"Es hombre (...) se creía un niño. Durante años, Barcelona le inculcó la idea. Esa ciudad-ramera, cuando no asesina, se dedica a parir personajes como yo: monstruitos a quienes no se permite crecer, a los que se mantiene en una infancia eterna, acosada por dádivas que son mitad halago y mitad rechazo, mitad éxito y mitad frustración. Cataluña me hizo hermafrodita; Barcelona, un niño imbécil; tú, un pobre perro. Ese hombre-niño, hermafrodita cultural, amante sarnoso, sexualidad amorfa (el último iluso que confundió el sexo con la Historia del Teatro Catalán) (...) ya estaba en el primero de los paraísos perdidos -he aquí, por cierto, uno de tus reproches favoritos: mi incapacidad para gozar de los mundos hasta que han caído-."
(Terenci Moix después de romper con Enric Majó)
No hay comentarios:
Publicar un comentario