jueves, 29 de marzo de 2012

Mister Taconazos

Ahora que la Madonna ha puesto de moda los tacones de los Kazaky, aquí os incluyo la versión madrileña del asunto. Esta canción tenía que haber sido número uno en las radiofórmulas: "Yo no soy Marilyn, Soy Mari Carmen. Por el día cuento botes de lejía. Por la noche consumo cocaína..."

viernes, 16 de marzo de 2012

Primavera en Madrid II

La Latina

“Soy el señor de la noche, el lazarillo de un beso, a los que son de pico y pala, yo recomiendo pico y queso”. Entramos por calle Segovia en el bar de Vicente. Un hombre baila con dos chicas canciones de El Barrio. El Madrid ha ganado al CSKA de Moscú cuatro a uno y las rusas lo celebran con gran deportividad, como han celebrado todas sus derrotas de los últimos veinte años. El hombre es Melvyn Douglas y las dos Ninotchkas de extrarradio le piden a Vicente que pare la música porque van a cantar una canción tradicional de su país.

Chamberí

Le reconozco de espaldas sacando dinero de un cajero de calle Génova. No hace falta que se dé la vuelta. Tampoco es la primera vez que nos cruzamos. Sigue siendo el hombre más elegante del universo.

Lavapies

Veo, veo, ¿qué ves? Lavapiés. Quién te iba a decir a ti, que fuiste la diosa del cine de segregación racial, la reina de los bailes en los Doce Robles, que acabarías levantando los ojos de tu novela de intriga nórdica para clavarlos en el senegalés de turno. La coquetería asoma en tus labios cuando te devuelve la mirada y aprovechas para pasarte la mano por la falda del Balmain vintage que guardas de la época de la primavera romana. Muchas primaveras y colapsos mentales después, aquí estamos. Desde que descubrí que desayunas en esta terraza, vengo todos los viernes a verte. (Vaya, me ha pillado. La saludo asintiendo la cabeza. Ella hace lo propio. Me dice, como si leyera mis pensamientos: ya sólo confío en la amabilidad de los extranjeros).

miércoles, 14 de marzo de 2012

Primavera en Madrid

Austrias

¿Qué tipo de masaje quieres?, me dice el chico, no sé, respondo, es difícil saber qué es lo que se quiere, aunque estemos a principios de semana y la mente esté más lúcida (cuando llega el sábado ya estoy con los rumbos perdidos, como dice la copla). Tiene unas manos fuertes y una sonrisa que me recuerda a Gary Cooper, al que besar era como coger una granada a punto de explotar y no atreverse a soltarla. Me pregunto si creerá en la reencarnación. Yo sí, más que en Corinto.

Retiro

Paseo por los alrededores del parque, o pienso que paseo, que es lo mismo que pasear pero sin las molestias de la naturaleza. En la esquina de Lagasca con Alcalá me parece verla, o pienso que la veo, que es lo mismo que verla pero sin las molestias de la certeza. No, estoy seguro: es Greta Garbo. La reconozco por sus zancadas. Va vestida de harapos. Se acerca a un contenedor de plásticos y mete la mano en su interior buscando algo. Se me hace una combinación rara: el plástico y la Garbo.

Chueca

Me los encuentro saliendo del mercado de San Antón. Han debido de ir a comprar carne, porque llevan bolsas de La Finca. Él, a pesar de su elevada estatura, lleva corbata estrecha y pantalones de pitillo. Ella, orgullosa a su lado, luce minifalda y pelucón cardado. Parecen salidos de una de aquellas comedias de guerra de sexos de los años cincuenta. No llevo las gafas y la miopía me hace dudar. Cuando pasan por delante se dan la mano. Definitivamente son ellos: Rock Hudson y Doris Day. Me vuelvo y los sigo. Los veo entrar a un edificio de Augusto Figueroa. Se encienden las luces del tercer piso. Parece un loft. Sólo alcanzo a ver las vigas del techo y una lámpara. Él se asoma y echa la persiana abajo.

sábado, 10 de marzo de 2012

Grant versus Sinnead

“Cuando ligas con alguien, te conviertes en un lienzo en blanco y es como si proyectaras en ese lienzo quién quieres ser. Lo que pasa es que, mientras estás intentando proyectar esa imagen, se abre un hueco entre quien quieres ser y quien realmente eres, y ese hueco te enseña qué es lo que te impide conseguirlo”.

Los amantes de “Weekend” se asoman a una ventana de uno de esos pisos thatcherianos que se levantan en los infinitos extrarradios ingleses. “TC and Honneybear” de Jonh Grant suena de fondo. Acaban de tener una pelea. Se abrazan.

Pero bueno, no quería hablar de esa película, porque tendría que ponerme demasiado personal. Esta semana, el recuerdo de los amores de la Panto y la Monte, los chándales, los estampados, las hombreras, me han retrotraído a principios de los noventa, cuando me encerraba en mi cuarto a escuchar a Sinnead O’Connor como una lesbiana de filología inglesa más. Llevo toda la semana con los discos antiguos de Sinnead. Por si fuera poco, acaba de sacar uno nuevo donde ha incluido una maravillosa versión de la magnífica “Queen of Denmark”, donde se dicen cosas como:

“Espero que tengas claro que lo único que busco es sexo,
Estar con alguien a quien le siente bien la ropa de gimnasio,
Y que si tu corte de pelo no es bueno, ya te puedes ir largando”



viernes, 9 de marzo de 2012

Versus

Abadía versus Canal

Grooming, la revelación de la temporada en Madrid (Teatro de la Abadía), con autor premio nacional de teatro y alabanzas del académico José Luis Gómez y el (cada vez menos) crítico Marcos Ordóñez de por medio. Ejem, ejem. Lo que empieza como un caso de acoso adolescente acaba con la acosada confesando que tiene la parafilia de que la entierren un rato. A mí me recordó a una gran-gran amiga mía que sólo quería que le echaran tierra encima (figurativamente) en Granada. Eso sí que es una parafilia y no las modernas de Madrid que escriben sus obras copiando frases de búsquedas en Google.

Versión de Fausto de Marlowe (Teatros del Canal, amigos y enchufes en la Comunidad de Madrid). Nos salimos en el descanso. De vergüenza ajena, no, lo siguiente.

Gosling versus Fassbender

Drive vs Shame. Coches vs Chicas. América vs. Europa. Cassavetes vs. Pinter. Contención vs Incontinencia. L.A vs N.Y.

Digamos que las dos películas se complementan. De hecho, comparten una actriz, Carey Mulligan, la como-se-descuide-acabará-como-Renée-Zellweger, que interpreta casi al mismo personaje. En Shame, cuando Fassbender le pregunta a Carey de dónde viene y ella le responde de L.A., parece que viene de estar con Gosling, al que ha dejado al niño para que hagan otro remake de Gloria de Cassavetes. Aunque ni sumando las dos películas da para un personaje completo. La mujer desvalida, que necesita la protección del hombre en Drive. La hermana incestuosa, con tendencia al suicidio en Shame. El hombre heterosexual, abandonada la metrosexualidad por ineficaz (algo contra-natura para ellos: sólo los psicópatas como el de American Psycho pueden disfrutar como una locaza de una buena mascarilla), se encuentra en un callejón sin salida. No sabe volver al terreno abonado de la mafia (ese final tan tonto de Drive) ni avanzar al terreno promiscuo de los gays (hay que ver lo mal que lo pasa Fassbender por echar cuatro polvos y medio, al Sleazy lo mandaba yo). Claro que, en los tiempos que corren, ni los nominan por considerar sus películas demasiado modernas. Venga, hasta luego.

Los descendientes versus The artist

A estas si las nominan. ¿Quién puede empatizar con un terrateniente ecológico e infantiloide que se va a buscar al amante de su mujer en coma? ¿Por qué el amante tiene que ser un gilipollas todavía más infantil que él, que además trabaja en una inmobiliaria? ¿Por qué el amante no es nunca alguien más guapo, maduro e inteligente que el marido? ¿A alguien le quedaba alguna duda de que no iba a vender los terrenos para que edificaran en la paradisíaca isla? Si Los descendientes es el bluff de la temporada, The Artist es un corto tan estirado que llega a parecer una movieserie de Telecinco. En concreto, a mí me recordó mucho a la de la vida de Rocío Dúrcal. Que no, que un hombre no puede estar mantenido por una mujer. Es algo contra-natura. Su orgullo le enmudecerá y un hombre mudo merece todos los óscares del mundo.

Madonna sí versus no

A medida que van cayendo con cuentagotas los adelantos de los singles de la Madonna, me doy cuenta de una cosa. Que sí, que después de oír que volvía con William Orbit todos esperábamos un disco como Ray of Light, en un ejercicio de nostalgia de unos años 90 en los que todos éramos más maduros, despiertos e inteligentes. Pero es que fue justo sacar el disco y conocer a Guy Ritchie. Entiendo perfectamente que esta mujer no quiera que ningún hombre vuelva a tomársela en serio.

sábado, 3 de marzo de 2012

Asumirse

"La moda no está hecha solamente para embellecer a las mujeres, sino también para darles calma, confianza y permitirles que se asuman".

2017: tibio y desafecto

Ay, que ya nadie se acuerda de 2017. Aquí va mi resumen: Lo mejor del año  * La frase de "Juego de Tronos": “Maybe it real...