martes, 24 de diciembre de 2013

Felices Saturnales

Contra el buenismo de las fiestas: sed malos. Y no os conforméis con eso: sed rácanos, sucios, golfos, taimados, cínicos, putones, insinceros, perversos, tunantes. A ver si entre todos logramos que explote la navidad.


Como Mr. Scrooge, tan adicto al trabajo y a los recortes:


Como Eartha Kitt, tired of being pure and not chased:


Como Divine, endemoniada cuando no le compran los cha-cha heels con los que sueña:



Como Alexis provocando abortos como sólo se hacía hace 30 años:



Como la gran Gene Tierney, cuando se carga a su cuñado para poder pasar más tiempo con su marido:

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Company

El mes pasado se anunció que Sondheim está trabajando en una adaptación gay del musical Company, como si pudiera existir mayor pleonasmo. Company trata básicamente de la dicotomía que si soltero, que si casado. Bobby cumple 35 años y sus amigos le hacen una fiesta sorpresa. Cuando falla al apagar las velas, surge la temida pregunta: ¿por qué no me he casado? ¿porque no he encontrado a la persona adecuada o porque no quiero realmente? La obra alterna escenas de visitas a las casas de sus amigos con escenas con sus distintas pretendientes (esto es lo que cambiará en la nueva adaptación). Tiene números antológicos como The Ladies Who Lunch, Marry Me a Little o Another Hundred People. Aquí os dejo la última representación que se hizo en Broadway, con Neil Patrick Harris (haciendo de hetero, ejem), Martha Plimpton (sí, la que fue novia de River Phoenix), Jon Cryer (de Two Men and a Half) y la gran Patti LuPone. El gran descubrimiento ha sido Katie Finneran, que no me pude reír más con ella. Son dos horas y media, pero vale mucho la pena. Cierra el Facebook y el Twitter, ábrete una botella de vino y prepárate para disfrutar: “Jesus Christ was it fun”.

lunes, 25 de noviembre de 2013

El aplauso

Sale de la obra y, cuando se da cuenta de que está pensando en tercera persona, no se sorprende lo más mínimo. Hasta cierto punto le tranquiliza. Hay otras formas de soledad que le parecen más escandalosas, como hablar en voz alta, aunque hoy día, con tanto manos libres, supone que pasan más desapercibidas. La obra le ha gustado, pero no tanto como al que tenía detrás, que le faltó tiempo para ponerse en pie y deshacerse en bravos y silbidos, a saber qué tipo de soledad padece, seguramente se siente infravalorado en el trabajo, como si se aplaudiera a sí mismo. El director, bailarín y coreógrafo también hacía lo propio en lo alto del escenario, la soledad del éxito, o a lo mejor aplaudía a la gente como agradecimiento por haber elegido su espectáculo, con esto de los aplausos nunca se sabe. El que más le molesta es el de compromiso, cuando la representación no te ha gustado nada y estás en primera fila y te sabe mal hundir algún exceso de autoestima. Conoce a muchos actores y sabe cómo se las gastan. Recuerda que hace meses fue a ver una obra de un director infantil y terrible, de esas puestas en escena con mucha tecnología que hace que los intérpretes parezcan menos físicos y se dijo: hoy seguro que no salen a saludar al público para hacerse los modernos. Pero se equivocó. Lleva años yendo al teatro, desde que empezó a salir con su ex, un actor inglés devoto de las parejas abiertas, y todavía no ha visto una obra sin reverencia. Ha visto obras sin texto, sin final, sin escenario, sin asientos, pero ni una sola una obra sin el consabido bow. Los ingleses a un golpe en los huevos le llaman hacer una reverencia, recuerda cuando baja las escaleras del metro. Es entonces cuando se le ocurre llamarle para contarle qué le ha parecido, que le gustado, pero tampoco le ha conmovido. Saca el teléfono y busca su número al tiempo que mira alrededor avergonzado por lo que está a punto de hacer. Siente las miradas de desaprobación en el cogote. No lo hagas. Mira que eres arrastrado. Seguro que está con alguno del Grinder. Se lo piensa dos veces y apaga la pantalla. Las señoras con abrigo y perlas que tiene al lado empiezan a aplaudir y a ellas se suman la pareja de hipsters, los jóvenes con las bolsas de bebidas, el grupo de estudiantes de español, los mariquitas cuarentones, hasta que todo el andén estalla en un efusivo aplauso. Se da cuenta que es ahora o nunca. Se agacha unos segundos y, cuando levanta la cabeza, la indiferencia del andén se impone como el silencio después de la batalla.

sábado, 23 de noviembre de 2013

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Con luz y taquígrafos

Qué difícil es ser machista cuando eres de naturaleza envidiosa con las mujeres. Pero vamos, esta vez me lo han puesto fácil.

Mira que me encantan el post-feminismo, Beatriz Preciado, la performatividad y los cinturones con consolador, pero cuando leí en el ABC sobre el último "trofeo" de la Sinde, mis manos empezaron a tomar un tono verde tiñoso que pronto se extendió por todo el cuerpo como un filtro de Instagram. Desgraciadamente, el tinte no vino acompañado del ciclado extremo de The Hulk, así que imaginaros el cuadro: tan chuchurrío como Jim Carrey en la Máscara, pero sin el blanqueamiento de dientes.

Por un lado me alegró saber que Angelines ha seguido mis consejos con lo de no cerrar nunca los ojos, pero también te lo digo, cari, de fina que eres, estás quedando repipi. Di que tienes novio con flashes y iPhones. Que ya sabemos que echas de menos el ruido de los taquígrafos del Congreso (la verdad es que no tengo ni zorra de si se siguen usando), pero es que tiene todo el tufo que esa expresión tan rancia también te la ha enseñado el marqués.

Yo es que no puedo con la pedantería rigurosa, pero bueno, a lo que íbamos. Dejando a un lado lo del celestineo de la Balcells, que se disputa con la Benarroch la protagonista de la próxima representación en el Español del clásico de Fernando de Rojas, lo que más me ha dolido ha sido lo de "Entre borrador y borrador, se enamoraron". Porque a ver, dónde encuentras tú un maromo que esté en contra de tus leyes (aunque su afición por la piratería con tanto dinero como tiene le pone a uno la mosca detrás de la oreja) y aún así te ayude a ganar un premio literario de 150.000 euros. Lo más gracioso es cuando dice ella en su favor que se enamoró de un gran editor que ni la ha editado ni publicado. Angelota, cari, si se rumorea que te ha escrito media novela. Para mear y no echar gota.

También me ha dejado con la vejiga tímida lo de que sean novios de fin de semana, pero luego vivan una en Madrid y el otro en Barcelona. Eso es lo que yo llamo nacer con una orquídea en el derrière. Vamos que, en cuanto llegue a Barcelona, lo primero que voy a hacer es ir a cenar a La Camarga a hablar con Irene para que me haga cinc cèntims del marqués, porque vamos, servidor está harto de travestirse de pijo para ir al Maculato y ni un dj, oyes.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Emotionated

Esto es lo que yo llamo comerse con los ojos a un hombre con el pelucón Catherine Deneuve (él, no ella).

martes, 12 de noviembre de 2013

¿Hay algo que importe más?

Como los erizos, ya sabéis,
Los hombres un día sintieron su frío.
Y quisieron compartirlo.
Entonces se inventaron el amor.
El resultado fue, ya sabéis,
Como en los erizos…

Luis cernuda

Después de este prolongado luto tan brooklyniano, algunos pensarán que la muerte de Lou Reed me ha hecho replantearme las cosas. Nada más lejos de la realidad: el hígado que le mató sólo me da ganas de seguir bebiendo. Que sí, que cada vez me noto el centro de gravedad más bajo, como Messi, pero hasta que no lo tenga por los suelos no pienso dejarlo, el halconeo, se entiende, y por halcón no me refiero a la cara del futbolista, sino a la cachonda de la RAE: Dicho de una mujer desenvuelta: Dar muestra, con su traje, sus miradas y movimientos provocativos, de andar a caza de hombres. ¿Hay algo que importe más?

No sé cómo puntuaría este blog en el test de Bechdel, ya sabéis, el baremo del feminismo en las películas (debe haber una escena al menos en toda la película con dos mujeres que hablen de otra cosa que no sea un hombre). Supongo que me suspenderían. Sería muy superficial por mi parte pretender hablar de otras cosas. Otro tema es la distancia con la que hable. Ahí sí que me he convertido en un erizo de Schopenhauer, sobre todo desde que he cambiado de champú. Qué, ¿que no habíais visto un hipócrita antes? Desde aquí os lo digo: en el fondo todo se reduce a utilizar una crema suavizante para las puntas y mantenerse alejado de la postura 21 del Tai Chi.

viernes, 25 de octubre de 2013

Entre l'ennui et l'horreur

Hoy me levanto con la noticia de la filtración del disco de Arcade Fire y decido que ese va a ser mi disfraz para Halloween: de filtración de disco de Arcade Fire.

Por cierto, que Reflektor tiene una letra muy Sociofobia (muy anti-redes sociales, pro-Snowden, con mucho amor y narcisismo de por medio). Me encanta cuando dicen entre la nuit, la nuit et l’aurore”, porque yo oía “entre l’ennui, l’ennui et l’horreur”, pero luego leo en Internet que puede que sea buscado y ya no me hace tanta gracia.

Todavía no he decidido si el disfraz será rollo Orfeo Negro, la película que han utilizado para uno de sus lyrics videos (el disco por lo visto es un homenaje al mito de Orfeo y Eurídice, véase la portada, con la estatua de Rodin) o rollo la actuación de Here comes the night time en la NBC.

Otros disfraces que he pensado: del malo subnormalico de Superman 2 (quién me iba a decir a mi de chico que se iba a convertir en un sexsymbol mundial 30 años más tarde), de la prota de Girls, de Coque Malla, de Jodie Foster en Taxi Driver, de Manolo Escobar o de la decadencia de Madrid.

Llevo todo el mes leyendo réplicas al torticero artículo de El País sobre la debacle de la capital, cuando en realidad es muy poco Madrid rebotarse por ese tipo de comentarios, pudiendo hablar de la hernia de Bale (otro gran disfraz) o del proyecto de las nuevas pantallas de Callao. Mi relación con esta ciudad se resume en lo siguiente: que Madrid no me toque el moño, que yo no se lo tocaré a ella.

 

jueves, 24 de octubre de 2013

Sociofobia, de César Rendueles

Sin duda, el libro de este otoño en Madrid.


Empieza hablando de los holocaustos de la era victoriana y termina en el postscript con una cita de Richard Stallman: "Poner patentes a licencias sobre el software es como poner patentes sobre las recetas culinarias. Nadie podría comer a menos que pagara por la licencia de la receta".

Con la excusa de denunciar el ciberfetichismo (Internet como solución a todos nuestros problemas, en este caso políticos y de acción colectiva), este profesor de sociología de la Complutense desgrana el estado de la cuestión de la izquierda post-11M, el copyleft, el cyberactivismo, la ideología californiana, la incapacidad digital para el cuidado mutuo y, en definitiva, esa discybertopía blackmirroriana hacia la que vamos.

Utiliza esa amenidad que tan de moda se ha puesto en filosofía (de compararla con las series o los Simpson) para llenarlo de anécdotas de la economía de casino aplicada a las editoriales, la distribución sin ánimo de lucro del Nothern Soul, el aumento de los patent trolls o el juego del ultimátum aplicado al crowfounding.

Algunas son verdaderamente reaccionarias, como la de Psiphon, una herramienta de copyleft desarrollada para facilitar el acceso anónimo a Internet a países con censura virtual como China, utilizando servidores occidentales como puente. Luego todos chinos se dedicaron a ver porno y cotilleos de celebrities.

Amador Fernández-Savater, en un artículo muy interesante, señala la fascinación que sienten él y el autor (a los que me uno) por el pensamiento reaccionario.

Otras son divertidísimas, como el chiste del Papa, que va a un país africano y pregunta a uno de su séquito: "pero, ¿cómo están estos niños tan delgados?", y este responde "Santidad, es que no comen", y el Papa se agacha a uno de los niños y le dice en tono cariñoso "Hay que comer…"

Otras son tan políticamente incorrectas con el comunismo que Belén Gopegui le recriminó en la presentación de su libro.

A mí me ha ofendido un poco cuando habla de los actos perfectos de Aristóteles y desprestigia a los que nos podemos sentir plenamente felices comprando una camisa, o cuando llega a hablar de Ikea, Zara o HM como posibles avances de una versión socialista del consumo de masas. La izquierda siempre sin entender el mundo de la moda.

Por no hablar de cuando critica a las amas de casa anestesiadas con tranquilizantes de Mad Men. Tanto hablar de la dependencia y el cuidado mutuo (acaba de ser padre) y ahí patina de machismo, como si las amas de casa tuviéramos tiempo de anestesiarnos. Cariño, el sexismo NO es un subproducto del consumismo.

Pero bueno, en conjunto un libro super-recomendable que sacará de sus casillas a leninistas, negrinianos, hackers, anarquistas, posmodernos, profesores y haters de distinto pelaje.

miércoles, 16 de octubre de 2013

¿Babelia o La Otra Crónica?

En en este país, antes de Twitter, o eras del Babelia o eras de La Otra Crónica. O eras un progre con ganas de cultureo o eras un reaccionario con ganas de cachondeo. Ahora los primeros se han convertido en revolucionarios de la izquierda iPhone, mientras los segundos se han enganchado al TDT Party.

Aquí os dejo un par de noticias de la vieja escuela (la primera no es estrictamente del Babelia, pero seguro que antes de dos años sale una crítica de Marcos Ordóñez sobre una obra del Teatre Lliure basada en los secuestros virtuales, si no, al tiempo; la segunda es de mi adorada Sánchez-Silva, no sé por qué El Mundo le quita el guión):

Marionetas del miedo

La otra vida de Mario Biondo

lunes, 14 de octubre de 2013

La increíble mujer menguante

A propósito de “Cómo ser mujer” de Caitlin Moran 

* No sigas leyendo si no te has sentido alguna vez un poco mujer.

* Tampoco sigas leyendo si eres de esas mujeres que piensa que ya ha conquistado todos sus derechos. Que a estas alturas de nuevo siglo, si te sientes discriminada, sólo tienes que poner una denuncia en el juzgado de guardia más próximo. Lo único que falta por conquistar son los puestos de dirección en las grandes empresas. El resto de quejas es pura complacencia y victimismo. Curiosamente es lo que piensan también muchos hombres sobre las feministas.

* Deja de leer inmediatamente si crees que la mujer es adicta a la autocompasión. Precisamente, cuando Caitlin se compadece por tener que llevar tacones, hacerse la cera o tener que aparentar menos años de los que tiene, está haciendo comedia (como cuando Woody Allen se ríe de los judíos), algo tradicionalmente vetado a la mujer.

* No pases del prólogo si cree que el feminismo es algo académico y no tiene nada que ver con el Hola, Sexo en Nueva York o la princesa Letizia.

* Tira el libro a la hoguera si no crees que el aborto es sagrado.



Hasta aquí el libro de la Caitlin. Yo iría más allá y hablaría de una “cultura mujer”, de la misma forma que hay una cultura gay, skate o negra. Aunque le duela a la Caitlin, deprimirte porque no te entran unos pantalones es algo muy mujer, como lo es fantasear con historias sentimentales con nuevos compañeros de trabajo o ver a Miley Cyrus un poco guarrilla. No pasa nada, no todas las culturas tienen que ser 100% positivas. Los gays son todos promiscuos y obsesionados con el culto al cuerpo. Sinceramente, no creo que un libro como este cree conciencias sobre el depilado de las ingles de la mujer. Desgraciadamente para ellas, tiene mucho más peso lo que opine una vieja anoréxica como Karl Lagerfeld que cincuenta Caitlins. Tampoco creo que vaya a hacer mucho por la mujer en los países en desarrollo. Su trauma porque no le gustan los bolsos de 600€ podría resultarles ofensivo. Pero aunque sólo sea por morir en el intento de reivindicar para la calle las palabras "feminista recalcitrante" a estas alturas de los estudios queer, creo que vale la pena. Eso sí, la traducción no me pareció tan buena como glosan las críticas y tampoco me parece un libro para editarse en Anagrama, allá Jorge Herralde. Debería ser un libro barato de portada chillona para leer en el metro. Ni siquiera le pega el triste marco de un e-book.


viernes, 11 de octubre de 2013

Tatuajes

El otro día en el gimnasio, absorto en la filigrana del tatuaje de uno de mis compañeros de pesas, me vino a la mente aquella gran frase de Rita Hayworth: “They go to bed with Gilda, they wake up with me”. A mí me pasa justo al revés: se acuestan conmigo y se despiertan con Gilda. Otros pensamientos que me embargan mientras salto de tatuaje en tatuaje, digo, de máquina en máquina:

• Leer un libro sobre David Foster Wallace sin haber leído nada de Wallace es muy Wallace.

• A veces pienso que me pasa como a Marilyn, que “my looks are against me”.

• Ni pa ti ni pa mí, un 69.

• Hoy me he levantado echando de menos la puntuación de Haro-Teclen.

• Qué pesada la Chenda con los wasaps.

• Me ha costado mucho aprender a leer en diagonal la prensa como para aprender a leerla en hexagonal en Internet.

• ¿Y las gafas de Google? Sí que tardan. ¿Cómo sería ese tatuaje visto con ellas? ¿Te explicarán la etimología del símbolo o los motivos por los que se lo ha hecho?

• Eso no es un novio, eso es un tumor.

• En esta máquina me siento como los gordos de Wall-E.

• You have bewitched me body and soul.

• Lo más difícil para un actor orgánico debe ser interpretar a alguien inteligente.

• Las palabras que más odio son: no puedo permitírmelo.

• No podré respetar a nadie que no entienda la indulgencia consumista.

• Estoy exánime. Venga, hasta luego.


martes, 8 de octubre de 2013

Canciones con nombres de actores

Hay una tradición en la música indie de poner nombres de actores a las canciones, preferiblemente de secundarios, olvidados o malditos. Hay cientos really, pero estas son mis favoritas.

“Clint Eastwood” de Gorillaz. De las pocas que fueron single.


“Faye Dunnaway” de Casey Spooner. No es el primero en cantarle a Faye, ya lo hizo Edie Segwick. Os dejo una remezcla, porque el montaje es muy maricón.


“Clark Gable” de Postal Service. Estos son los que tienen más morro en la letra, con lo de “and I kissed you in a style clark gable would have admired”.


“Winona” de Matthew Sweet. Ella debe ser de las actrices más citadas en la música. Yo lo entiendo.


“Ernest Borgnine” de John Grant. La más deprimente, sobre el sida y la relación con su padre. Marty, la película de Borgnine parece Mary Poppins a su lado, y mira que era deprimente.


“Ralph Macchio” de Annie. El típico chicle que se te pega a las zapatillas en la pista de baile y luego sube, se enreda en los cordones y cuesta horrores quitar. Este mes me ha pasado dos veces.


“Klaus Kinski” de Luke Haines (ex The Auteurs y ex Black Box Recorder). Mi cantante del mes (del que además estoy leyendo Bad Vibes): “Klaus Kinski came back from the dead. To terrorize the ones who will left in the auditorium of the Deutschland Berlin Hall. Who needs people? Who need friends? They only drive you round the fucking bed. Only hope will kill you after all”.

jueves, 26 de septiembre de 2013

La dieta Pacopepe

También conocida como la dieta Nueva rica, la dieta Exquisiteces, la dieta La Chunga, la dieta Yugo, la dieta Outlet, la dieta Merkel o la dieta ¿Dónde estoy?


Es una dieta que parte de las enseñanzas de otras dietas, como la Atkins, la Dukan o la Pibón, pero con una filosofía muy de nueva rica rusa. La duración depende de lo rusa que seas y los kilos que quieras perder.

1) Pero vamos a empezar por lo que debería empezar cualquier dieta: la moda. Esta es una dieta ideal tanto si quieres ir vintage como Versace. Paradójicamente, es una dieta muy Merkel, porque permite aprovechar al máximo tu armario y recuperar esas prendas que pensabas que ya nunca más podrías ponerte. Busca esos shorts blancos de tiro alto de D&G o esa camiseta de licra negra de Versace que te compraste en un outlet antes de que explotara la burbuja y que todavía no has estrenado y te los pones para andar por casa, por supuesto, descalza. Como decía Dionisio Areopagita, los pies descalzos significan “desprendimiento, liberación, independencia y purificación de toda exterioridad”. Aparte, te evita la molestia de tener que descalzarte cada vez que te subas a la báscula. Porque otra de las características de esta dieta es que tienes que estar todo el día subida en la báscula. Piénsalo de esta forma: tiempo que estás en la báscula, tiempo que no estás delante de la nevera.

2) Lo siguiente es decidir cuántos kilos quieres perder. No te cortes, piensa siempre en las palabras de San Juan de la Cruz: “Mi yugo es suave y mi carga ligera”. Básicamente tienes que elegir tu Yugo, que funcionará a modo de peso bisagra: por encima de él, estarás castigada y no podrás desayunar, coger el ascensor ni cenar el domingo. Lo sensato es elegir un peso factible, digamos aquel que permita a tu hombre ideal levantarte en volandas como si fueras el Rey León. Por cierto, se recomienda poner una foto de tu Mufasa particular pegada a la nevera con cara de cierto desdén.

3) Es preferible tirar por la ventana esos platos palangana XL de restaurante de diseño de los noventa y hacerte con una vajilla de Zara Home Kids. Tus raciones deben ser minimalistas, pero no parecerlo.

4) La base de esta dieta es el efecto saciante. Por ejemplo, hay que sustituir cuatro comidas a la semana por dos tomates aliñados. Pues bien, esos tomates tienen que ser ecológicos de huerto, porque si no, no hay quien llegue a la noche con dos insípidos tomates transgénicos. Puedes aliñarlos con todo el aceite que quieras, eso sí, de primera prensada. Lo ideal es sustituir las cenas y no las comidas, pero a servidora le resulta muy triste ponerse enfrente de dos tomates por la noche, después de una merkeliana jornada laboral, por muy felices que se hayan criado, como insiste la dependienta de mi frutería ecológica que, para colmo, se parece a la cantante de Chambao.

5) El resto de comidas, lo de siempre: carbos al medio día, proteínas por la noche. Pero recuerda, que sean saciantes. Recomiendo roast beef con salsa en su jugo, vieiras con judías, sopa castellana, Steak Tartar (cuidado, se pronuncia /steik/: aunque seas una gorda absurda, que se note que tienes mundo), sashimi de toro de atún, anchoas con salmorejo, espárragos a la plancha, nueces con parmesano… Son alimentos saciantes que fomentan la sensación de umami, lo que permite reducir las raciones, además de ser buenísimos para el esmalte de los dientes porque aumentan la salivación.

6) Los fines de semana, se recomienda ir a tu tienda delicatessen favorita (o de exquisiteces, como las llama mi madre) y dejarte la visa. Lo último son las catas de jamón ibérico de bellota pata negra. Después, tienes que salir a bailar, a beber y a fumar como si no hubiera un mañana. Os dejo un vídeo con algunas de mis últimas rutinas. Si a la mañana siguiente te despiertas y no sabes donde estás, es señal de que lo has dado todo. Vas por el buen camino.

8) Como todas las dietas, desgraciadamente tiene efecto yo-yo, aunque ahora estamos trabajando en las enseñanzas de San Juan de la Cruz sobre cómo destetar y desarrimar el paladar de las cosas del siglo. En palabras del poeta: “para que un alma llegue al estado de perfección, ordinariamente ha de pasar primero por dos maneras principales de Noches, que los espirituales llaman purgaciones o purificaciones del alma”. Básicamente, es tomar dos noches una combinación de pan y agua con glutamato monosódico en polvo y un cóctel de laxantes. Ya os contaré.


martes, 24 de septiembre de 2013

Hipsters don't lie

Ayer me crucé con un muchacho que ni siquiera era mi tipo y me preguntó por el museo del Jamón y yo entendí el museo del Amor. Helloooooooooooou? No miento si os digo que iba con los cascos escuchando Fame, de Stars on 33, que tiene mucho falsete, pero c’mon!!!


¿Cuándo hemos pasado del “por qué Falete tiene novio y yo no” a confundir “Las Bravas de Espoz y Mina” con “te quieres casar conmigo”? Necesito que termine este veranillo del membrillo, que bajen aunque sea 4 grados. Para colmo, los partidarios de la exuberancia irracional hemos sufrido un duro revés esta semana con la victoria de Merkel en las elecciones. Más contención aún, como si no hubiera estado ya bastante yermado mi menda lerenda este estío.

Le tenía que haber cantado aquello de: “yo, que pude reinar, lo dejé por quererte ser fiel, abdiqué y perdí”. Pero mejor no hablar de abdicaciones. No os quiero aburrir con mi episodio con la cadera esta semana y mucho menos convertirme en una Arkadina de la vida, tbh. Sólo os diré que el sábado por la noche me lesioné à la Gareth Bale y acabé bailando con una cadera en Nerja y la otra en Marbella en un club de hipsters donde me he prometido no volver más hasta que llegue el Adviento.

lunes, 23 de septiembre de 2013

De campo y pueblo

En estos tiempos de Instagram, viene el hijo de Clint Eastwood y nos enseña el palmito en un reportaje náutico en la revista Town and Country que corre como la pólvora por todas las redes sociales. La revista me tiene toda la pinta de ejercicio de nostalgia derechona del Amarican Way of Life de los cincuenta, con titulares como El nuevo John Wayne. Que se tenga que meter un puro en la boca para resultar masculino no es más que otra prueba de lo blandos que se han vuelto los hombres americanos, que tienen que recurrir a actores ingleses para sus papeles más machotes (Tom Hardy, Barry Sloane, Jack Davenport). A su favor, aclarar que no ha dicho (como se escribió en El País el sábado) que no quiera ser “una de esas estrellas del pop amaneradas”, sus palabras fueron "I want to be a man's man - not a kid actor or a glitzy pop star”, que tampoco es que sea de matrícula de honor, pero bueno, glitzy tiene más que ver con el glamour y el lujo que con el amaneramiento.




Investigando he encontrado una foto del padre mucho antes de convertirse en Harry el Suicio. No es muy man's man tampoco. Quiero pensar que la culpa la tiene el bañador:

martes, 17 de septiembre de 2013

El canguro

Ayer estaba viendo 'El canguro (2011)', remake descarado de 'Aventuras en la gran ciudad', una de mis películas favoritas de 1987.



Jonah Hill, en su último papel de gordo (acababa de rodar Moneyball, por la que le nominaron al Oscar) interpreta a un canguro de tres niños insoportables que se internan en los peligros de la gran ciudad. Uno de los niños es un latino pirómano, la niña está obsesionada con el maquillaje y los famosos, y el otro sufre ataques de ansiedad y tiene que tomar pastillas. En una escena en el metro de NY, este último se queda mirando a una pareja gay que se hace mimos en el asiento de enfrente y entonces todos nos damos cuenta que el niño es maricón. Su canguro también se da cuenta y más adelante le da una charla sobre lo mal que lo va a pasar en el instituto y lo bien en la universidad. Creo que es la primera película dirigida a niños que incluye el despertar homosexual. Para los que nos tuvimos que conformar con el beso hetero a oscuras de Los Goonies (toda una metáfora de despertar sexual), de verdad que es un cambio.

Además, sale una de mis canciones favoritas de este mes que, de repente he descubierto que tiene dos años:

miércoles, 11 de septiembre de 2013

¿Nos hemos enamorado por encima de nuestras posibilidades?

Anoche estaba viendo otra vez “Sweet Home Alabama” cuando, de repente, tuve una revelación: la comedia romántica ha muerto.


Patrick Dempsey (que lleva romcom grabado a fuego en la frente) cierra Tiffany’s en Nueva York con veinte dependientes dentro con cara de hienas para proponerle matrimonio a Reese Witherspoon. Fue entonces cuando cristalizó la idea al mismo tiempo que el pedrusco en la mano de ella: ¿qué hombre* se atreve ahora a cerrarte un Tiffany’s, para que le investiguen después sus cuentas en el extranjero? Y quien dice cerrarte una joyería, dice unas vacaciones en las Seychelles o una cena en El Celler de Can Roca.

Como decían en "Laberinto de Pasiones": sin dinero, nena, no coche, no chica, no tate, no vicio, no rímel.

¿Cómo no se me había ocurrido antes asociar la comedia romántica con la burbuja inmobiliaria? Si lo piensas bien, las dos nacieron al mismo tiempo. Últimamente nos han querido vender “Tú y yo”, “Desayuno con diamantes”, “Vacaciones en Roma”, “El apartamento”, “Descalzos por el parque”, “Tal como éramos” o “Annie Hall” como comedias románticas, pero cualquiera con conocimientos básicos en la historia del cine te puede desmontar esa teoría.

Los inicios de la romcom as we know it se pueden fechar en “Cuando Harry encontró a Sally” (1989), que no es una comedia romántica propiamente dicha, pero presentó a la que fue sin duda la primera reina del género, Meg Ryan. Curiosamente, se hizo famosa por fingir un orgasmo en la película, todo un bautizo que se abre a multitud de interpretaciones:

1) Marxista: si las comedias románticas estuvieran destinadas a reimplantar la idea del amor romántico del XIX para fomentar la compra de casas por parte de las parejas (cosa que mi estilo vistiendo me impide afirmar categóricamente), el orgasmo fingido de Meg (que ningún hombre pudo olvidar por muy inocente que se mostrara en películas posteriores) sería el símbolo de la capitalización del erotismo de la mujer que es capaz de fingir un orgasmo (y, por lo tanto, de fingir el amor, pues sexo y amor nunca van separados aquí) para conseguir un techo.

 2) Quijotesca: si la mujer es capaz de fingir sexo y amor, es consciente de que el género (el cinematográfico y el femenino) es una farsa y lo utiliza como escapismo, a la manera que el hombre utilizaría las películas de acción (con el riesgo para las solteras de larga duración de llegar a creerse demasiado esas historias y confundir molinos con príncipes azules).

3) Serendípica: la coincidencia de ese orgasmo con el inicio de la burbuja inmobiliaria sería lo que los ingleses llaman una coincidencia feliz, como también sería una casualidad que coincida con el nacimiento de Internet (y con ella, el mayor acceso al porno por parte de los hombres en la historia de la humanidad). De hecho, una de las características principales de la comedia romántica es la serendipia.

Puede que ninguna de estas teorías sea cierta, pero desde que explotó la burbuja en 2007, la comedia romántica empezó a sufrir un descenso progresivo en la calidad de las estrellas, los guiones y la dirección. ¿Dónde están las nuevas "Notting Hill", "Algo para recordar", "Serendipity", "Sucedió en Manhattan", "Love Actually", "La boda de mi mejor amigo", "El diario de Bridget Jones", "Sólo tú" o "Hitch"?

Me atrevería a marcar su ocaso con “Qué les pasa a los hombres” (2009), metacomedia romántica ("He's not that into you", su título en inglés) que desmonta las claves del género, burlándose precisamente de su lado quijotesco (todavía no ha salido ninguna que se burle desde una óptica marxista: a todos nos da pudor relacionar amor con dinero). Lo que vino después (“500 días juntos”, “La cruda realidad”, “La proposición”, “Con derecho a roce”, “Crazy, stupid, love”, “Amor y otras drogas”) huele a pescado congelado.

¿Llegamos a confundir en los 90 amor con consumo? Desde luego eran películas más sobre cómo cazar a un hombre (la obsesión americana con los anillos de pedida) que sobre la irrupción del amor. Si aceptamos la hipótesis de la mercantilización del amor, ¿el romance es incompatible con la crisis o se pueden aplicar políticas de austeridad en asuntos del corazón? ¿Debemos hacer responsable a Internet, con los portales de búsqueda de pareja/sexo a la carta, o simplemente la comedia romántica ha sido el primer género en caer debido a la piratería?

Al igual que la segunda guerra mundial acabó con la screwball comedy (su irreverencia, anarquía y cinismo están más relacionados con el amor para mi gusto que las romcom), me atrevería a decir que la recesión debida a la burbuja inmobiliaria ha acabado con el amor blando y materialista. ¿Hacia dónde nos dirigimos? No me preguntéis a mí, yo sólo soy una chica delante de un chico pidiéndole que la quiera.

*Casi siempre, en este blog, cuando hablo de hombre y mujer me refiero al género, a las construcciones sociales sobre lo masculino y femenino, no al estatus biológico. Hay mucho hombre que es muy mujeeeer y viceversa.

martes, 10 de septiembre de 2013

Aprovechando la rentrée

Para aquellos que estabais de vacaciones, vuelvo a insistir en mi primo el Chihuahua en Madrid (pinchad a la derecha, debajo de Mis blogs), un blog que creé a principios de agosto: the Doris Day to my Rock Hudson, the Robin to my Batman, the Carmen Sevilla to my Algueró. Sí, ya sé que estoy muy pesada.


La marca Madrid: a relaxing cup of café con leche

Antes de nada quiero comentar mi último hobby: es una app que me enseñó Eva que se llama Perfect 365, con la que puedes retocar tus fotos: aplicar filtros, flous, afilar la nariz, limar la mandíbula, aumentar pómulos. No soy muy aficionado a la fotografía (no es de ahora, es de siempre), pero pensé que tenía que probarlo. Cuando por fin saqué un rato, me volví loca: como es una aplicación para mujeres, no puedes aumentar el tamaño de las cejas, sólo reducirlas, pero tiene una gama de maquillaje que ríete tú de la Sta. Pepis. Servidor, que tuvo contadas oportunidades de jugar con la Gwendolyn de pequeño, vio el cielo abierto. Desde aquí quiero dar las gracias a los amigos que me han servido de cobaya. No publicaré las fotos por respeto a sus familias, pero el que quiera que me siga mandando.

A una ciudad no se le puede hacer un lifting en un día, ni siquiera en un año: sus memes (genes culturales) pesan demasiado. Y la verdad es que entre Madrid o Tokio, qué queréis que os diga. En Tokio se han rodado “Lost in Translation” o “Lobezno Inmortal”; aquí, “Holmes & Watson: Madrid days” y “Desde que amanece apetece” (la película que eligió TV1 para ahogar las penas después del chascazo de Buenos Aires. Qué grandes). Es lo que va de Javier Marías a Murakami (no digo que el primero sea peor, es la idiosincrasia de cada uno), de Shibuya a Malasaña, de la tapa con chorizo al sushi, de los anuncios de Comme de Garçons a los de Loewe. Por no hablar de economía y consumismo: la lista de sponsors de la candidatura japonesa o las 11 tiendas que tiene Vuitton sólo en Tokio.

Adolfo y yo supimos del Bienvenido Mr. Marshall que se nos venía encima cuando conectaron el sábado a mediodía en el telediario con el descampado donde está abandonado el Estadio de la Peineta y con la salida de metro de la Plaza de Toros de Las Ventas, que parecía que iba a salir pidiendo la señora del anuncio de seguros de Almodóvar (http://champan-y-zumo-de-naranja.blogspot.com.es/2013/03/y-los-espanoles.html).

En cuanto a Ana Botella, qué decir: sigue siendo mi musa indiscutible, la suegra ideal, la profesora hijaputa el resto del año de la que te haces amigo en el viaje de fin de curso, Hillary Clinton y Sarah Palin en una. La pobre, que se ha dejado la piel literalmente aprendiendo inglés para que ahora los catetos de turno vengan a reírse de su acento (¿acaso los americanos se ríen de Hillary cuando chapurrea en Spanish?). Dar ese discurso cuando ya sabes que tu candidatura ha perdido (porque es imposible que no lo supiera) es de amar. A modo de homenaje, terminé la noche del sábado más despeinado que ella, pero esa es otra historia.

No es que no me guste el café con leche en la plaza Mayor (prefiero el de la Plaza del Ángel, que hay más Winstrol), pero aquí hago otras propuestas para la marca Madrid, a ver si levantamos el ánimo: Gareth Bale, la madre de Gareth Bale, el padre de la novia de Gareth Bale en Barcelona, Eurovegas, el principio de Las brujas de Zugarramurdi, la reciente soltería de Miguel Ángel Silvestre, los problemas de la Casa Real, el World Pride 2017, la próxima película de Amenábar, las últimas novelas de Santiago Lorenzo y Manuel Longares… Como dijo uno que pidió un vermú rojo de Madrid el otro día en el Mercado de San Miguel cuando le preguntaron si lo quería suave, seco, fuerte: "Vermú rojo, de Madrid".

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Vinos recomendados

* Clos Mogador (Catalunya/Priorat)
Por ser pionero y estandarte del Priorat. Por haber empezado y permanecido en la brecha. La bodega se creó en 1989 de la mano del enólogo René Barbier. Clos Mogador es el nombre del viñedo. Entre las cualidades de los clásicos siempre estuvo el perdurar.
Garnacha, syrah, cabernet sauvignon.

* Prado Enea (Bodegas Muga/Rioja)
Por la bodega. Calidad y actitud intachables. Únicamente sale al mercado los años que la cosecha vale la pena. Y valer la pena en Muga no es cualquier cosa.
Tempranillo (80%) Garnacha, graciano y mazuelo (20%)

* Terreus (Castilla y León/Bodegas Mauro)
En el top ten de los grandes, grandes vinos de España. Un vino de pequeña finca avalado por el ex-enólogo de Vega Sicilia.
Tempranillo

* Vega Sicilia Único (Valbuena de Duero)
El único que debe estar en una cava de calidad. Con raza. Muy español.
Además de tempranillo, más cabernet sauvignon que merlot

* Remírez de Ganuza Rsva (Samaniego/Álava/DO Ca Rioja)
Por ser un obsesivo de la calidad. Cualquiera de sus vinos iría en esta lista. Moderno, primando calidad y frescura. Sin pretensiones, al contrario que otros vinos con los que cuesta terminar una botella.
Tempranillo (90%) Graciano (5%) Pieles viura y malvasía (5%)

* Ataulfos (Bodegas Jiménez-Landi/Toledo/ Méntrida)
Gran vino de pago. Llevando hasta sus últimas consecuencias los defectos y virtudes de la filosofía del terroir.
Garnacha 100%

* Bodegas Tradición (Jerez de la Frontera, Cádiz)
Sólo en Jerez son capaces de usar la técnica del encabezado (los ingleses lo llaman fortify) consistente en añadir alcohol al vino sin dejar de llamar vino al producto resultante. Olorosos de vejez cualificada.

* Pairal (Penedés/Can Ràfols dels Caus)
Blanco con sólo cuatro meses en barrica que puede aguantar hasta 5 años en bodega.
Txarel.lo

* Milmanda (Bodegas Torres/Conca de Barberà)
Porque también hay blancos clásicos que siguen apostando por la calidad.
Chardonay

* De nit. Raventòs y blanc. Cava rosè
El champán de los pobres. El nieto acabará abandonando la D.O. por los mismos motivos por los que la creó el abuelo: el temor a que el cava terminase vulgarizándose, como así ha ocurrido.

(Thx, brother)

viernes, 30 de agosto de 2013

When you are stealing that extra bow

Termina uno de los veranos más secos que recuerdo y lo peor es que no espero ningún desagravio. Llega un momento en la vida en el que prefieres que no cambie nada, porque los cambios no suelen ser a mejor. Luego vuelves a echarlos de menos, porque te recuerdan que estás vivo. Como Joan, yo soy de los que piensan que para recordar que estás vivo no hay nada mejor que una buena minifalda y un buen lifting (no, Ivana, el bótox es para las bestias). Pincha en la foto para ampliarla.

lunes, 19 de agosto de 2013

Si es caballa o si es cazón

No suelo repetir vídeos, pero es que este me lo han quitado desde que lo subí en 2009, así que aquí está otra vez. Lo que empezaba entonces a conocerse como Chuecatina, se ha consolidado y la verbena de la Paloma, entre el desfile con los bomberos llevando a la virgen, pasando por los concursos de mantones y las barras en la calle hasta las 3 de la madrugada (este año, de miércoles a sábado), ya se conoce como el Orgullo Chico. Además, la media de edad es más alta que en el Orgullo Grande.

jueves, 8 de agosto de 2013

Find My Love

Somewhere out there there must be a boy for this girl
Could be anywhere, could be next door or the other side of the world
Call up my radio, give them my number
Tell them to put it out on the air

martes, 6 de agosto de 2013

Whisky con sifón

El Niño de Murcia, prácticamente desconocido en España, fue muy famoso en Francia en los sesenta, sobre todo por su versión tango del Esperanza, aunque el grito de Tarzán que le lanza al camarero al principio de esta no tiene pérdida. Soy borrachín, soy borrachón...

miércoles, 31 de julio de 2013

Clásica sobrecompensación

Bradley Cooper y Gerard Butler, después de regalarlos una de las fotos más románticas del verano en Wimbledon:


Esto es lo que yo llamo clásica sobrecompensación:



sábado, 27 de julio de 2013

Aquí sólo quedamos las locas

El último insulto a la inteligencia de las mujeres (y no me refiero a Lucía Etxebarria en el campamento, a la que encuentro muy siglo pasado, claro que Sánchez-Silva, la nueva Bernarda Alba del siglo XXI, ha puesto el listón muy alto en lo que a posfeminismos se refiere para mí) es esa app (Libres) presentada por Ana Mato esta semana con la que puedes saber si eres una mujer maltratada (o un maricón maltratado, que para el caso es lo mismo). ¿Qué será lo próximo? ¿una app para saber si te están violando? ¿una app que te diga si vistes demasiado masculina para poder inseminarte por la seguridad social? Como si no tuvieran bastante con entender la ingeniería avanzada de los aplicadores de tampones, la diferencia entre las perlas activas de las compresas y las de los detergentes, o lo que significa realmente 20 cm. ¿Para cuándo los diamantes activos en el culo de los calzoncillos? ¿Y unos aplicadores de condones para que los hombres aprendan de una vez a ponérselos? ¿Unos esteroides que no afecten al cerebro?

Oh, Dios mío, me estoy convirtiendo en Lucía… sólo me falta empezar a llorar y hablar bajito. Espera, qué haría Raquel en un párrafo así. Saco el Smartphone y empiezo a darle vueltas en círculo. Piensa, piensa, “gracias a mi Sony Xperia”… Ya lo tengo, primero, alabar la valentía y el coraje. ¿Quién ha sido valiente en esta historia? Desde luego, Ana Mato, que lleva siendo un ejemplo de superación todo el año, como una sirena rodeada de tiburones en Eurodisney. Y Amaia Salamanca, por hacer de sirena rodeada de maricones en el anuncio de Tampax. Marcas, marcas… el patrocinio es importante. ¿A quién se le ocurre presentarse en Sálvame con bragas de mercadillo a un euro? No, Lucía es una cobarde. Raquel, Raquel es otra sirena, qué haría Raquel. Una camiseta con mensaje, eso, ¿pero qué mensaje? Piensa en una frase divertida, algo que alivie un poco el luto nacional: el otro día, una gran, gran amiga mía gallega se encontró con un chapero llamado Darwin (famoso por la frase: “donde yo me paro, él no se para” que, ahora que lo pienso, además de gran frase de marica-mala es un perfecto resumen de la evolución de las especies) y le explicó que se iba a Londres. “¿A abortar?”, preguntó Darwin, que aprovecha la mínima para atacar a los creacionistas. “No, hijo, a trabajar”, respondió mi amiga, bajito y medio llorando. A lo que Darwin respondió: “No me extraña, cariño, Madrid está fatal. Aquí sólo quedamos las locas, mi amol, y a base de antidepresivos”.

Pues eso, que me voy a imprimir la camiseta y luego a la piscina con el tampax empapado en Grey Goose, a ver si borracha al menos alguien me confunde con una sirenita. Libre, libre, quiero ser…

martes, 23 de julio de 2013

Verano perro

“Raquel Sánchez Silva ha renunciado a la herencia de su marido, valorada tan solo en unos diez mil euros” reza con crueldad un artículo del Hola de esta semana. Desde luego, en la revista están acostumbrados a mover cifras con más ceros. Para formalizar la renuncia, o el renuncio (cuando hay notarios de por medio suele ser lo segundo), Raquel lleva una bolsa de papel llena de documentos colgada del brazo, al tiempo que sujeta su sempiterno Xperia (firma notarial patrocinada por Sony). “Para la ocasión eligió una original camiseta que llevaba el lema “vida perra”, toda una declaración, sin duda, del estado de ánimo que la embarga”, continúa la revista. Que el marido sólo tenía una moto, un par de ordenadores y algunas cuentas corrientes sin apenas ahorros. Un paria, vamos. La casa donde vivían era de ella, aclaran.

Fuera de la revista, me entero de que ella ha depositado en un guardamuebles todos los objetos personales de él y que mañana vendrá la familia Biondo a por ellos. Raquel ha salido corriendo de Madrid y se ha vuelto a Formentera.

Como diría Sheldon: "this is funny 'cos it's true".



viernes, 19 de julio de 2013

El autógrafo

Recuerdo que un verano de los 80, en la playa de Fuengirola, me armé de valor y le pedí un autógrafo a Yolanda, que estaba con sus padres unas tumbonas más allá.

miércoles, 17 de julio de 2013

Un chihuahua en Madrid

Aprovecho para anunciar el nacimiento de un nuevo blog que he creado, Un chihuahua en Madrid, como diría Sheldon: the Doris Day to my Rock Hudson, the Robin to my Batman, the Carmen Sevilla to my Algueró...

Es sólo una guía del ocio, con recomendaciones de cine, música, teatro, televisión, exposiciones, restaurantes, etc. Espero que os guste.

martes, 16 de julio de 2013

Famous guys I can cheat with



No que me vaya a hacer falta nunca la lista, pero por si acaso:

1. Jonathan Rhys Meyers
2. Thomas Hardy
3. Channing Tatum
4. Alonso Aznar
5. Sergio Ramos
6. Justin Timberlake
7. Jon Kortajarena
8. Russell Tovey
9. Jack Davenport
10. Jordi Alba

miércoles, 10 de julio de 2013

Fumando Xperio al hombre que yo quiero


• Este orgullo me he sentido más denostada que Marilyn Monroe en la Fox. Sí, es cierto que me cuesta más escribir una línea que a ella aprendérsela; que cuando me pongo el piloto automático, la comedia fluye; y sobre todo que, como a ella, my looks are against me. Pero qué queréis que os diga, no hay nada que no solucione una buena cota de malla. Lástima que cuando nos dimos cuenta el domingo, ya nos habían pisado, daaaarlin.

• Hoy, hablando por teléfono con una BFF que se quejaba de enfermar en Madrid, le he dicho “Nosotros no tenemos la culpa”. Ha sido la primera vez que me he referido a mí como madrileño y no he podido evitar sentirlo como un mal agüero.

• Se ha puesto a llover y me he acordado del poema de E.E. Cummings que cita Barbara Hershey en Hannah y sus hermanas, cuando dice aquello de: “nadie, ni siquiera la lluvia, tiene unas manos tan pequeñas” (en su antología “Buffalo Bill ha muerto”). Esta tormenta era más una hostia con manazas de travesti. Menos mal que ha parado.

• Como dijo otra BFF el otro día: “el amor hace el roce”. No entiendo que pueda ser de otra manera.

• Sólo espero que la próxima vez que me lo encuentre, me vea con otro y partiéndome de risa.

• Creo que voy a hacer una cura de silencio, que es lo último en N.Y.: voy a intentar no hablar ni escribir en varios días. Como traducir no es escribir, no cuenta.

• No sé qué pensará Don Draper de la última campaña de los tiburones de Sony.

• Voy a fumar en ello.

sábado, 29 de junio de 2013

Termómetro estival


Acabo de entrar en los 40 y tengo la sensación de que todavía nadie me ha dicho la verdad, así que no sé si soy la persona más indicada para ir pontificando, pero ahí va mi particular termómetro:

Sube: 

• Las ofertas de bótox y ácido en Grupalia: con unos médicos buenísimos con su título y todo.

• El ají amarillo: porque el tabasco irrita los labios, lleva demasiado vinagre, se carga los platos que vengan después y arruina el vino.

• El Bloody Mari de gazpacho: sustituye el zumo de tomate por gazpacho y el tabasco por el ají, y adiós resaca.

• Comer verduras: no os dejéis engañar por las dietas paleo, la carne no es para el verano. Cada vez hay más buenos restaurantes donde, para ahorrar en materias primas, apuestan por la alta cocina de verduras. Que sí, que pagar unos puerros a precio de gambas es un despropósito, pero para las gambas que ponían últimamente…

• Los pantalones Capri, tobilleros, cropped, remangados… eso sí, pitillo, pitillo.

• Con el ivoox, han proliferado los programas de radio de pseudocelebrities por internet: Mario Vaquerizo y Nacho Canut (gladyspalmera.com), Miguel Agnes (radiocarcoma.com), blogeras con pereza para escribir (Zapatos planos)… y en plataformas neardentales, Carlos Areces (La curiosidad mató al gato, en Radio 3), Francis Guzmán (de La Polaca, en Onda cero).

• El nuevo cine mejicano: no he visto nada, pero si está de moda, está de moda.

Baja: 

• El bótox en las axilas: la experimentación sobaquera es todo un clásico del verano, pero desde aquí os lo digo, amigas, no lo probéis. Secar, seca, pero la piel de alrededor se arruga como la entrepierna de un elefante.

• Mario Vaquerizo: ahora lo que más se lleva es ponerle a caer de un burro en la sobremesa de todos los restaurantes de la ciudad (menos El Paraguas, al que dice ir mucho: con lo rata que es y lo que le gusta el Burger King, qué queréis que os diga, yo no me lo creo).

• Los restaurantes con vistas. Una cosa es pagar por la decoración de un restaurante, el ver y ser visto (para esos días en los que tienes el estómago cerrado, algo que a mí no me suele pasar), y otra muy distinta es pagar por las vistas de las ventanas/terrazas, que es muy de pueblo.

• Y hablando del pueblo, los nombres de los casos de corrupción: Los señores del Sur (Eres); La dama de noche (Malaya); El Bigotes, El Albondiguilla, Don Vito (Gurtel); El conde empalmado (Urdangarín).

• La ley francesa del “fait maison”. Su objetivo es ejemplar: acabar con el uso de comida congelada e industrial en los restaurantes, ¿pero realmente hay tantos restaurantes donde se usa comida industrial? Yo soy un poco bisoño en cocina francesa, pero sus sopas siempre me han parecido un poco homogéneas y umámicas. Claro que aquí nos sirven algunos gazpachos que sólo les falta la publicidad en la loza.

• La excusa del no me había pasado nunca: señores, a partir de este mes, el Viagra ya es un genérico. Qué miedo de Orgullo…

• El calimerismo: que sí, que ya lo sabemos, te han bajado el sueldo, tienes que hacer más horas, no sabes si te vas a tener que mudar, estás siempre a la última pregunta, con los hombres, como el culo, y todo esto sin entrar en temas serios… ¿Qué mejor momento para mentir y decir que estás estupenda? Mejor dar envidia que lástima. Si hay que caer, mejor de unos Prada que no te puedes permitir.

jueves, 20 de junio de 2013

After dark, tira, María

Ayer, después de tres días encerrado a cal y canto, salí a darme un baño de masas. En Madrid, cuando quieres zambullirte en la muchedumbre, no hay nada mejor que tomarte una cerveza la terraza de La Sureña de la calle Fuencarral. Allí estaba uno de los gemelos de Gran Hermano haciendo lo propio. Sentí una extraña empatía con el muchacho. Como diría Sheldon: “aunque a primera vista parezca imposible, puede que no seamos boyfriend material”.

Yo, como los aparatos de Apple, soy muy mía pa mis cosas, pero hoy voy a daros algunos consejos para esas primeras semanas en que todavía no sabes cómo llamarlo (amor, sexo, pitorreo):

1. Cuidado con la elección de modelito: en caso de duda, mejor ir franciscano (salvo que seas del PP, en cuyo caso, ancha es Castilla y tú estás en el medio).

2. Cualquier mensaje/llamada a partir de las 9:00 de la noche no es trigo limpio, es lo que los ingleses llaman una booty call.

3. Si salís a cenar, al revés que con la ropa, mejor pasarse que quedarse corto. Como decían en El lado bueno de las cosas: “no porque pidas cereales esto deja de ser una cita”.

4. Pareja que no toma chupitos después de cenar en un restaurante no quiere sexo.

5. Si la primera semana salen a relucir las palabras: mi ex, gastroenteritis, drogas, Los Rebujitos (el grupo de música) o nineties bitch, algo huele a chamusquina.

6. No te conviertas en una de esas personas que se define por su relación, sobre todo el primer mes. Aunque a ti te esté costando horrores, no tiene sentido.

7. Que estéis empezando no significa que tengáis que experimentar en la cama. Deja las acrobacias para los rollos de una noche.

8. Por muy buen sexo que tengas, si es un cabrón, borrón y cuenta nueva. No hay nada peor que tener Alzheimer en la polla.

9. Misery loves company: si empezáis a contaros penas, this is not a love song, es más una reunión de alcohólicos anónimos.

10. Hablando del trinqui, si todas las noches acaban que parecéis protagonistas de una película de mumblecore, no olvides la botella de agua en la mesilla de noche (trust me: if anyone, I’ve tasted mummy sex in the morning, and it’s gross).

En caso de duda, yo siempre aplico la máxima de Arletty, la famosa actriz francesa a la que acusaron de haberse liado con un oficial nazi durante la ocupación alemana de París y se defendió diciendo aquello de: mi corazón es francés, pero mi culo es internacional. Pues eso, que estoy muy a favor de los asuntos del corazón y la patria, mais mon cul est international.

O como decimos en el sur: aceituna comía, hueso a la calle.

lunes, 17 de junio de 2013

The end of the world

De la gran Skeeter Davis: amo su vestido, amo su peinado, amo el fondo de los planetas...

Why does the sun go on shining
Why does the sea rush to shore
Don't they know it's the end of the world
Cause you don't love me anymore

Why do the birds go on singing
Why do the stars glow above
Don't they know it's the end of the world
It ended when I lost your love

I wake up in the morning and I wonder
Why everything's the same as it was
I can't understand no I can't understand
How life goes on the way it does

Why does my heart go on beating
Why do these eyes of mine cry
Don't they know it's the end of the world
It ended when you said goodbye

miércoles, 12 de junio de 2013

Noche de Reyes

Volví a ver a los Propeller en Twelfth Night, comedia que no conocía, de la última época de Shakespeare, y lo cierto es que todo lo que me chirrió un poco en The taming of the shrew, aquí estaba resuelto con maestría. Para empezar, en esta obra, el hecho de que todos sus intérpretes sean hombres tiene mucho más sentido. Viola, que cree que ha perdido a su hermano gemelo en un naufragio, se disfraza de hombre y empieza a trabajar a las órdenes del conde Orsino como paje, haciéndose llamar Cesario. Un hombre interpretando a una mujer que se disfraza de hombre da pie a numerosos juegos de palabras y situaciones equívocas, ya que obviamente se enamora de Orsino. Por si fuera poco tiene que interceder por el amor del conde con Lady Olivia, que está de luto y ha decidido pasar siete años sin ver a ningún hombre. El actor que hace de Olivia está soberbio como mujer, sin caer en el travestismo en ningún momento. Por supuesto, se enamora de Cesario y todo se complica al final cuando aparece Sebastian, el hermano gemelo de Viola/Cesario. Antonio, el amigo/salvador de Sebastian en el naufragio, tiene un discurso muy gay cuando le declara su amor (recientemente se ha definido como la expresión más fuerte y directa de sensibilidad homoerótica en las obras de Shakespeare): "This youth that you see here/ I snatched one half out of the jaws of death, / Relieved him with such sanctity of love, / And to his image, which methought did promise / Most venerable worth, did I devotion".

En general es una obra sobre el amor. Ya lo dice Orsino nada más empezar: “If music be the food of love, play on”. Yo, por supuesto, me enamoré varias veces (if theater be the food of love...). También hay canciones escritas por Shakespeare, algunas preciosas, como la de “O mistress mine” y sobre todo “The Clown song” cantada por el bufón, con el famoso verso de “For the rain it raineth every day”.

Mención aparte merecen los secundarios. El bufón está simplemente ESPECTACULAR. Y el criado Malvolio tiene las escenas más agradecidas de la obra, como la del jardín donde descubre la falsa carta de amor de Olivia, que puso a todo el teatro en pie. Una obra mucho más dinámica y redonda que The taming…, las dos en los Teatros del Canal, sin duda, el mejor teatro de Madrid con diferencia. Lástima que no tenga una librería y que la cafetería no esté a la altura.



lunes, 10 de junio de 2013

El fierecillo domado

Empecé a ver The taming of the shrew de la compañía Propeller pensando que me había equivocado de día y había sacado entrada para Twelfth Night. Cateto de mí, no sabía que la obra tiene lo que se llama una Inducción, de forma que la historia de Verona queda dentro de otra historia, la de Sly, un borracho al que gastan una broma tratándolo de señor y para el que representan la historia de Petruchio y Kate. Por lo visto, en algunas representaciones, Sly se queda dormido mientras ve la historia, aunque en esta Sly acaba representando a Petruchio. No me gustó el cierre añadido por Edward Hall (hermanastro de Rebecca Hall, hijos los dos de Sir Peter Hall), donde Sly aclara al público que sólo se trata de una obra de teatro. No hacía falta. Supongo que era para contrarrestar el famoso discurso final de Kate, que tanto debate ha suscitado con los años: que si sincero, que si irónico, que si Petruchio la ha domado, que si ella se ha dado cuenta de que son tal para cual… En esta versión, Kate es totalmente sincera, pero ya digo que no hacía falta pedir perdón por ello al final. La historia es una farsa brutal y pretender contarla con ironía o hacer de Kate una heroína feminista me parece tomar por tonto al espectador. Es como si al final de Superman aclararan que nadie lo intente en casa. El trabajo de los actores es estupendo, aunque sí que eché de menos que Kate estuviera interpretada por una mujer. Como también eché de menos las canciones de Kiss Me Kate, el musical de Cole Porter donde una compañía representa The taming of the shrew, que creo que es mi versión favorita de la historia, en especial el Kiss me Kate de 1999 en Londres, con Bernadette Peters (disponible en Youtube).



2017: tibio y desafecto

Ay, que ya nadie se acuerda de 2017. Aquí va mi resumen: Lo mejor del año  * La frase de "Juego de Tronos": “Maybe it real...