miércoles, 26 de febrero de 2014

¿Qué tengo?

Todos los años me pasa lo mismo por estas fechas: abrumado por la falta de trabajo, engordo y sufro de estreñimiento creativo, claro que casi mejor casi, porque no hay nada peor que una gorda con el esfínter tímido y la lengua suelta. Sobre todo si además es de moeurs légères. Y que nadie se dé por aludida, que esto es como la pirámide de Madoff y la última en poner unos kilos es la que se lleva todos los palos. Por si fuera poco, hace meses que el único que suspira en mi cama es mi edredón. Que alguno dirá que tengo que cambiar la foto a tamaño natural de Rubén Cortada que empapela mi nevera, pero es que ya me hace hasta gracia verla. Y si encima viene Vila-Matas a anunciar a bombo y platillo que la autoficción está desfasada, pues a ver qué me queda. O como diría la inefable Toñi Moreno: ¿qué tengo?

La respuesta: ¡¡¡Mamadas!!!

Porque Vila-Matas, como en sus últimas novelas, se equivoca. Lo que viene después de la autoficción no es el reportaje novelado (ni siquiera en su versión Évole), sino la mamada: los followers, los me gusta, los retuiteos y los selfies es a lo que nos han llevado.

La mamada ha sido la gran beneficiada de esta crisis, pues aúna en el mismo paquete, nunca mejor dicho, generosidad, confianza y recompensa. O como diría Almodóvar: una mezcla de vicio, manga ancha y fascinación.

Toñi, como los de WhatsApp, sabe mucho de generosidad. Y de la dignidad de las personas. Venga, repetid conmigo, brazos en alto: ¿Qué tengo? ¡¡¡Mamadas!!!

(Gracias JuanFrita por el vídeo, que no lo encontraba)

jueves, 20 de febrero de 2014

Test de Pacopepe

Siguiendo la estela del test de Bechdel y cansado de ir a películas donde se omite deliberadamente la cuestión gay, he decidido crear un test de mariconismo en el cine. Sólo aceptaré ver una película en las siguientes condiciones:

1. La misión de ELLOS (por ejemplo, ganar más dinero, escribir una novela, destruir la Estrella de la Muerte) no tiene como objetivo último acostarse con ELLAS.

2. No se cumple lo anterior, pero ELLAS son claramente trasuntos de maricones.

3. No se cumple lo anterior, pero ELLOS visten ropa ajustada y marcan músculo.

4. No se cumple lo anterior, pero está protagonizada por tres mujeres o más.

5. No se cumple lo anterior, pero tiene más de un 35% de personajes maricones.

6. No se cumple lo anterior, pero es un musical.

7. No se cumple lo anterior, pero está recomendada por alguien muy maricón.

viernes, 14 de febrero de 2014

Es peligroso estar enamorado, a menos que también seas estúpido

El otro día escuché una de esas frases que dejan a una traductora pensando que debía haberse dedicado a la taquigrafía: dactylo, dactylo, como decía Camille/Brigitte Bardot en Le Mépris.


La frase no es otra que: “It’s dangerous to be sincere, unless you are also stupid”, y la dijo como no podía ser de otra manera un irlandés, Bernard Shaw, vegetariano, comunista y burgués. Lo primero que pensé cuando la escuché fue: he oído mal, ha dicho “It isn’t dangerous to be sincere, unless you are also stupid”. Que sólo a un idiota se le puede escapar una verdad que le perjudique: un pensamiento muy español.

La busqué en Internet y, OMG, no sólo la había oído bien, sino que no encontré ninguna página con una explicación decente.

Como mi inglés se ha forjado, primero, a los pies de la cordillera penibética, rebobinando cintas de Madonna con los cascos puestos y, después, en las frías llanuras del corazón de Moravia, poniéndome fina de goulash, me dije: el problema está en la adversativa, debe ser una fórmula arcaica que no conozco. Probé variaciones: Es peligroso ser sincero, si además eres estúpido (No, eso es lo mismo que No es peligroso ser sincero, a menos que seas estúpido). Si eres idiota, puedes decir toda la verdad que quieras, que no es peligroso (No tiene mucho sentido).

Estaba a punto de tirar la toalla, cuando al final se me encendió la bombilla. Puede que cuando Shaw dice “It’s dangerous to be sincere” dé por sentado que nadie es sincero realmente, como cuando se dice “Yo no soy racista”, y que la frase sólo sea cierta cuando eres idiota. Que sólo los idiotas se atreven a ser sinceros: un pensamiento muy inglés.

No sé, lo mismo sigo sin entenderla bien (“qué pena haber nacido española”, como decía Chen anoche). Con el amor la entiendo mucho mejor. Antes pensaba que sólo los idiotas bajaban la guardia en el amor, por lo que si eras inteligente, no corrías peligro. Ahora pienso que sólo un idiota puede ver el amor como algo peligroso. Seguro que BB me entendería. ¡Feliz San Valentín!

lunes, 10 de febrero de 2014

Blue Christine no se lleva ningún Goya

Continuando con problemas del primer mundo, mis favoritos absolutamente son los de la Infanta Cristina.

Los que esperábamos que se volviera loca de Oscar en el despacho del juez y delatara a su marido como Cate Blanchett en Blue Jasmine nos hemos tenido que contentar con releer los mails que mandaba Iñaki a sus amantes: “Hola, pedazo de mujer…” Quién decía que las cartas de amor han muerto.

Es una pena que haya pesado más el lucro pasivo que una buena venganza a lo Medea. La teoría del amor, como han querido llamarla algunos, cae por su propio peso. Insisto: releed los mails de Iñaki. Si yo fuera el juez, es de lo único que le hubiera preguntado a Cristina. Porque, ¿qué sentido tiene preguntarle con cuál de las 10 tarjetas que lleva paga un peaje en Logroño? Si yo tengo dos y a veces me confundo, imagínate ella, la pobre niña rica, que lleva sangre mongui y tinte de Llongueras.

En otro orden de cosas, no se entiende que no se nombrara a la Infanta en la ceremonia de los Goya. Lo único remarcable de la gala, a mi pesar, porque no los aguanto, fueron los chistes sobre las películas que no se han hecho todavía de Chanante y Cía (aunque un poco plagio). El resto, un bluff. La película ganadora, hermana pequeña de “Belle Époque” (el mismo buenismo, su espíritu, su estilo), me aburrió soberanamente en su estreno. Eso sí, las manos de David Trueba (que en sus columnas de El País me encanta, pero recibiendo premios parece un seminarista del Club de la Comedia) me recordaron mucho a las de Woody Allen sobre Dylan Farrow, o si no, poneos este vídeo.

lunes, 3 de febrero de 2014

Problemas del primer mundo

O por qué arruga la nariz una pija en 2014:

- Que un documental te caduque en el Yonvi, o sea.
- Las almohadas viscoelásticas, ¿por qué son tan altas?
- La televisión HD: sin entrar en el efecto ralentí de algunos canales, la calidad le sienta fatal a muchas películas, que parecen pornos o culebrones.
- Los colaboradores callejeros de ONG: tienes que ir con cara de perro, si no ladrando directamente.
- Los abrazos gratis en la calle: que no me toques…
- Las cápsulas de café, que no pueden ser más de extrarradio.
- Las barbas hipsters. No puedo más.
- El avión. Qué pereza de medio de transporte.
- Las UGG. Eso de que no se puedan mojar…
- El sonido del iPad: menudo robo.

2017: tibio y desafecto

Ay, que ya nadie se acuerda de 2017. Aquí va mi resumen: Lo mejor del año  * La frase de "Juego de Tronos": “Maybe it real...