. Cuando llegó el Papa con su cohorte de guardaespaldas, todos nos levantamos. Me fijé y su Santidad lucía el anillo. No fui el único en darme cuenta. La Bodega se inclinó hacia Rouco y pude leerle los labios: “Monseñor, el anillo”. Rouco se volvió hacia atrás y me dirigió una mirada que a una mujer con menos mundo que yo hubiera matado. Empezaron a pasar los tronos. Yo muy católica no soy, pero hay que admitir que cuando se ponen, saben montar un sarao. Todo precioso: la Santa Cena de Salzillo, con esa paleta de colores; el Prendimiento de Málaga, qué recuerdos; el Cristo de Medinaceli, del que es tan devoto Fabio McNamara; el Despojado de Granada, del que es tan devoto la Mandun; el Cristo de la Buena Muerte de Málaga, con los legionarios; la Virgen de Regla, patrona de las bolleras sevillanas. Antes de que terminara, la Vil ya se había ido detrás de los mingitorios con uno de los guardaespaldas del Papa, así que no estuvo presente cuando encajaron todas las piezas del puzle. Cuando se levantó la familia Aznarín, cuál fue mi sorpresa al descubrir que uno de los hijos de la Bodega era el DJ del People’s Lounge de Barcelona. Se acercó y me dijo: “Ahora sí me recuerdas, ¿no?” Tenía razón, fue una noche hace años en la Boîte y luego en mi casa. Cómo podía haberlo olvidado. “¿Por qué lo has hecho?” “Porque no puedo con mi madre. Ahora vivo en Barcelona, para no tener que aguantarla, aunque sigo viniendo algún finde que otro. En una de mi visitas descubrí su plan con Rouco, así que fue fácil adelantarme”. Me hubiera gustado invitarle a tomar unas copas y recordar viejos tiempos, pero sabía que lo nuestro era otro amor imposible. No hacía falta que llegara la Bodega con su cara de rape avinagrao para recordármelo. “No me gusta que hables con mujeres como ella”. Ni siquiera se esforzó en susurrárselo para que no la oyera. “Anita, yo no soy ninguna mujer. Mujer tú, mujer ella (dije señalando a la Cospedal que me miraba asustada), mujer mi madre que me ha parío. Pero yo no soy ninguna mujer, yo soy un pedazo de maricón”. Le estampé un beso en los morros a su hijo y me volví muy digna a buscar a la Vil que volvía de sus oraciones. "Cariño, el verano que viene tenemos que ir al Vaticano de vacaciones. Vincenzo me ha dado su número para que lo llamemos. Me ha dicho que nos hará de guía". "No tienes jartura. Anda, vámonos al Del Diego, que necesito una copa".

Fin

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Monseñor, el anillo

Relato de verano

4.

Todo artista sabe cuándo llega al límite de su creatividad. A mí me llegó en una cena con La Mandonguilla fuera de la ficción de esta historia en la que la pobre todavía no sabía que se había tragado el anillo del Santo Padre, aunque en el espacio-tiempo del relato lo llevaba dentro, como Mia Farrow en La semilla del diablo. La verdad es que no sé como Cassavettes se aguantaba la risa cuando pensaba lo que le había hecho a la pobre Mia porque a mí, cuando íbamos por la segunda botella de vino, empezó a darme una risita nerviosa de no te menees cada vez que pensaba en la metaficción de lo que llevaba dentro.

Pero volvamos a la historia. Ya digo que, creativamente, a partir de aquí todo es cuesta abajo, sobre todo para La Mandonguilla: una lenta cuesta abajo intestinal.

La Pachá volvió tan ancha de comer churros porque ella lo único que tocó de la nevera cuando volvió de marcha eran unos restos de polvo de espárragos que utilizó para hacerse un nevadito. A La Balnearios tuvimos que reanimarla con una botellita de Agua del Carmen que tengo en la mesilla de noche para cuando me paso con el poppers y podemos decir que se salvó por los cuernos: los cuernos de cruasán que era lo único que juraba y perjuraba que había probado, y el anillo, le aclaré, no cabía en ningún cuerno. Así que, por eliminación, sólo quedaba La Mandonguilla, aunque como es atea y fan de Rubalcaba, tampoco se impresionó demasiado. Ni siquiera quiso ir al médico. “Esto lo bajamos con unos cócteles y la mantequilla de unos cuantos cruasanes más”. Menos mal que todavía faltaban tres días para la entrega.

Por la tarde organizamos una “Fiesta Maravilla” en casa. Hicimos unos cócteles mediterranis (la receta es de Sergi Arola: a modo de mohito, albahaca, azúcar moreno, zumo de limón, Gin Mare, Blue Curaçao, Fever Tree) y nos hinchamos de cruasanes escuchando a Merche. Eran las fiestas de Chuecatina, también conocidas como la verbena de la Paloma, así que nos pusimos el pañuelo y la flor y nos fuimos para allá a hacer otro remake de “El Balcón de la Luna” como cada año: “pa nosotras las andaluzas, una amiga es sagrá”. Por el camino nos encontramos con los primeros peregrinos que llegaban a la JMJ y con los futboleros que volvían del Bernabeu de ver el Madrid-Barça. La ciudad ardía en fiestas.

En el Atril estaba el todo Madrid. Nos encontramos con La Vecina y su hermana, que venían de decirle guarra a la Bodega en la procesión de la Paloma. Justo esa tarde me había llamado uno de la secta (que es como se llama en el PP a la sección de Gallardo) para contarme que el alcalde casi le había pasado el bastón a la Bodega cuando le dijo que se fuera acostumbrando. “Pues eso, que se vaya acostumbrando porque yo le he gritado de todo”, dijo La Vecina, amén de gran-gran amiga mía. “Por cierto, Modesto, tengo una sorpresa directamente de Polonia”. Por un momento pensé que sería alguna de mis promesas del este, pero fue aún mayor la sorpresa cuando aparecieron comiendo pipas La Vil con La Light, que se habían venido a ver el Madrid-Barça. La Light venía muy disgustada porque al Madrid le habían robado el partido. “Tito”, le dije, porque además de ligera es sangre de mi sangre, “anímate, cariño, que seguro que aquí ligas con algún hombre que sepa apreciar tus carnes” (digamos que la llaman La Light no sólo porque trabaja en Coca-Cola, que también). La Vil, que llevaba un rato disimulando su alegría culé, aprovechó la reunión familiar para marcarse un chotis con La Balnearios; yo dejé a mi tío en la barra y me lancé a unas sevillanas nada modestas con el dueño del Atril; y la Mandonguilla, aunque está muy casada, no se contuvo de sacar a un jovencito de Cádiz del 15-M a bailar los pajaritos, mientras le explicaba que en los States le llamaban el baile del pollito. Somos una raza de travestis por lo natural bailonga. ¿Y la Pachá? Otra vez se había perdido.

Después de cinco gintónics, me acerqué a la Mandonguilla y le dije: “¿Y si toda la historia del Papa no es más que un sueño que tuve en la piscina y un delirio posterior provocado por el consumo de estupefacientes en Barcelona?”, a lo que ella, que para algo es profesora, contestó dándome una colleja: “Lee la Biblia: el Papa es infalible, está exento de error, vamos, para que lo entiendas, que es como Mary Poppins, prácticamente perfecto en todo. Así que la historia sólo puede ser cierta. Además, maricón, si fuera mentira, no me dolería tanto la barriga”. “¿Cómo, que estamos de parto?” “Acompáñame al baño”. “Cariño, los baños de aquí son como los de Trainspotting, tenemos que buscar un sitio más limpio”.

Salimos corriendo sin despedirnos ni nada en busca de un taxi. La Calle Toledo estaba cortada por las fiestas, así que era imposible. De repente me acordé de un convento que había al lado del Cascorro. “Vamos, corre”. “Si no puedo…” Me adelanté yo para comprobar que estaba abierto. Efectivamente, formaba parte de los centros de acogida de los peregrinos de la JMJ. Lo difícil iba ser hacernos pasar por adolescentes con las pintas de putones que llevábamos. “Hermana”, le dije a la monja que había en la puerta “no la voy a engañar, nosotras somos mujeres de vida alegre, demasiado alegre, si me aprieta, pero para apretón el que tiene aquí mi amiga. Déjenos pasar si quiere hacerle un favor a la iglesia. Mejor no se lo explico, de verdad que no quiere saberlo, pero créame si le digo que para mí el Papa es como Mary Poppins, y si no me cree, rece a Dios y pregúntele, que ya verá como nos deja”. La monja se volvió, miró al cielo y, cuando ya pensaba que nos iba a echar a latigazo limpio, como Cristo a los mercaderes del tempo, dijo: “Pasad, el baño está al fondo a la derecha”. Antes de que terminara la frase, La Mandonguilla ya se había santiguado y estaba dentro del convento. “Hermana, ¿no tendrá usted unos guantes de cocina, no?”

Cuando volvimos al Atril la música había acabado. Yo propuse ir al Why Not?, pero La Mandonguilla me miró con ojos de asesina. La Balnearios me explicó que se había quedado con el disgusto puesto cuando nos vio salir corriendo, porque vale que el anillo hubiera pasado por un concurso de culos, pero dos… La Vil y La Light me miraron con cara de cuándo vas a madurar y La Vecina hacía rato que se había ido porque madrugaba al día siguiente. De repente, noté que no estaba el horno para brioches… me sentí como un niño cuando suena la sirena del fin del recreo. Me senté en el suelo para verlo todo a la altura con la que veía las cosas de pequeña. No es que los niños y los borrachos digan siempre la verdad, es que, como en los dibujos de Mary Poppins, sólo pueden ver en dos dimensiones.

“¿Por qué no vamos a comer algo?”, propuso La Mandonguilla. “Es inaudito que suene más alto un estómago vacío que un corazón triste. Lluïsa Cunille”, respondí. “Qué pesada estás con las citas”, dijeron todas a la vez.

Por lo menos tenía el anillo y ya sólo quedaba un capítulo.

domingo, 28 de agosto de 2011

Monseñor, el anillo

Relato de verano

3.

Antes de abandonar Barcelona, recibí un telegrama de las tres travestis mosqueteras desde Granada anunciándome que subirían a Madrid para escoltarme en la entrega del anillo. A buenas horas, mangas verdes y abullonadas. Las mosqueteras, siempre que huelen una entrega de medallas…

Telegrama, dirán, menuda antigua. No soy yo mujer de móvil, siempre uso el de de las demás. Al principio sí tenía, cuando parecían walkie talkies y podías utilizarlos a modo de ladrillo en el bolso si te atacaba algún chulo en un callejón. Luego los han hecho tan pequeños, que te hacen las manos muy grandes y se te nota el pescao. A La Brioche no la verán con un i-phone en la mano. En cuanto al Facebook, digamos que considero que las redes sociales son demasiado democráticas.

Ya hablé antes de las travestis mosqueteras, pero mejor me explayo, que luego me acusan de críptica (las mismas que van diciendo por ahí que no tengo Facebook porque no soy fotogénica: y no apunto a nadie, tú sabes muy bien quién eres, guapa de cara). La Pachá es mi amiga más antigua, y no lo digo por echarle años, que no los aparenta, lo suyo más que un pacto con el diablo es una imprimación epoxi. Como a Rubalcaba, a mí no me duelen prendas en reconocer los méritos de la competencia, sobre todo cuando sé por su hermana (la artista antes conocida como La Prima) que sólo usa cosméticos del Mercadona, lo cual sumado a su pelucón a lo Rosa Díez, hacen que obre el milagro cada vez que los porteros la dejan entrar en Pachá, su templo por antonomasia. La Mandonguilla es harina de otro costal, y no lo digo porque esté estropeada, otra que tal baila (más que un conejito de Duracell, si no a qué el tipazo que ha conseguido, ella, “que en el colegio era una albondiguilla”), sino por lo que le gusta la harina, no sé si me entienden (pun intended). En términos papistas, podríamos decir que tiene la bonhomía de Juan Pablo con ese punto picarón que gasta Benedicto en sus noches locas y el culo inquieto del Papa Peregrino. La última, y no por ello la peor, La Balnearios: básicamente sevillana. Es la más señora de las tres, y lo digo en el buen sentido, no sólo por lo estiradísima que está, sino por su afición a las mantillas y los mantones de manila. A su lado, Cospedal en el Corpus es una indignada de la Puerta del Sol. Y que conste que no comento nada de esto con ánimo de zaherir: cuando una travesti critica a otra travesti, es como si se criticara a sí misma.

“¿Dónde vais tan puestas?” fue lo primero que les dije nada más pisar Atocha. Las tres hijas de puta se habían puesto de tiros largos para dejarme a la altura del betún. Menos mal que antes de llegar, me había pasado por el baño del AVE a cambiarme de modelito como hacía Lauren Bacall en “Mi desconfiada esposa” antes de llegar a Nueva York ante los ojos atónitos de un Gregory Peck mejor afeitado que cualquiera de las mosqueteras. “Acompañadme a casa que me cambie, que no puedo ir al Thyssen de esta guisa”. Siempre que nos reunimos, lo primero que hacemos es ir a la terraza del Thyssen a contarnos lo estupendas que estamos. El Thyssen es como nuestro Tiffany’s: un lugar donde no puede pasar nada malo y la prueba fehaciente de que nunca es tarde para encontrar un barón.

Después de cambiarme de nuevo, cogimos un taxi al Paseo del Prado y pasamos por el dispositivo que estaban montando para la llegada del Vicario de Cristo en la plaza de la Cibeles. La carta del restaurante del Thyssen no es nada del otro mundo, pero como en las obras de Chéjov, en toda comida de travestis lo mejor es siempre la sobremesa. Empezamos comentando el nuevo chulo de Armani y terminamos hablando de literatura hispanoamericana. La Mandonguilla metió la pata cuando confesó que no conocía a la Bolaño. Va por ahí dándoselas de lingüista de reconocido prestigio, aunque al prestigio de su lengua le cabe una ristra entera de adjetivos. Y no lo digo como reproche, porque cuando una travesti le reprocha algo a otra travesti es como si se lo reprochara a sí misma. Nosotras somos conscientes de que el nuevo siglo se nos ha echado encima como un tsunami, pero bastante tenemos todas las mañanas con recomponernos el careto como para encima tener que estar al día de los últimos booms literarios.

Del Thyssen nos fuimos al mercado de San Antón, el mercado de las marricas (así, con dos erres) de Chueca, donde quedamos con mi hermano para tomar algo en la terraza. Tuvimos suerte de encontrar mesa, porque de todos es sabido que en Madrid, cualquier cosa que huela a mariconeo es una merienda de negros. “No sé si os lo he contado”, empecé a explicar a las periféricas para que se sintieran un poquito más provincianas, “pero si en Barcelona están de moda los restaurantes clandestinos, con nombres tan imaginativos cómo el Chi-Tón o el Don’t Tell, en Madrid la tendencia va más hacia el modelo del chef privado en casa ajena o propia”. La Mandonguilla, que es más larga que ancha, lo pilló al vuelo y empezó a trabajarse la entrepierna mental de mi hermano: “Yo compro unos carabineros, que todavía saliveo cuando recuerdo el Bloody Mary de carabineros que nos hizo Juan Carlos en Nochevieja hace dos años”. Mi hermano, más ancho que Pepe el Romano, aceptó el envite, así que todas cerramos el abanico y nos bajamos al mercado a avituallarnos para la noche cantando el “Kusha las payas” de Las Ketchup. Todas menos La Pachá, que iba protestando: “Que luego nos toman por andaluzas”. La Balnearios, herida de pundonor, le dio con el bolso en la cabeza.

No me gusta darle la razón a La Pachá, pero es cierto que desde “La ley del deseo”, en Madrid ser andaluza ya no es moderno, ahora hay que ser marica vasca, pija simpatizante del 15-M o directamente humorista manchega. Así de triste está el patio.

La bouffe fue copiosa y espléndida, lo que viene siendo una jam session culinaria. El punto snob lo pusieron los Espárragos Colombianos, que no son colombianos sino de la Sierrecilla de Humilladero. Si se llaman Colombianos es porque no se comen, sino que se esnifan. Mi hermano los prepara reduciéndolos en una cocción lenta y luego criogenizándolos. Es más complicado que todo esto, pero el resultado es un polvo de espárragos que se esnifa de un plato-espejo con su turulo y todo. La Pachá daba gritos de placer cada vez que se metía un tirito. Luego vino el Bloody Mary de carabineros y la Mandonguilla nos hizo su coreografía del instituto del “Dont’ leave me this way”. A continuación, los Flamenquines de La Laguna, que La Balnearios celebró arrancándose a bailar su propia versión de la “soleá del mantón” de Blanca del Rey. Por un momento, me sentí Jennifer Aniston en el Corral de la Morería. Y, por último, el Steak Tartar con patatitas primor, todo ello bien regado con caldos del Penedés y Toledo. De cómo acabó la noche no recuerdo mucho, aparte del incidente. Sé que nos separamos: mi hermano y la Pachá se fueron a su templo, y el resto al nuestro. No fue hasta la mañana siguiente que pasó lo que pasó.

Mirando hacia atrás puede resultar hasta cómico, pero en su momento el incidente fue más grave que una redada de policías cachondos en el 15-M. Mientras el resto dormía, me levanté y me fui a la cocina a preparar el desayuno. La casa empezaba a oler toda a café Illy, oí a alguna mosquetera entrar en el baño, puse la música bajita, la séptima de Beethoven que me había regalado La Pachá, alguien subió la persiana, todo empezaba a encajar en ese puzle que es un domingo de resaca, cuando abrí la nevera y di el grito. Todas se asustaron pensando que había visto a un fantasma o mi reflejo sin maquillar en el espejo. Era peor. En la bandeja de cruasanes de la iaia faltaban diez cruasanes, que no es que nos dejara sin desayuno, quedaban unos cincuenta, pero justo faltaba el de la esquina donde había enterrado el anillo del Siervo de los siervos. Una de las mosqueteras se había puesto púa de cruasanes al volver de marcha. La Balneario se desmayó directamente cuando les conté lo que había pasado, La Mandonguilla se fue corriendo al baño a vomitar y La Pachá dijo: “Yo me bajo a San Ginés a por unos churros, que no tengo ganas de drama”.

viernes, 19 de agosto de 2011

Monseñor, el anillo

Relato de verano

2.

“200 confesionarios son muchos confesionarios. En Madrid tenéis mucho que de lo que arrepentiros”, comentó el Abat del Monestir de Sant Cugat sobre el dispositivo montado para la reunión de las juventudes papistas. “No lo sabe usted bien, padre. Pero yo venía a preguntarle si había oído algo de un anillo”. Habíamos ido a ver la nueva casa de otra gran-gran amiga mía en Sant Cugat, la Nyusa, y aproveché para pasarme por el Monestir. “De anillos no sabemos nada, ni queremos saber”. La Nyusa sugirió que nos fuéramos a tomar el sol porque el Abat valía más por lo que callaba que por la pluma que ocultaba, y que dejara la tontería del anillo y la autoficción para otro día, “que estàs carregat de punyetes”.

No soy yo mujer que le haga ascos a un baño solar. “¿Te puedo leer el horóscopo?”, me preguntó una vez en la piscina el Marc, el nen de la Nyusa, “Claro, guapo, no seré yo la que coarte la afición por la literatura de un futuro escritor, aunque algunas puercas como tu padrina me tachen de menorera”. Me leyó: “Como sigas dejándote llevar por las memeces neorrománticas que te propone Piscis, vas a acabar ahogada en una piscina de tragedias decimonónicas”. “¿Quién es Piscis?”, preguntaron a coro la Vil y la Nyusa. “El tete”. Todas nos reímos a carcajadas, ante la cara de paso-de-vosotras del Marc. Últimamente, el único hombre con el que he conseguido mantener una relación medianamente estable es mi hermano.

Por la noche nos fuimos a celebrar el cumpleaños de la Vil en el Noti, un lugar que fue moderno un cuarto de hora en su día, que es lo máximo que puede ser moderno un sitio en esta santa ciudad, según Paqui Cuerpo de Letra, diseñadora manchega y gran-gran amiga mía. La hostessa del Noti era una moderna con gafas de pasta XXL, lo que en el extrarradio se conoce como una Ruperta. Algunos de los invitados se pasaron la noche llamándola así (y Shaggy al camarero), y yo sientiéndome mal, para luego descubrir que la Ruperta le llama Mary al camarero, por Mary Santpere. Annabella es oír hablar de la Santpere y subirse a la mesa a interpretar su tema favorito de la enorme cómica. “Cocaína, sé que al fin me has de matar… pero yo quiero morir”. Los demás comensales rompieron a aplaudir como locos. “¿Os están atendiendo bien?” Era Paqui Cuerpo de Letra al teléfono, que había cancelado a última hora porque tenía un photocall con Regina Do Santos. Paqui se ha convertido en la Nieves Álvarez de la Barcelona postAgbar: no hay sarao al que falte. “Sí, cariño, creo que nos acaban de perdonar el escándalo que estábamos montando”.

Más tarde se unieron al ágape otra gran-gran amiga mía, Xavi La Plana con Georgina Pin Pan, y nos fuimos todas al Berlín Cabaret, un antiguo puticlub en Bailén 22 que está en su cuarto de hora de modernez. Por el camino, Georgina nos contó el chiste de una gitana de Granada que dio el braguetazo y se instaló en el Madrid del barrio de Salamanca. Como no sabía hablar, se pasaba todas las soirés callada, hasta que un día el marido le contrató un logopeda feísimo, no fuera a enamorarse de él como Rosa de España. Después de las clases, ni la Audrey Hepburn en My Fair Lady. “Este fin de semana fuimos a suiza a ver una Ópera con los padres de Borja” comentaba alguna de las ochenta mejores amigas de Carmen Lomana. “Maravillouso, maravillouso”, replicaba la gitana, con un acento cerrado que no había conseguido perder. “Pues nosotros hemos ido a Nueva York a ver la exposición de McQueen”, comentaba otra. “Maravillouso, maravillouso”, de nuevo la gitana. “Qué ideal, pues nosotros hemos estado cenando con Alaska y Mario”. “Maravillouso, maravillouso” otra vez. “Oyes, mona, menos mal que ya te has integrado en las reuniones, habíamos llegado a pensar que eras muda”. “Es que he estado dando clases”, explicó la gitana, “y mi logopeda me ha dicho: tú, cuando antes hubieras dicho “me sua el coño”, ahora tienes que decir maravillouso, maravillouso”.

La cola en el Berlín era considerable. De todos es sabido que en Barcelona, cualquier cosa que huela a moderna es una merienda de negros. Una vez dentro, del anillo, ni rastro, y eso que el corazón, entre muchos otros órganos, me llevaban mogollón para el Berlín. El homenaje a Amy Winehouse me pilló en el baño. Todo un homenaje. El Berlín es sitio más divertido del mundo un sábado por la noche y un buen motivo para mudarse a esta ciudad. “A cada cenicienta le llega su medianoche”, dijo la Nyusa después de quitarse los plataformones. “O como diría Terenci- añadí- a cada pecadora le llega su miércoles de ceniza”. “Es que me he pasado con el morapio”.

La despedimos en un taxi y al poco cerraron el Berlín. Estuve tentado de coger el dinero de la misión y dilapidarlo en un bukake en el Culo de Oro, un local de chaperos justo debajo de donde yo vivía en Aribau cuando empecé a ponerme las tetas, a ver si me inspiraba en plan Jean Genet. Llamé al artista antes conocido como La Prima para contárselo y me dijo que ese mismo año se había estrenado una obra de teatro en Barcelona con un argumento sospechosamente parecido que coincidía con la visita del Papa, así que mejor me fuera olvidando del teatro y me dedicara a la autoficción de travestis, que es lo único que se me da bien. “Perra amaestrada”, “Purria”, “Más que furcia”. Nos queremos mucho.

Al día siguiente quedamos en el solárium de la terraza del gimnasio Metropolitan de Sagrada Familia, donde esperaba encontrar alguna pista, sobre todo por lo cerca que estaba del antro donde Benet perdió el anillo. En la terraza nos encontramos a Marc Giró, que me dijo “Nena, quin desparpajo trobar-te aquí amb aquestes lorzas. Com es diu lorza en catalá? Bueno, és igual, les catalanes, com les franceses, mai engreixem. Jo no he sentit res de cap anell. Prueba en la fiesta John-John, en honor al guapérrimo Kennedy, que es mañana en el antiguo New York, en Escudellers”.

Para allá que nos fuimos con Paqui Cuerpo de Letra, pero el John-John estaba chapado. Barna y los domingos, un buen motivo para no mudarse. Al final acabamos en el Gaixample, en el People’s Lounge. ¿Que no conocéis a Adele? Paqui y la Vil estaban partiéndose el culo con un artículo del Shangay sobre un agitador cultural, ex también de esa gran-gran amiga mía famosa en el Madrid de los osos sin madroños, y pasaban de mi culo como buenas periféricas que son. Sin soltar el gin-tónic, me levanté y me fui a pedirle una canción de Adele al DJ. Me contestó que sólo ponían canciones de muertos, así que le pedí el Cheek to cheek, que para eso el local estaba lleno de carteles de musicales clásicos de Broadway. “Yo te conozco”. “Pues no caigo”, le contesté. “Toma, maricón, esto es para ti”, dijo, tendiéndome una cajita. Me quedé muerta. Quién sería. Quise recordar una noche de pasión y bocados, pero su cara no me decía nada. Me dio el paquete y el apretón de manos posterior tuvo que activar algunos contactos neuronales porque, de repente, el tacto de su piel me recordó el tamaño de su miembro. No recordé su cara, pero recordé su pene. Me despedí con una sonrisa que quería ser muchas cosas y volví al reservado con la cajita sin abrir. “¿Cómo vienes tan roneante, has ligado?” me preguntó Paqui, que es nosy by nature. “Ya me hubiera gustado, ha sido más bien como haber visto al fantasma de las navidades pasadas…” “Pero si estamos en julio…” “…las presentes y las futuras a la vez”. “¿Qué traes en la mano?”. "Si mi intuición de mujer charnega no me engaña, creo que es el anillo”. “Pero bueno…”. De repente, me sentí catalana del amor. Como canta la Pantoja: “Donde el corazón me lleve, como pueda de su mano yo me agarro, donde el corazón me lleve, con lo justo, con lo puesto, sin pensarlo”. Tuvieron que sacarme del local a rastras entre las dos.

No hace falta que diga que, en efecto, era el anillo. Al día siguiente fui a Mollet a ver a la iaia y le pedí que me buscara un buen camuflaje para el anillo, no hubiera algún control de Rouco en Sants. “Te he preparado un kilo de cruasanes y un poco de carne en manteca”. “En los cruasanes, iaia, que no sabemos si el anillo es bueno, y tú y yo sabemos que la manteca sí lo es”.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Monseñor, el anillo

Relato de verano
A mi adorado Terenci

1.

Estaba medio dormida en la piscina de la Complutense tostándome al sol sin protección cuando oí mi nombre de macho atronando por los altavoces: “Modesto Blas Infante acuda a recepción, Modesto Blas Infante acuda a recepción”. Por un momento, incorporé la llamada a filas en un sueño de sexo marcial de la Factoría Falcon, de esos que hacen que no te puedas incorporar en un rato, pero enseguida comprendí que el sudor y la baba que chorreaban en la toalla no eran nada lúbricos. Dejé a un lado el libro de Marta Robles, me hice un nudo balinés en el sharon que disimulara la cebolleta y me dirigí a recepción controlando que no se me fuera la cadera demasiado. Odio las piscinas, pero es que por muchos millones que Gallardón se haya gastado en la reforma del río, en Madrid la única playa que ha habido y habrá es la Costa Marrón: Parla, Fuenlabrada y Alcorcón.

“Una señora le está esperando en la enfermería”. ¿Una señora? Pero si era la mismísima Elena Benarronchas en cuerpo y… cuerpo. Sin dilación, le espeté “Creí que sólo dejaban entrar a licenciados en estas instalaciones”. “Qué te crees, mis guardaespaldas tienen título. Con dos euros más, entro como acompañante. ¿Y tú, cómo te has colado?”. “Me saqué el graduado escolar en la mili. Digamos que soy una mujer de recursos. Aunque de poco me ha servido: es la piscina menos erótica del todo Madrid, nada que ver con los baños de Lago”. “¿Llevas el nudo mal hecho o es que te alegras de verme?”. “Al grano, Elena, que nos conocemos. No creo que hayas venido hasta aquí para alabar los restos de mi masculinidad”. “ZP necesita tus servicios”. “Por qué debería dárselos, llevo ocho años en lista de espera de reasignación de sexo y aquí me tienes, empalmada y sin depilar”. Elena debe ser la única mujer obesa que huele a anoréxica: estábamos a tres metros y me estaba mareando. “Porque te gusta el cine clásico y el technicolor. Te pongo en antecedentes: “Los tres mosqueteros”, de George Sidney. Milady, una Lana Turner con una peluquería de infarto, ha robado una de las joyas de la Reina. El Cardenal Richelieu le ha pedido a la Reina que las luzca en el próximo baile para que se descubra que se las ha regalado a su amante.” “Pues no me veo yo mucho de Lana Turner, con este colorcito que tengo”. “No, Modesto, tú eres quien debe recuperar la joya”. “Hace años que nadie me llamaba así”.

Inciso a modo de flashback: Modesto era el nombre de mi padre, de mi abuelo y de todos los ancestros primogénitos de mi familia. A mí, por lo único que me gustaba era por el parecido con Modesty Blaise, mi heroína de comic favorita. Monica Vitti, aunque era rubia, la interpretó en los setenta en una adaptación al cine dirigida por Joseph Losey. Una superagente que cambia de modelito cada vez que cruza una puerta. ¿Hay algo que importe más? Con lo que no contaba era con que el pasado siempre vuelve, esta vez en forma de tres travestis mosqueteras que se hacen llamar mis amigas y que no tardaron en cambiarme La Modesty por La Brioche, en referencia a los brioches que me zampaba de pequeño en Barcelona cuando ya con cuatro añitos le preguntaba a mi madre “¿Puedo ir a la panadería a por un brioche, mamá? En fin, que la propuesta de Elena empezó a interesarme, no por mi fidelidad a ZP, aunque un príncipe destronado siempre me ha puesto muchísimo, sino porque al fin podía convertirme en esa James Bond en minifalda que siempre soñé ser. ¿Pero si yo iba a hacer las veces de D’Artagnan, quién era la reina de la historia y, sobre todo, quién era Milady y, aún más importante, quién las peinaría a ellas?

“No creas que no estamos al tanto de tus coqueteos con la derecha en este último año. ZP desconfiaba de ti pero yo, que soy mujer de izquierdas con afición por las pieles, sé que a veces puede resultar confuso. Qué me dices.” Intenté disimular el entusiasmo: “Ya sabes que desde que la Bodega empezó a cerrar plazas en el Orgullo, he vuelto a recuperar la fe en el socialismo.”

Y entonces me explicó la misión, que tenía mucho de fe, de orgullo y de socialismo. En su último viaje a España, a esa España que será emancipada o no será, el Papa Benet XVI, como allí le llaman, perdió un anillo en un lugar de dudoso nombre. Alguien lo encontró y lo puso a la venta en e-Bay. Rouco Varela, que es aficionado a la venta de joyas por catálogo, lo reconoció y empezó a pujar por él, discretamente, para no llamar la atención. Tenía pensado hacerse con el anillo, lucirlo en la próxima visita de Benedicto a Madrid y después contarlo todo en la COPE al más puro estilo intriga vaticana. El escándalo estaba servido. No obstante, cuando Rouco informó de su objetivo a Ana Bodega, uno de nuestros infiltrados en la concejalía de medio ambiente, ex de una gran-gran amiga mía para más inri, famosa en el Madrid de los osos sin madroños, se enteró de la trama y nos informó. Desde entonces, ZP empezó a doblar cada puja de Rouco. Sonsoles puso el grito en el anfiteatro segundo cuando descubrió la afición por las sortijas de su marido. “¿Qué les pasa a los expresidentes socialistas cuando dejan Moncloa? Las de Felipe por lo menos eran más zen, no tan barrocas”. “Contente, Sonso”, tuvo que tranquilizarla Elena, no sin antes ponerla al día de todo. “Tenéis a todo el Teatro Real a vuestro servicio, lo que sea por cerrar esa boca de rape de la Bodega”. Pero como siempre ocurre en la política y en el amor, cuando crees que lo tienes todo bien atado, acaba saltando la liebre: de repente, apareció un misterioso postor que fue quien se hizo con el anillo. “Nos hemos puesto en contacto con él vía Facebook y, aunque nos ha dejado muy claro que piensa votar a UPyD en las próximas elecciones, con tal de joder a la Bodega y a Rouco está dispuesto a colaborar con nosotros. Sólo ha puesto una condición: que seas tú quien recoja el anillo en Barcelona.” “¿Por qué yo?”. “No lo sabemos, sus instrucciones han sido muy crípticas: debes ir donde el corazón te lleve”. Venga, hasta luego.

Lo primero que hice cuando llegué a casa fue ponerme en contacto con mi amiga famosa en el Madrid de los osos sin madroños para comprobar la veracidad de la historia del infiltrado en medio-ambiente. “A mí no me preguntes, a los exes ni un tweet”. “Cuánto rencor, chica”. “Yo lo que quiero es estirar la pata y que alguien apague la luz”. “Tú lo que necesitas es un chulo que te devuelva la fe en el vello masculino”. “Eso se acabó, y ya no digo más na. Te dejo que empieza la final de Supervivientes”. Colgué preocupada. Lo que tiene esta mujer con Supervivientes no es normal.

Llamé a otra gran-gran amiga mía, Annabella de Vil, aprendiz de travesti o NATP (No aprendas tanto, pequeña), traductora en sus ratos libres. “Nena, llego a Sants en el AVE golfo, el de las 12:00 pm. No tienes por qué ir a recogerme, pero sería un detalle muy fino”.

Aprovechando las rebajas y el cheque en blanco de la Benarronchas, salí a buscar algunos trapitos de charnega agradecida (con nivel C de Catalán). Me compré tres polos en Armand Basi (cuatro hubiera resultado irracionalmente exuberante, ahora que parece que entramos en una segunda recesión), unos pantalones elegantosos y supertendencia en G-Star y unos zapatos como los que lleva el Marc Giró en uno de los vídeos de la TV3. En realidad, los zapatos me los había comprado antes de vérselos, pero por mucho que lo jurara nadie me creería.

El AVE Madrid-Barcelona ha marcado mi vida, casi tanto como a Magdalena Álvarez. Fue en Barcelona donde empecé a ponerme las tetas y será en Madrid donde, si Dios quiere y el Papa me da su bendición después de encontrar el anillo, mi cuerpo y mi alma se fundan en uno.

La Vil vive en Gracia, donde lleva una vida muy parecida a la de otra Annabella (la Sciorra) en Brooklyn, y no lo digo sólo por su papel en Jungle Fever. Como conoce mi fracaso con la dieta Dukan, me había preparado unos lomos de salmón (la Sirena) riquísimos a la plancha. Después de pimplarnos una botellita de blanco, llamé a La Paula. Soy de la opinión de que lo primero que hay que hacer cuando llegas a una ciudad es quedar con algún ex. Además, La Paula, desde que se ha retirado del ambiente, está más al día que nadie de todos los safareigs de Barcelona. Quedamos en el Gimlet de Sant Gervasi. Mi principal objetivo era averiguar el nombre del local donde Benet había perdido el anillo. No fue difícil sonsacárselo. El antro en cuestión era el Black Room, donde los domingos se celebra la fiesta Mr. Culazo (un concurso de culos). “Tú sabes algo más que no me estás contando, Pau, cariño, desembucha”. Las catalanas después de tres cócteles son muy deslenguadas. Después de cuatro gin-tónics, explicarle que en Madrid no tenemos camareras como la del Gimlet y repasar a todas nuestras amigas de la época del Campo, conseguí que cantara: supuestamente a Benet le llamaban “La chupete” en el Black Room y digamos que la noche de autos perdió el aro del chupete en santa parte del ganador al “Culito respingón de la noche”. Si la historia de Pau era cierta, el plan de Rouco se empezaba a poner de un color muy feo.

martes, 9 de agosto de 2011

Who the fuck is Mick Jagger

Sólo anunciar que después de reflexionar en estas pseudo-vacaciones, he decidido que voy a responder siempre a los comentarios del blog, a ver si os animáis a escribirme más. Aquí os dejo un vídeo para subir (aún más si cabe) la temperatura. Y pensar que casi nos chocamos las tetas cuando me lo encontré en la sauna de mi gimnasio...

miércoles, 20 de julio de 2011

Cerrado por vacaciones

¿Nuevo verano del amor?

Oigo por la radio en las noticias de la BBC1: los últimos análisis indican que las pastillas de éxtasis han aumentado su pureza. Después de años en los que se han vendido pastillas compuestas principalmente por productos legalizados que se pueden adquirir en las farmacias como derivados anfetamínicos, los últimos análisis indican que se ha vuelto a los niveles de MDMA de hace 10 años. Se teme que las personas que no estén acostumbradas puedan sufrir algún tipo de daño si toman tantas pastillas como antes.



Aquí copio la noticia completa

Ecstasy users are being warned about a rise in the number of higher strength pills available at clubs and festivals.

In recent years almost all of the pills sold by dealers as ecstasy have really been made from amphetamines, caffeine and other stimulants.

But most of the tablets seized at festivals this year contained MDMA, the stronger chemical first used to make the drug in the late 1980s.

Drug charities say they are seeing a similar trend in other parts of the UK.

"This can cause real problems for people who are used to taking half a dozen tablets on a night out," said Harry Shapiro at DrugScope.

"The main danger when you take ecstasy is ending up in A&E with heatstroke and that danger increases with the amount of MDMA in the pill."

Ecstasy users who drink too much water on a night out are also vulnerable to a condition called hyponatremia or water intoxication.

As a result, the level of salt in the body is diluted to a dangerous level which can, in rare cases, prove fatal.

'Noticeably stronger'

Continue reading the main story Historically, the active ingredient in ecstasy pills is the chemical MDMA

To make it, illegal drug laboratories need safrole oil or another chemical called PMK

Both of those substances are now tightly controlled in Europe

Over the last decade drug manufacturers have switched to weaker alternatives from caffeine to amphetamines and BZP, until very recently classed as a legal high

But recent evidence suggests pills on the market today have started to contain MDMA once again

Multiplied across the population it suggests at least 540,000 people use the drug, making it the third most popular illegal substance after cannabis and cocaine.

One twenty-four-year old, who didn't want to be named, said he takes it once a month when he goes clubbing.

"About a year ago there was a change in the type of pills out there," he said.

"All of a sudden we started getting ones which I'm told are like the rave scene in the early 90s.

lunes, 18 de julio de 2011

Marc Giró

Senyores y senyors,

aquí os presento mi último descubrimiento: el Marc Giró. Desde Terenci Moix que no había salido una pluma más estupenda en Barna. Es como un cruce entre Almodóvar y uno de los hijos de la infanta Cristina.

Me encanta su estilo (aunque para ser estilista se repita un poco), sus problemas de vocabulario en catalán, sus coletillas (és fonamental, saps que vull dir, ja ho entendreu, em posa molt nerviós), su desparpaju y el rollito que tiene con el presentador. Y para la tontería que hay en el mundo donde se mueve, trobo que te el cap molt ben posat.





viernes, 15 de julio de 2011

Bazinga

"I thought the bazinga was implied"

Hace tiempo que este blog le debía un homenaje a Big Bang Theory, la mejor serie que ha salido de EE.UU. en los últimos años. Gracias, Pepa, por recordármelo el otro día (y Jose, por regalarme la primera temporada). Una prueba más del fenómeno boca-auricular de teléfono-oreja que lentamente va poniendo en su sitio a esta gran serie.

A mí que me dejen de The Wire, Mad Men, Desperate Housewifes, Two And A Half Men, Modern Family y demás globos (de oro) inflados. Esta es LA serie americana. Desde Friends que no había salido un ensamble de personajes mejor caracterizado. Desde Six Feet Under que no había oído mejores guiones (en otro estilo, aquí lo que prima son las punch lines como puñetazos, una detrás de otra hasta dejarte K.O. de la risa, como en la antigua alta comedia: yo sí le veo glamour a esta serie, Pepa). Desde The Sopranos que no había salido un protagonista más carismático y temido: Dr. Sheldon Cooper, un señor que no sabemos si tiene síndrome de Asperger o mucho morro, pero con el que indefectiblemente todos nos acabamos identificando (algunos más que otros).

Aquí os dejo uno de mis capítulos favoritos, en el que Sheldon aplica teorías conductistas para modificar el comportamiento de la novia de su compañero de piso. Mención aparte merecen los dos amigos que se van de marcha a un club gótico. Los A-D-O-R-O.

http://youtu.be/JFmtnsLl7FU

martes, 12 de julio de 2011

Vinos

El mismo vino no sabe siempre igual. Depende de la compañía (en la mesa y en el plato), del día que haya hecho (si ha llovido, si hace viento, si has tomado el sol), del modelito que lleves puesto (fundamental, los zapatos), de la copa, de la conversación y la temperatura (en invierno lo puedes dejar fuera, pero en verano es recomendable servirlo a 15 grados –para ello, mételo en la nevera 45 minutos antes de servirlo si lo acabas de comprar, o en el cajón de la misma envuelto en papel de periódico durante 5 horas si lo compraste esta mañana). Los precios pueden parecer irracionalmente exuberantes, pero teniendo en cuenta el precio de los combinados en Madrid, para lo demás Mastercard.

Bassus Pinot Noir: Con la cruz de las Hispano Suizas presidiendo el tapón, este vino dicen que tiene notas de cuero, fósforo, piel de animal, sándalo, grafito, mina, pimienta negra, regaliz, cuarzo… ¿Hay algo que importe más? La Pinot Noir es una uva que no se cultiva mucho en España, es más propia de la Borgoña y no sé si recuerdo bien pero creo que era la que obsesionaba a los protagonistas de Entre copas en su particular road-movie-alcohólica –estamos-trabajando-en-ello. Un vino diferente para los que estén necesitados de nuevas sensaciones (22 euros).



QS2: Vino de alta expresión de baja gama (es el hermano pequeño del Quinta Sardonia). Peter Sisseck (famoso por su trabajo con el Hacienda Monasterio de Pingus) es un danés al que se le ha puesto modernizar los Ribera del Duero. Es un vino fuerte, diferente también y con una gran RCP, relación calidad-precio (18 euros).



Psi 2008: Otro vino fuerte y moderno-moderno de Dominio de Pingus. No lo pude apreciar bien porque lo acompañamos de un steak tartar excesivamente aderezado, pero seguro que está buenísimo (35 euros).



Licinia 2008: Probablemente el mejor vino de Madrid. Lo que sí es cierto es que tiene una de las botellas más hermosas a las que me he agarrado últimamente. No tiene mucha nariz, pero de sabor está estupendo. Con un arroz con rape y mollejas, ha terminado de dar al traste con mi operación trikini-obregón (25 euros).



Pago de Vallegarcía Syrah: De la bodega del empresario Alfonso Cortina (el de Repsol), este vino de los Montes de Toledo es de los mejores syrah que ha probado últimamente. De todas formas, de esta bodega todo es recomendable, ver también el siguiente (21 euros).



Pago de Vallegarcía Viognier: Un blanco exquisito de una uva rara-rara en España, la Viognier. Ideal para acompañar comida asiática, de cocina tailandesa, por ejemplo (16 euros).



Martinet Bru Priorat: Se le nota el toque femenino de Sara Pérez en el coupage, la etiqueta es divina, eso sí, búscalo en otro sitio porque el precio en el Corte Inglés está hiperinflado (18 euros).



Juan Gil 2009: Sigue siendo el mejor toque de vainilla en un vino excelente a un precio ídem. Jumilla forever (10 euros)

2017: tibio y desafecto

Ay, que ya nadie se acuerda de 2017. Aquí va mi resumen: Lo mejor del año  * La frase de "Juego de Tronos": “Maybe it real...