Ya no cojo taxis. Eran muchos al día y tampoco tengo ninguna prisa por llegar a mi destino. Ahora voy andando a todas partes, a paso Londres, de zancada larga, con los cascos a todo volumen. Ahora elijo yo las canciones.
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1 comentario:
Me ha recordado a ese coche de vuelta a Granada después de la playa con Massive y Tracey, la luna entrando por el parabrisas, la noche a nuestros pies y en nuestras manos. Es cierto, la felicidad la dan los recuerdos. Un beso. Ad.
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