sábado, 29 de diciembre de 2012

FELIZ 2013

Aquí os dejo mi canción de la semana, que es muy Madonna de los primeros noventa. Además, los Sapeurs (esa tribu urbana del Congo obsesionada con la moda) que salen me han dado muchas ideas de modelitos para fin de año (sí, ya sé que prometí que este año no iba a ir In Search of a Midnight Kiss, pero es que vi la película el otro día y me puse tonto). Os deseo lo mejor para el nuevo año.

Tell me the truth boy am I losing you for good
We used to kiss all night but now there's just no fuse
I don't know why I fight it, clearly we are through
Tell me the truth boy am I losing you for good

jueves, 27 de diciembre de 2012

Turrón pa' aburrir



A William Deresiewicz le preocupa que la comida acabe sustituyendo al arte en la alta cultura (http://www.nytimes.com/2012/10/28/opinion/sunday/how-food-replaced-art-as-high-culture.html?_r=1&). Si viera cómo nos lanzamos a los langostinos en España en estas fechas, creo que podría repantigarse tranquilo en su sillón estilo Ivy League. Supongo que son los últimos coletazos de la transición, como salir de un restaurante quejándonos de la cantidad de comida en los platos.

Estoy de acuerdo con él en la tontería que lleva implícita cada vez más la comida. El snobismo y su valor como consumismo conspicuo (ostentación) no son nada nuevo, sí la ortorexia nerviosa (me encanta el adjetivo nervioso, aunque históricamente sea tan machista), la física aplicada a los fogones y la praxis filosófica de las recetas. Ahora, de ahí a que Ferrà Adrià acabe sustituyendo a Picasso… son otros tiempos.

En lo que discrepo de don William es del siguiente párrafo:

“But food, for all that, is not art. Both begin by addressing the senses, but that is where food stops. It is not narrative or representational, does not organize and express emotion. An apple is not a story, even if we can tell a story about it. A curry is not an idea, even if its creation is the result of one. Meals can evoke emotions, but only very roughly and generally, and only within a very limited range — comfort, delight, perhaps nostalgia, but not anger, say, or sorrow, or a thousand other things. Food is highly developed as a system of sensations, extremely crude as a system of symbols. Proust on the madeleine is art; the madeleine itself is not art.

A good risotto is a fine thing, but it isn’t going to give you insight into other people, allow you to see the world in a new way, or force you to take an inventory of your soul”.

La comida, a pesar de todo, sí es un arte. La comida puede ser tan narrativa como un cuadro de Miró o tan representativa como otro de Dalí, y puede organizar y expresar emociones, sobre todo si es tu madre la que cocina. Una manzana puede ser una historia si la coge un escritor argentino. Un curry es una idea si mezclas tú las especies al momento cual Stravinsky. Las comidas pueden evocar emociones, no sólo nostalgia, placer y deleite, también enfado (si no te sale bien), arrepentimiento (después de salir de algunos restaurantes) y mil cosas más. La comida no sólo ofrece sensaciones, sino que estas se pueden codificar en símbolos. Y eso de que la magdalena sin Proust no sea arte…

En fin, come con moderación.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Maybe this xmas

"Maybe this Christmas will mean something more
Maybe this year love will appear
Deeper than ever before..."


Os deseo unas morri crisma más jamonas que Sergio Ramos!!!

viernes, 21 de diciembre de 2012

La Schadenfreude

Hay un capítulo en Big Bang Theory donde Sheldon le dice a Leonard: “You know how I can tell we're not in the Matrix? If we were, the food would be better”. 

¿Sabes cómo sé yo que no estamos en Matrix? Si lo estuviéramos, la gente no estaría enganchada a los realities de Divinity. 
 

Es una epidemia. Estuve el fin de semana pasado parando el oído como se dice en catalán en una poblada fiesta de navidad y no daba crédito.

Definitivamente, con el nuevo siglo se ha confirmado el cambio de la iconodulia a la iconoclasia. Del más estrellas que en el cielo al más freakies que en Gran hermano. De la era de la envidia a la era de la Schadenfreude (pronúnciese chadenfroide, gracias Javito). Si la envidia es la tristeza o el pesar del bien ajeno, la Schadenfreude sería la alegría o el regocijo en la desgracia ajena. No existe término en castellano, por eso lo he tomado prestado del alemán (ellos siempre en todo).

Todo empezó el viernes con una discusión en casa sobre la caída de la “star quality” de las personas, vamos, que ya no hay estrellas como las de antes. Mi tesis es que todo se debe a los medios, a los de antes y a los de ahora. No creo que haya un coeficiente de caída de la genialidad humana. 

Al día siguiente, en la susodicha fiesta, pude corroborarlo. ¿Cómo va a haber estrellas si la gente sólo habla de programas de estilistas, decoradores de interiores y cocineros? Tachadme de clasista, pero esa gente solía ser el servicio. Claro que no creo que los vean por ellos, sino por los desgraciados que les acompañan. Ahora, cuando se enseña una casa en esos programas de puertas abiertas que tanto han proliferado en la tele, es para reírse de los dueños, aunque la casa valga millones y tú vivas compartiendo piso. En los tiempos del Hollywood clásico, cuando una estrella enseñaba una casa, era para morirse de envidia. Ahora la gente ve programas de chicas con un excelente gusto en donuts y un dudoso gusto en vestidos de novias y es feliz.

Otros ejemplos de Schadenfreude: todo lo malo que le pase a la Casa Real, las últimas elecciones catalanas, el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el caso del Madrid Arena, los nuevos ricos arruinados, el Cuore, la Pantoja…

Se supone que la Schadenfreude es la evolución lógica de la envidia. Primero envidias a alguien y, cuando le pasa algo malo, te alegras. Pero del “A cada cerdo le llega su San Martín” al “Mal de muchos, consuelo de tontos” hay solo un paso. A esto, súmesele un déficit de complejo de superioridad y unas ganas de criticar que ni servidora el día después de una fiesta. El que sufre de Schadenfreude, como no se siente superior con su trabajo, el amor o la costura, lo hace viendo “cosas” como Gandía Shore y, entre capítulo y capítulo, se repasa el facebook de todos los conocidos de conocidos buscando en su fuero interno el mínimo resquicio de conmiseración como el actor que intenta llorar y no le sale.

Le propondría a la Academia que creara una palabra más bonita que Schadenfreude, porque el primer paso para solucionar cualquier problema es aceptarlo, y no se puede aceptar si no se nombra. Aunque claro, en la Academia llevan años sin actualizar el significado de condescendiente, y así sigo yo, pensando que os cuento todo esto sólo por bondad.

viernes, 14 de diciembre de 2012

El novio cadáver

En el "Libro de los muertos" de Canetti me encuentro una historia que me da muchas ideas:

Los muertos contraen matrimonio: "Cuando un hombre ha tenido un hijo, y otro ha tenido una hija, aunque ambos hayan muerto tiempo atrás, tienen la costumbre de hacer que sus hijos difuntos contraigan matrimonio, y de dar una dote a la hija. Al mismo tiempo, pintan sobre papel personajes que representan al séquito de acompañantes, con caballos y otros animales, trajes de todo tipo, y cada pieza del mobiliario, y todo esto, junto con el contrato de matrimonio, redactado siguiendo el modelo habitual, es arrojado luego a las llamas, a fin de que, a través del humo (según creen ellos) les sea llevados a sus hijos al otro mundo y puedan convertirse en marido y mujer en la forma debida. Después de esta ceremonia, los padres y las madres se consideran emparentados entre sí, exactamente como si se hubiera celebrado una boda de verdad entre sus hijos vivos".

"En la provincia de Shan-si tienen una costumbre ridícula, que es la de casar a personas muertas. F. Michael Trigancius, un jesuita que vivió varios años en esa provincia, nos lo dijo cuando estábamos confinados. Ocurre que muere el hijo de un hombre y la hija de otro. Mientras los ataúdes están en la casa (y suelen tenerlos allí durante dos o tres años), los padres se ponen de acuerdo para casarlos; envían los regalos habituales, como si estuvieran vivos, con gran ceremonia y acompañamiento musical. Después juntan los dos ataúdes, sirven la cena de boda ante ellos, y por último los ponen juntos en una tumba. A partir de entonces, los padres no sólo se consideran amigos, sino parientes, como lo hubieran sido si sus hijos se hubiesen casado estando vivos".

No puedo dejar de pensar en mi noche de bodas. Como dice Howard en Big Bang Theory: "That's a bit of an overreaction to a little harmless necrophilia". O como diría la Pepa: "Nunca me ha gustado  demasiado la vida, pero no es de ahora, es de siempre".


miércoles, 12 de diciembre de 2012

Las Euménides del Trabuco

"Entre los hombres primitivos, no existe la idea de una muerte natural. Cada muerte que se produce ha sido causada por algún tipo de magia oscura, por alguna persona malvada"

Elias Canetti


En la misma sala de espera de las gitanas del Lefties, un grupo de mujeres de Villanueva del Trabuco, vecinas todas de otra que lleva 8 horas en quirófano, después de desgranar las páginas de Internet de donde se bajan todos los culebrones, empiezan a compartir historias sobre el cáncer. Historias fulminantes y metastásicas, a un volumen que duele más por desconsideración que por decibelios: cánceres de garganta que se operan y vuelven a aparecer a los dos años, cánceres de páncreas que se curan milagrosamente, el machismo en la evolución del tratamiento de los cánceres de próstata… A mí me recuerdan a una mezcla de "El verdugo" y "Monólogos de la vagina". Una de ellas, con cara de dependienta de mantequería, en medio de uno de estos rosarios holocáusticos, dice una frase que suena como un disparo en el aire: "cuanto más nueva, más te corre". Tardo unos segundos en calibrar la sintaxis: nueva quiere decir joven, en los pueblos todavía se usa, "ella era más nueva que yo", y lo que corre es la metástasis. Con la idea todavía humeando en el ambiente, llaman a los familiares de su vecina y abandonan todas la sala corriendo como las Euménides.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Mi éxito con los hombres

Hago mía una frase de Churchill durante la II guerra mundial: "El éxito es la capacidad de ir de error en error sin perder el entusiasmo".


2017: tibio y desafecto

Ay, que ya nadie se acuerda de 2017. Aquí va mi resumen: Lo mejor del año  * La frase de "Juego de Tronos": “Maybe it real...