sábado, 29 de marzo de 2014

Ansiedad matusabatina

No hay nada peor para empezar una mañana de sábado (ese tiempo perdido o abandonado para los que en fin de semana desayunamos un bloody-mary con Corazón, Corazón, o como me dijeron el otro día en una fiesta, somos muy de vivir la noche) que cruzarte con un chulazo en pitillos con barba que le llega al canalillo, un trozo de pizza en una mano y una cuerda atada a un galgo en la otra. En vez de echarle una mirada “I’d be surprisingly good for you”, tus ojos se vuelven locos buscando el primer bar-no-franquicia donde pedirte un coñac doble. El olor a pastel de cumpleaños de los 80 del coñac es todo lo opuesto al aroma de la magdalena de Proust: no quiero reencontrar este tiempo, te lo regalo, pa ti pa siempre. O parafraseando la famosa canción de Heavy D: ahora que hemos encontrado las mañanas de los sábados, qué coño hacemos con ellas. Ahogado por la ansiedad, los obreros de la construcción que tengo al lado en la barra me miran con cara de póker (“qué hace un maricón como tú en un sitio como este”), a lo que servidor sonríe, pide la cuenta rápido y sale por patas de nuevo a la calle. Decido dar por terminada la excursión de deporte extremo que supone la ecoaventura de desayunar un sábado antes de las 12 en la calle y vuelvo a casa. De repente, en el shuffle, suena una canción que me calma más que una sobredosis de ansiolíticos en un jacuzzy y le da por fin sentido a este sábado sin luz: una versión cha-cha-cha de cu-cu-ru-cu-cu paloma de Eartha Kitt. It’s a skin thing lo que yo tengo con esta mujer.

viernes, 21 de marzo de 2014

Nunca pertenecería a un club que me aceptara como socio

El gran engaño de la 2.0 ha sido pensar que podemos elegir a qué club pertenecemos, de quién somos amigos, de quién nos enamoramos o, si me aprietas, incluso con quién podemos acostarnos.


jueves, 13 de marzo de 2014

Los misterios del mariconismo

“De siempre, cuando vuelvo la vista atrás, se me cae la cara de vergüenza de lo culpable que me siento. Todo lo que me apetece, da igual cuándo, dónde y con quién, tiene una cosa en común”.

Así empezaba en 1987 “It’s a sin” de los Pet Shop Boys. Desde entonces, no hemos avanzado tanto, casi diría que hemos ido para atrás. Esta semana, los PSB han hecho un remix del discurso contra la homofobia de Panti Bliss, una drag denunciada en la tele estatal irlandesa después de dar un par de ejemplos de gente homófoba. Vamos, como si aquí Mary Vaquerizo llamara homófoba a Ana Botella en Alaska y Coronas (cosa harto improbable) y TVE tuviera que indemnizar a la alcaldesa con el dinero de todos. Por lo visto, ya no se puede llamar homófobo a nadie a menos que te metan en la cárcel o te apaleen (ir en contra del matrimonio o la adopción no se considera homofobia, sólo una opinión). En un giro orwelliano, como dice Panti, los maricones ya no somos víctimas de la homofobia, lo son los homófobos.

Querida Panti, yo añadiría otro giro orwelliano todavía más grotesco: cuando somos los propios gays los que nos oprimimos (and that feels oppressive!!!), pero no ante los homófobos, sino ante otros gays, con nuestras barbas para parecer más hombres (¿he oído humillante?), nuestro discurso de puteros anti-pluma en Grindr o la falta de activismo político con el feminismo/el sida/la inmigración.

Es uno de los misterios del mariconismo (uno de tantos) que hoy día que la nueva generación de hombres heteros están cada vez más maricones (porque un poco de feminidad no hace daño a nadie), en vez de intentar parecernos a ellos, hayamos preferido parecernos a los homófobos intolerantes de hace 20 años. Veinte años, que se dise fásil…

Os dejo aquí el discurso. Pulsad el botón CC o la opción de subtítulos.

viernes, 7 de marzo de 2014

Paca la cortijera

No sé si se debe a la relectura de Javier Pérez Andújar, que me retrotrae a la infancia; a que tocaron la semana pasada aquí en M; o a las ganas que tengo últimamente de irme al espacio a hacer de cortijera, pero bueno, ahí va:


miércoles, 5 de marzo de 2014

Frases de Almodóvar

Por más que veo la última película de Pedro, no consigo que me guste, aunque de tanta revisión, estoy consiguiendo que se me queden algunas frases:

- ¿Me remonto?
- ¿He oído humillante?
- No murmures.
- No te oigo, te sigues comiendo las dos ultimas sílabas.
- ¿Usted también es ultracatólico?
- Tú no, absurda.
- Yo he sido mula muchos años.
- Hacemos escote y le pagamos.
- Qué te gusta a ti un mea culpa.
- La muchacha tiene razón.
- ¡Cómo sois las parejas gay de hetero!
- Miss Take, el error hecho mujer.
- ¿Tú no notas que estás menos cardo, que te gusta la gente?
- Tú duerme, canija.
- Cochina, marrana.
- Estas hablando con una apóstata.
- Yo se muy bien cuándo un hombre busca en mí a la mujer y cuándo busca a la travesti.
- Ya me has sembrao la duda, maricón.

2017: tibio y desafecto

Ay, que ya nadie se acuerda de 2017. Aquí va mi resumen: Lo mejor del año  * La frase de "Juego de Tronos": “Maybe it real...