martes, 23 de diciembre de 2008

Los madroños

San José hizo un guisao
y se le olvidó el tomate
y la virgen le decía
si lo pruebo que me maten




Debajo del árbol

Feliz Navidad...



Yo también tengo un regalito. Y también está escondido. Pincha en comentarios y encontrarás el enlace para bajarte esta lista de canciones. No se trata de una recopilación de lo mejor del año, ni de una selección navideña, ni de lo que pincharía en Nochevieja. Es más bien una lista de canciones que me ponen ahora mismo, intentando no pasarme (no están Azúcar Moreno, que para mí no hay quien las tosa, pero entiendo que es una filia demasiado personal).

Coming Back, Gotye. Porque empieza un poco como la primera Bjork e incluso creo que tiene un sample del Left To My Own Devices de Pet Shop Boys. Qué ganas de pasar unas navidades en Australia.

William's Blood, Grace Jones. Canción con reminiscencias sureñas, predicadores, carreteras, iglesias. Disco (de discoteca) gospel, se podría definir. Ella está inmensa. Como siempre. La adoro.

Mademoiselle, Hypnolove. La descubrimos en la promo de Sex & The City del canal Cosmopolitan. Ideal para ir con los cascos y cruzar una calle de seis carriles sujetando el bolso y dado saltitos, en París, Madrid o Nueva York.

Sabali, Amadou & Marian. Dos discos se han comparado este año con el Believe de Cher. El de Kanye West y el Welcome to Mali, de los dos hermanos ciegos. El primero pase, pero este… La crítica inglesa no está curada con la world music. En fin, que el disco entero me decepcionó, pero esta canción, producida por Damon Albarn, tiene su gracia.

Quicksand, La Roux. Di soy una moderna. Di me encantan los discos de Kitsuné. Di viva la raya khol.

Verónica’s Veil (Erol Alkan’s Extended Rework), Fan Death. Di soy otra moderna. Di me encanta el disco de Hercules. Di viva la raya khol.

Human (Ocelot Remix), The Killers. Porque el cantante es un mormón guapérrimo que viste de D&G y porque ante la disyuntiva del estribillo, yo lo tengo clarísimo: dancer.

Give Me Danger, Dangerous Muse. Aaaay, llevo dos años esperando ese disco que os catapulte a lo más alto y ahora esto, una historia de cuernos de tu novia con tu mejor amigo. Si no fueras tan guapo…

Bad Things, Jace everet. Es la canción de la entradilla de True Blood. Es sexy. Te dan ganas de hacer cosas malas.

Don’t Hold Back, The Portbelleez. Sólo por ese grito con el que empieza: Oooooh, is there anybody out there feeling something? Hay noches que me dan ganas de gritarlo por mi ventana.

Ulysses (Kaschkes 6501 Remix), Franz Ferdinand. Porque son ellos y vuelven producidos por el de Hotchip.

The Beep (Radioclit French Mix), Architecture in Helsinki. Di soy una moderna y me pican los ojos.

Back to Black (The Rumble Strips Remix), Amy Winehouse. La causante de que se volviera a poner de moda la raya khol.

The Sex That I Nedd, Avenue D feat. Cazwell. No me cansaré de decirlo. Me encanta Avenue D y me encantan sus letras. A esta le dediqué su propio post, así que no digo más ná.

Yes We Can (Peter Heller Phela Classic Radio Mix), Boy George. Porque de vez en cuando le vuelven las ganas a uno de celebrar la victoria de Obama.

Kids (PSB Synthpop Mix), MGTM. Son de Brooklyn y eso para mí es suficiente.

Numbers (Club Mix), Booka Shade.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Comedia nueva o el Café

Suena el teléfono. Becky del Páramo con otra proposición deshonesta: ir a ver “La comedia nueva o el Café” de Leandro Fernández de Moratín por la Compañía Nacional de Teatro Clásico.



De repente me encanta el teatro clásico. Se levanta el telón y aparece una representación divertidísima del final de “La destrucción de Sagunto” de Gaspar Zavala y Zamora. Con una música y un decorado que más parece un sueño de una noche de invierno. Me sentí en una película de Woody Allen, una mezcla de la tragedia griega de Poderosa Afrodita y la película-tan-real-que-parece-una-obra-de-teatro de Una rosa púrpura del Cairo. De hecho, hay mucho metateatro en esta pieza, a veces divertido, a veces un poco infantil, sobre todo al final: la obra es una crítica de las comedias desatinadas, los sainetes groseros y las tonadillas necias de la época (s. XVIII) y una reivindicación de reforma del teatro ilustrado. Se puede aplicar al cine de Hollywood de hoy, con lo de una batalla, dos peleas, un baile de disfraces, una tempestad, un bombazo y humo.



La acción transcurre en un café al lado del teatro (al lado del Pavón, hay uno de rancia solera que me encantó). Un grupo de personajes espera el estreno de una obra escrita por uno de ellos. Ecos de Molière y Goldoni. Yo no hubiera hecho tan evidentes algunos personajes, como la pluma del pedantón de Don Hermógenes, y definitivamente no hubiera dado ese toque moderno al final, ni hubiera puesto una versión clásica de Michelle de los Beatles. Me encantaron las referencias a las corralas y los teatros que había entre Calle de la Cruz y Calle Príncipe, precisamente donde está el Teatro de la Comedia, sede de esta compañía, que está cerrado por reforma (recuerdo haber visto un piso justo enfrente para alquilarlo el año pasado). Supongo que sería en esa época cuando se empezó a decir lo de “mucha mierda”, referido a la mierda que dejaban los caballos de los coches de tiro a la puerta de los teatros, cuanta más había, más gente iba. Y me encantó sobre todo el añadido del bando de 1790, donde se exhortaba a la gente que se comportara en los teatros. Lo dicho, estoy deseando volver.

Non ego ventosae plebis suffragia venor


miércoles, 17 de diciembre de 2008

¿Seré una fangbanger?

Una bebida sintética creada en Japón, True Blood, sustituta de la sangre, ha permitido que nos vampiros no tengan que volver a matar. Se sirve a 36º y hay varios sabores. Mi favorita es la O-.



Un pueblo perdido de Luisiana donde la tecnología brilla por su ausencia, excepto Internet, que se ve como una revista de anuncios de contactos llena de pervertidos, vamos, como yo la veo. Una América sureña que todavía cree en exorcismos y la pureza del café (“No entiendo eso de pagar tres dólares por un café con exceso de leche”, dice la abuela de Sookie).

Una comunidad que durante siglos se ha visto obligada a vivir en la oscuridad sale a la luz, pero no la del día precisamente. Algunas supersticiones son falsas (crucifijos, ajos, espejos, agua bendita), creadas para protegerse de sus verdaderos puntos débiles (la plata, la lactosa). Otras son ciertas: la luz del sol, que tienes que invitarlos para que puedan entrar en tu casa, que te pueden hipnotizar (hacerte un glamour, que se suele decir). Ahora salen en talk shows de la televisión reivindicando sus derechos.

Una chica con poderes. Sookie puede escuchar el stream of conciousness de los vivos. Por eso es virgen (no soportaba los pensamientos de sus citas), aunque está deseando dejar de serlo. Conoce a un vampiro, Bill, handsome and old-fashioned, like from a movie on TCM, y se enamora porque no puede oír sus pensamientos. El romance está servido.

Una droga, V, sangre de vampiro, que mojada en una aspirina se seca y se puede esnifar como la coca, empapada en un papel se toma como un tripi, bebida directamente suma el efecto del Viagra, y la tomes como la tomes es un poco de todas y un poco de crystal meth. Además, si vas de V y comes un solomillo de ternera, puedes oler la hierba que comió la vaca y sentir la luz del sol en su piel, la de la vaca. The ultimate drug. Engancha mogollón, claro.

Un bar de vampiros, el Fangtasia, donde van los fangbangers (adoradores de vampiros) o los que quieren traficar con V. Está en las afueras. Cuando Bill lleva a Sookie tiene que decir en alto que es suya, para que los demás vampiros no puedan quitársela. A mí me recuerda mucho al Atril (Calle La Paloma, 9, Madrid). No sólo por eso de agarrar un mortal rápido, porque te lo levantan rápido. Ambos están fuera del centro, abren poco después de ponerse el sol, la gente bebe a morro de la botella, los camareros te miran con cara de sé-a-qué-has-venido, y los correligionarios son siempre los mismos y muy promiscuos. El portero del Atril no te saca los comillos antes de entrar porque se han puesto muy duros en Madrid con la profesión.

Humor negro, como cuando la portera del Fangtasia dice aquello de “pásalo bien dentro y suerte para salir”. O como cuando Tara se caga en su madre por haberle puesto el nombre de una plantación, siendo negra.

Sexsymbols: Sam, que te dan ganas de tener uno. Jason, que aparte de pasarse el 80 por ciento de la serie bare chest, me parece un gran actor. Bill, sólo en las escenas de mordisco.

Una serie, True Blood, que tiene el efecto de que no puedes distinguir la ficción de la realidad. Estoy superenganchado, claro.

(Puedes verla en Canal +, o en Internet, sin necesidad de bajártela, en el enlace que adjunto en los comentarios)



PD: si quieres ser una fangbanger, deja de echarte colonia en el cuello, saca tus pantalones de cuero negro del armario y prepárate para llevar pañuelos anudados al cuello durante la semana en el trabajo. A mí la estética gothic no me va demasiado. También funciona la de "girl next door", como Sookie, recatada pero con carácter. Me encanta el modelito ad lib que se pone cuando se lanza al bosque a perder para siempre la vergüenza.

martes, 16 de diciembre de 2008

Madrid Barcelona

La gente que dice que no le gusta comparar Barcelona y Madrid me parecen unos snobs. Los he conocido de ambos bandos y lo dicen con un tono mundano, como de vuelta de todo, siempre desde la perspectiva del vencedor, como insultado por la comparación, pero simulando aburrimiento.

Propongo dos lugares en ambas ciudades para empezar a compararlas. En Barcelona, el Restaurante Madrid-Barcelona, en el Carrer Aragó, casi tocando a Passeig de Gràcia. Qué mejor momento que la sobremesa para decidir cuál de las dos ciudades tiene más clase, en qué lugar de Barna te gustaría vivir (en Via Laietana) o cuál es tu cine favorito en la capital (el Ideal). En Madrid, un buen lugar para entrar en materia sería la librería del Centre Cultural Blanquerna, que tiene en su puerta una de las vistas más hermosas de la ciudad. Porque, para mí, Barcelona tiene mejores librerías que Madrid (la Central, la Laie) aunque no tenga un Círculo de Bellas Artes.

Madrid es Windows y Barcelona es Mac. Madrid es Nueva York y Barcelona es Los Ángeles. Madrid es 80s y Barcelona es 90s. Madrid es cielo, Barcelona mar. Madrid es rubia (Marilyn) y Barcelona morena (Russell). Madrid es 60s y Barcelona es 70s. Madrid es Galdós, Barcelona es Oller. Madrid es Almodóvar, Barcelona es Vila-Matas. Madrid es Los Ángeles y Barcelona es Nueva York. Y así hasta el infinito.

Hoy haré de guía noctura de dos locales de ambiente que han abierto este año en ambas ciudades.

Charada (Calle de la Bola, 13, Madrid): había oído campanas de lo que podía ser el nuevo pub 90s de la capital, después de la defunción del Liquid. La página web prometía buena música, elegancia y sofisticación. Selecto, pero no elitista. Llegamos Becky, Rebeca, Javi y yo, más informales que arregladas, y el portero nos dice que esperemos, que es con lista. Le hago una señal a Rebeca, que es más resuelta, para que hable ella. Entramos sin problema. La decoración, sofisticada, vale, aunque la pista recordaba un poco a la del difunto Privee. La barra muy mona. Todos los camareros llevan gafa-pasta, sin cristales creo recordar. El público, mucho vestido corto, ellas, mucho traje y pajarita abierta, ellos. Mucho segurata en los lavabos. La música, horrorosa, se iba y se venía, así como funky, creo que pinchan los de Waagon Cooking. Mi gozo en un pozo. A los diez minutos, empiezas a aburrirte. Ni siquiera sé si era realmente de ambiente. Un 6.



Museum (Carrer Sepúlveda, 178, Barcelona): cenando en el bar Lobo en el Raval, le supliqué a Eva (te debo una) que preguntara a una mesa de 9 maromos dónde se podía ir a tomar algo, después haber asistido desesperado por la tarde a la decadencia del Gaixample as I knew it. El chico nos habló de un par de sitios: el Museum y el Cangrejo, y nos indicó amablemente cómo llegar. Aaaaay, mi Barna. Cuando entramos descubrimos un local decorado estilo Luis XV, con reproducciones de Goya y pantallas LCD gigantes enmarcadas como cuadros antiguos con el vídeo de Vogue. ¿Se puede ser más 90? No hace falta describir la cara de felicidad que se nos puso a Carlos y a mí, ni la cara de no-vaya-a-estar-yo-diez-minutos-sin-ver-un-travesti de Annabel y Eva. La coreografía de “Pili Ganará (Saturday Night de Whigfield)" para cerrar hizo el resto. Y el desalojo más rápido y eficiente que Carlos ha visto en su vida. Un 9.




viernes, 12 de diciembre de 2008

El pecho tatuado con un corazón

Definitivamente, a Barcelona le sientan bien las crisis. Hay algo en su pasado, en la estrechez de las calles del Gòtic, en las aguas milenarias del puerto, en las miradas dudosas del Xino, en las corrientes estancadas en los pasillos de los pisos del Eixample, en esos barrios por los que parece no pasar el tiempo, que la engrandecen, como una reina sin corona, cenicienta al principio del cuento, Sofía Loren bellísima y neorrealista vestida de harapos. Barcelona es más bella cuanto más se parece a Nápoles. Que no significa que deba prescindir del diseny y del afrancesamiento, que tan bien le sientan, pero por sí solo aburren. (No he visto hoteles mejor decorados de Navidad que en Barcelona, al lado de la Rambla del Raval, encajados en una esquina húmeda del Born o entre dos pisos muertos de tristeza del Gaixample).

Ciudad de contrastes, como la canta Antonio Molina en Malagueña (1956), “que trabajas y que sueñas, tan sencilla y tan altiva, tan moderna y tan antigua, tan severa y tan risueña”. La vida, el seny y la rauxa.

Ya lo dije, Barcelona ha sido una ciudad a la que no se le ha hecho justicia en el cine. Yo haría una mezcla de Un día en Nueva York (para los monumentos: Port Vell, Rambles, Plaça Catalunya), El balcón de la Luna (para los números musicales en los tablaos del Paral.lel y del Xino) y Las noches de Cabiria (para la parte de putas y maricones del Xino), ambientada en 1955, con un argumento típico de marineros de permiso que se enamoran en la ciudad. Eso sí, quitando el punto nacional católico de las películas italianas y españolas de la época. Y metiendo la identidad catalana, no en la burguesía como hizo Pedro en Todo sobre mi madre, sino en las esquinas y el estraperlo, en las madames, como la famosa senyora Rius, que hablaba de “fer senyors”, sin el reflexivo del “voy a hacerme unos clientes”. El título: “El pecho tatuado con un corazón”, en homenaje a Montalbán.


























jueves, 11 de diciembre de 2008

Barcelona

Un chiquillo malagueño, entusiasmado,
dicen que de Barcelona, tan grande y tan señorona,
se ha enamorado.
Cuando escucha una sardana ya está bailando
aprendió a seguir sus pasos, la ciudad le abrió los brazos
y él va cantando:
Barcelona, Barcelona...




miércoles, 10 de diciembre de 2008

El cuerpo ha dicho basta (ya de celebrar la victoria de Obama)

Ya dije una vez que, a veces, el cuerpo tiene que tirar de uno y recordarle que no es para siempre, que somos hardware, que la matrix es una entelequia. Y si no le haces caso, llega un momento en que dice BASTA.




martes, 2 de diciembre de 2008

El día después del sida

Voy con un poco de retraso, pero es que últimamente estoy un poco lento. Pues eso, que hay que seguir protegiéndose.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Mitchell Leisen III

Candidata a millonaria (Hands across the table, 1935)

Argumento: dos cazadores de fortunas (MacMurray y Lombard) se conocen y se enamoran pero sus principios les impiden echarse en los brazos del otro. Se pasan toda la película preguntándose mutuamente si lo siguen teniendo igual de claro, que primero el dinero y luego el amor.

La escena cuando se conocen y ella le hace la manicura es antológica.

De las películas más sexys del director, sobre todo cuando él se muda a casa de ella a dormir en el sofá durante una semana. MacMurray está hiperjoven, tiene hasta cierta pluma.


Los dos fumando en camas separadas porque no pueden dormir, debatiéndose entre seguir sus principios (y aquí ellos podrían ser dos homosexuales y el dinero y el capitalismo sería una metáfora de la herosexualidad) o dejarse de tonterías, es de las escenas más románticas EVER. De nuevo, dos enamorados a ambos lados de una puerta sin atreverse a llamar.

Una chica afortunada (Easy Living, 1937)

Argumento: un banquero tacaño tira por la terraza de un rascacielos de la 5ª Avenida un abrigo de marta cibelina que ha comprado su mujer para castigarla y las pieles caen sobre una career girl (Jean Arthur) a la que empiezan a pasarle cosas. Un caso de falsa identidad, sólo que en vez de perseguirte todo el mundo para matarte como en una de Hitchcok, todo el mundo quiere regalarte joyas, habitaciones en hoteles suntuosos y acciones en bolsa.


Primera incursión de Mitch en la screwball comedy, con guión de Sturges. Recordé que ya la había visto hacia la mitad, en la escena del restaurante autoservicio donde trabaja Ray Milland, el hijo del banquero que se quiere emancipar. Me gusta menos que las otras cuatro, pero no obstante solté algunas carcajadas.

Epílogo

Le habría encantado que le trataran como Mitchell Leisen the Third, como el personaje que interpreta MacMurray en Candidata a millonaria (Theodore Drew III), pero desgraciadamente la vida de Leisen no fue tan divertida como en sus películas. Sufrió varios marriages blanches, relaciones tormentosas con hombres, ataques de nervios, curas de psicoanálisis e inyecciones de hormonas para curar su homosexualidad, el desprecio de sus colegas (Wilder, Sturges…) y, a pesar de haber sido durante una década (1935-1945) el director más taquillero de la Paramount, quedó relegado en los 50 al mundo de la televisión y la serie B. Hoy en día es de los directores más infravalorados.



En la foto, en el medio, en un pase de modelos.


sábado, 29 de noviembre de 2008

Mitchell Leisen II

Medianoche (Midnight, 1939)

Argumento: chorus girl (Claudette Colbert) llega a París huyendo de sus deudas en la Costa Azul sin más equipage que un minibolso de fiesta y, tras una sarta de mentiras, acaba siendo recibida por la clase alta parisina con todos los honores.


Considerada su obra maestra, con guión de Wilder y Brackett, que precisamente ese año también escribieron Ninotchka para Lubitch, también ambientada en París, también en el Ritz, lo que menos me gusta de la peli es justamente la marca Wilder, aunque es cierto que algunos de sus momentos son hilarantes, como cuando aparece el Barón Czerny en el chateau, típico de Wilder rizando el rizo.

Pero a veces el tono screwball va en detrimento de la naturalidad, el encanto, el romanticismo de Mitch. Me quedo con el vestido de Claudette llegando al principio a la estación de tren empapada de lluvia.


Con el ceño fruncido de Don Ameche cuando van en el taxi y se da cuenta de que se está enamorando de ella.


Con sus peleas de enamorados. Con la llamada a la niña. Con sus teorías sobre el amor y el dinero, sobre cómo la pobreza acaba con el amor. Con ese juego de roles sociales y ese retrato tan divertido de la alta sociedad europea. Con cuando ella le dice a John Barrymore (el abuelo de Drew): “Toda cenicienta tiene su medianoche”. Por cierto, que la Parisian soirée con todos aburridos escuchando a la cantante de ópera es un chiste privado, pues Mitch acaba de separarse de su mujer, una diva de ópera que vivía en París.

No hay tiempo para amar (No time for love, 1943)

El argumento: career girl (Claudette Colbert) se enamora de obrero de la construcción (Fred MacMurray) y pretende desenamorarse pasando tiempo con él, para darse cuenta de lo gañán que es: “Maybe one person really is better than another, and there couldn't be any real happiness – just momentary infatuation”.


Considerada una obra menor, es sin duda mi favorita.

MacMurray se puede considerar en esta película el primer hombre objeto de la historia del cine, por contraposición al galán que creó Valentino. “You are the living proof that men can exist without mentality”, le espeta ella al poco de conocerse, y después se pasa toda la película llamándole simio, superman, king kong. MacMurray nunca ha estado más sexy que en las películas de Mitch, más seductor, más homme fatal y más encantador. Debe ser que está en la mirada del director.


Se ha criticado mucho la ridiculización del grupo de homosexuales de la película, pero todo tiene su porqué: por esa época Mitch tenía una relación con un bailarín, Billy Daniels, que por lo visto era un poco basto y estaba harto de que todos sus amigos se mofaran de su falta de gusto, así que la escena en que MacMurray los tumba es más una venganza contra su trouppe que otra cosa. Aquí todos revelando y admirando la foto de MacMurray con el torso desnudo.


Por si fuera poco, la película incluye una de las escenas más camp de la historia del cine, que Hitchcok llegó a imitar en el sueño daliniano de Recuerda. Esta no tiene a Dalí, pero sí a Superman. IMPRESIONANTE.


viernes, 28 de noviembre de 2008

Mitchell Leisen

Debía de ser 1992. Mientras en Barcelona correteaban las Olimpiadas, yo recuerdo sólo tres cosas de aquel verano de mis 20 años (relicario de mi juventud): hacía poco que había visto Mi Idaho Privado y no podía quitármela de la cabeza, Prince acababa de sacar Sexy Mother Fucker y en la segunda cadena pusieron un ciclo de Mitchell Leisen de madrugada.



Acababa de mudarme a una casa con patio del Albaycín y era la primera vez que me quedaban asignaturas para septiembre. La habitación estaba en un torreón, decorada con la típica jarapa alpujarreña, pósters de cine de ciencia ficción de serie B y una tele pequeña en blanco y negro como de los años 60, con la carcasa beige. Con los libros de Termodinámica y Métodos matemáticos II perfectamente apilados a modo de mesita de noche.

Recuerdo que se me quedó grabada “La muerte en vacaciones” y eso que es de las más antiguas, de 1934; todavía no me he atrevido a ver el remake de 3 horas de Brad Pitt. “En las rayas de la mano”, con una Marlene Dietrich y un Ray Milland supermaquillados de zíngaros (kitsch exotica, la han llegado a describir). “Medianoche” y el propio remake que hizo Leisen de esta obra maestra, “Mascarada en México”. Años más tarde pillé otras en el Digital.

Por las veces que aparecen citados en este blog, podría pensarse que mi director favorito es Cukor o incluso Almodóvar, pero es que todavía no había tenido ocasión de hablar de Mitchell Leisen.

Él sí es el rey de la mascarada y el camp, “demasiado romántico para ser screwball, demasiado glamouroso para ser sátira”, algunos hablan de Mitchell Leisen como el primer director posmoderno.

A Mitch le acusaron siempre de ser un esteta (por no decir otra cosa) que prefería los decorados al drama, los vestidos de fiesta a los diálogos bien escritos, de hecho empezó como decorador y diseñador de vestuarios en las grandes producciones de De Mille.

Billy Wilder, que empezó trabajando de guionista para él, dijo de Leisen que no era más que un escaparatista. Y todo porque cortó algunas páginas de sus guiones. Otra de las perlas de Wilder sobre Leisen: “Sólo vería en la tele películas de directores que odiara y no hay ningún director a quien odie tanto, ni siquiera a Mitchell Leisen”.

En Nueva York intenté buscar sin éxito algunas de sus películas, porque aquí sólo se habían editado en DVD las dos que tiene con Marlene, la citada “En las rayas de la mano (1947)” y “Capricho de mujer (1942)”, que no son de las mejores, pero ahora acaban de editar cuatro más. Cuántas veces he rogado al destino, ser esclavo de este sueño azul.


jueves, 27 de noviembre de 2008

Absolut Masquerade

Bueno, ya estaba tardando. Hace dos semanas que la esperaba, sin saber cómo sería este año, todos los días me pasaba por el pasillo de espiritosos y hoy por fin ha llegado: "En un mundo absoluto, todas las noches son una mascarada".

El vodka se ha hecho travesti. Con un vestido rojo ajustado de lentejuelas y una excitante cremallera en la espalda. Corre porque se van a agotar.

martes, 25 de noviembre de 2008

Dúchate & Guarra

En D&G se han inspirado en la Costa Azul para la colección de primavera-verano 2009, según ellos, una actualización de “Cómo atrapar a un ladrón” adaptada al siglo XXI. Visto lo visto, los modelos se parecen más a ese “tacky Cary Grant” que cantaba Lou Reed en “Halloween Parade”, y no lo digo sólo por las gafas, que por cierto me probé el otro día unas muy parecidas y tienen un efecto curioso (cuando te miras al espejo, se te abren los ojos de espanto), ni por el corte de los trajes, que si ya a los modelos no les sienta bien... es que el rollo marinerito está ya muy visto. Vamos, que Zara no va a tener que diseñar nuevas imitaciones, con desempolvar las de hace cinco temporadas ya tiene. Salvo algún estampado “micro pattern”, supongo que porque me retrotraen a la infancia, y alguna reelaboración chandalera, más les valdría decir que se han inspirado en Tony Curtis caricaturizando a Cary en “Con faldas y a lo loco”. El nombre tan ordinario del título se lo debo a la Gran Cristina Tárrega, que es como se refiere a la marca entre sus amigas. Verídico.




viernes, 21 de noviembre de 2008

El musical del 2 de mayo

Me llama Becky del Páramo por la tarde, que tiene entradas para ir al teatro Albéniz a ver “Baile de máscaras” de la Compañía Rojas y Rodríguez (antes Nuevo Ballet Español, y el cambio de nombre tiene un motivo: ambos empiezan a tener proyectos por separado).



Mis expectativas son de ver un show à la Sara Baras, es decir, una cosa entre los espectáculos de tablao de Tivoli World que veía de pequeño y un montaje de Antonio Gades en el Ballet Nacional. A ellos los conozco de una sucesiva campaña publicitaria en una revista gay (donde normalmente explotan su belleza y “ambigüedad”) de todos sus espectáculos, y de ver durante años los carteles los mismos en el metro.

Cuando nos dan el libreto, me informo del argumento: inspirado en la guerra de la independencia, la invasión de Napoleón, el levantamiento del pueblo, la figura de Fernando VII y la visión de Goya. Con la colaboración especial de García Montero, que les ha escrito un poema. La música es de Pepe Nieto (responsable de la banda sonora de todas las películas de Vicente Aranda desde el Lute, las últimas de Pilar Miró, o Días contados).

Se levanta el telón y aparece Félix Gómez (Herederos) que interpreta a un enfermo en un centro psiquiátrico que va perorando sobre la guerra, la palabra y las máscaras. Luego, el cuerpo de baile, como si fueran internos del sanatorio. Y por último, el Rey (Rojas), Napoleón (bailarín invitado, no me gustó mucho) y Goya (Rodríguez), que se supone que también son locos que en su delirio se creen esos personajes.

Dividido en seis actos. Los primeros sólo con música de cámara. La presentación de los personajes no me pareció muy lograda. La historia se levanta con el cuerpo de baile, sobre todo cuando tocan las castañuelas y hacen una coreografía mezcla de Boleras y West Side Story. Empiezas a cogerle el punto a los segundos solos del Rey y Goya. Cuando sale el cantaor flamenco la cosa mejora. Al final, llegas a atisbar a los músicos vestidos de enfermeros en los laterales, la cosa se vuelve más global, y casi llegan a levantarlo del todo. El epílogo del poema de Montero recitado por Félix Gómez pone la nota política: “La guerra no termina, sólo deja un cementerio vivo cargado de preguntas”.

No quiero entrar en el debate que me entró en el cuerpo la primera mitad de la obra: la alta cultura vs. la baja cultura. Los libros para los que no entienden de literatura, el cine para los que no entienden de cine, el flamenco para los que no entienden de flamenco… yo soy el primero que no entiendo de muchas cosas, el primero que bailó sin talento en un cuadro de baile imitando coreografías de Gades. No sé, supongo que es esa manía de las expectativas, esa manía de etiquetar. Si el espectáculo se hubiera llamado “El musical del 2 de mayo”, con menos pretensiones artísticas, un texto dramático menos pedante y mejor escrito, hubieran metido tres cantes flamencos más de esos de pellizquito y se hubiera anunciado en Gran Vía con luces de neón, lo mismo habría disfrutado más. O quizás no.



La ambientación histórica daba para mucho. De hecho, la escuela bolera surge del afrancesamiento de las danzas populares españolas del siglo XVIII (por eso, la Napo-Leona no lleva tacones, lleva puntas). Para entendernos:

Danza popular + Ballet clásico = Escuela bolera
Baile flamenco + Escuela bolera = Danza española

En teoría, la danza española (el español o el flamenco estilizado, como también se llama) no es flamenco. No puedes comparar esta coreografía con una de Israel Galván. ¿O sí? Ambas tienen mucho de posmoderno. Los solos de estos chicos tienen mucho de Joaquín Cortés, y este es flamenco… ¿o sólo flamenco para los que no entienden de flamenco? ¿y a Sara Baras, dónde la dejas?

Como dice al final el poema de Montero: “Que respondan los cuerpos”.

Becky, quedamos mañana por la noche, a ver si nos responden a nosotros.

Todo se pega...

menos lo rubio

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Beautiful People

Bueno, bueno, bueno… los niños mariquitas están de moda en la tele. En EE.UU. tienen a Justin, el sobrino de Betty (Uggly Betty). En España tenemos a Fidel (Aída). Y ahora llegan los ingleses con una serie llamada Beautiful People del productor de Absolutely Fabulous y el guionista de Beautiful Thing. El protagonista, Simon, un escaparatista de unos grandes almacenes de N.Y., recuerda su infancia en el sórdido Reading de los 90s, con su hermana, una wannabe ghetto queen, su mejor amigo Kyle, que se hace llamar Kylie…



Empezó a emitirse en octubre... I can’t wait!!!

martes, 18 de noviembre de 2008

Fatalidad, modelo de playa

Del technicolor al cinemascope, dos películas describen los dos tipos de mujeres de Park Avenue a mediados del siglo XX:

Mujeres (George Cukor, 1939)

There's a name for you ladies, but it isn't used in high society - outside of a kennel

Después de que le echaran de "Lo que el viento se llevó" por la "supuesta" homofobia de Clark Gable, Cukor planeó su particular venganza: una película sin hombres, donde sólo se hablara de hombres y laca de uñas (Isn’t that divine? Jungle red!!). Se publicitó como “Con un elenco de 135 mujeres y ningún hombre”. Y con una buena dosis de misoginia también, como demuestra la galería de animales con que se compara a cada una de las actrices, frases como la de la perrera con la que termina la película (en nueva versión de Meg Ryan también se dice, aunque curiosamente ahora es en las perreras de N.Y. el único sitio donde no se oye la palabra a la que se refiere: bitch), o la constante alusión a las garras.

Pero hay mucho más. Llena de witty lines, como les gusta decir a los americanos, políticamente incorrecta (Living alone has its compensations. Heaven knows it's marvelous being able to spread out in bed like a swastika) y muy muy divertida. Todo comienza cuando Norma Shearer descubre en la manicura que su marido le pone los cuernos con una dependienta de Sacks, Joan Crawford. Bueno, el encuentro de ambas en el pase de modelos de la tienda de haute cuture es espectacular. Por cierto que la peli es toda en blanco y negro, excepto la escena en tecnicolor del pase de modelos. Oh, my Cukor… El mensaje: una mujer enamorada no puede tener orgullo. Anita Loos colaboró en el guión.




Cómo casarse con un millonario (Jean Negulesco, 1953)

- No me importaría casarme con un Vanderbilt.
- O con un Mr. Cadillac.
- No existe nadie con ese nombre. Lo he comprobado.
- ¿Y hay algún Mr. Texaco?


El argumento, por si no fuera lo suficientemente explícito el título, puede resumirse en estas cuatro líneas de diálogo.

En otra onda totalmente distinta a la de Cukor, menos misógina, más machista, aunque también más cínica, pero menos dura. Digamos que es la otra cara de la moneda. Si aquella retrataba las casadas de la alta sociedad, esta se centra en las modelos que amenazan sus matrimonios.

Una obertura de Alfred Newman seguida de unas impresionantes imágenes de Nueva York. El maravilloso apartamento al que hace referencia Almodóvar en varias de sus películas. Marilyn leyendo un libro boca abajo en un avión equivocado porque no se quiere quitar las gafas (según ella, los hombres no son attentive con las chicas con gafas). El sueño de Betty Grable comiendo una hamburguesa. El tono de Lauren Bacall. Ay, mi Lauren. Recomiendo ver las dos versiones, la original y la doblada. El traductor del doblaje al español hace maravillas. Por ejemplo, en el pase de modelos, cambió el nombre de “Hard-hearted Hannah” del modelito del pantalón mostaza con caniche por “Fatalidad, modelo de playa”. Maaarvelous...

lunes, 17 de noviembre de 2008

Invitations to teenage parties

La autoficción es contagiosa. El sábado por la mañana recibo este mensaje:

Estoy en una casa del cinturón, en un after de veinteañeros. Los discos, los niños, la fe. If your up, call me and talk me out this. If not, i'm glad! Or not. Don!now. But one thing's for sure, there's more to life than this.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Veo, veo...

Veo, veo… un chico. Veo, veo… una chica.



Veo, veo… el peor lugar del mundo, ese que habéis convertido en vuestro mundo. En realidad, uno de tantos que salen en las revistas y la televisión. Aunque creáis que el vuestro es diferente, personal. Porque vamos a analizar eso de personal: no lo hiciste nada mal, te lo montaste de puta madre, te camelaste a tus padres mientras te hizo falta, terminaste los estudios para después encontrar ese trabajo que tanto deseabas. Nunca pusiste a prueba la pareja y por eso sigues casado. Lo próximo, supongo que los hijos y un coche nuevo. Has tenido suerte, si es que la hoja de una vida se puede trazar de otra manera. Y mientras tanto, aquí sigo estancado en otra historia, digamos más personal; pero voy a salir de esta, te lo aseguro.

¿No has visto a ese gigante que camina en blanco y negro mientras espía vuestras diminutas e insignificantes vidas? Puede que parezca que me paso el día con el culo aplastado sin hacer nada. Pero, ¿de veras crees que me dedico a esto? Para nada. Lo hago para sobrevivir, y os aseguro que resistiré. Sólo espero el momento de pasar al ataque, señoras y señores, prepárense porque voy a presentarme en sociedad. Y no estoy dispuesto a fracasar. El que os espía ha apuntado vuestros números, ha tomado notas y sabe cómo funciona vuestra mente. Os he estudiado y vuestro cerebro no está más desarrollado que el mío, excepto que vosotros sois más capullos y os pasáis de listos, no os quitáis la máscara ni para follar, nunca reconocéis vuestros errores y nunca hacéis nada precipitadamente. Salvo eso, a todos nos gusta pasearnos por el parque de la mano de una chica y besarla como en Resplandor en la hierba.

Cada noche, antes de acostarse, repasa el plan, calcula el tiempo que da la ecuación de máximo placer y pone la alarma del despertador a esa hora, la que hará volar en mil pedazos vuestro paraíso. Todo a la mierda. Bingo. Y con esa idea entra en sueños el que os espía.

Como en los viejos tiempos, cuando me daba por analizar mis movimientos: la multitud queda absorta ante el control absoluto de Fran a la bicicleta, evitando con pericia la caca de perro al lado del ultramarinos de la esquina. O cuando imaginaba la placa reluciente que pondrían sobre el lugar donde toqué el pecho de una chica por primera vez. Aunque, espera, todavía queda lo mejor. Verás, no sé como decírtelo, pero creo que deberías tomarme en serio. Porque lo cierto es que llevo 16 semanas acostándome con tu mujer, fumando tus cigarrillos, bebiendo tu coñac y deshaciendo la misma cama que elegisteis entre los dos. Y en todo ese tiempo, lo único que he deseado es que aparecieras inesperadamente una la tarde y nos pillaras haciéndolo en tu habitación.

Espío para ganarme la vida y me especializado en la venganza. En quitarte aquello que sé que más te duele. No puedo evitarlo. Tuve una infancia difícil. Mis parques favoritos son los parkings, la hierba sólo sirve para fumar, las chicas para tirárselas. Coger tu manual de vinos y métetelo por el culo. Tu estilo Cortefiel me excita. Con quemaduras de colilla en trajes de marca y miles de pequeñas arrugas secas formándose alrededor de tus ojos.

Y cada noche, antes de acostarme, preparo un nuevo plan de ataque. Porque no se trata de una guerra de sexos, es más una guerra entre los que tienen y los que no tienen. Y da la casualidad de que yo tengo lo que necesitas, justo lo que necesitas.

A media noche, el que espía irá a por ti como un vampiro, o más bien como un dios en blanco y negro que lo ve todo y que te sacará de este estado malsano de vicio, fiestas, cenas y café. Te cogerá por la cintura y te hará cantar de nuevo. Venga, canta y baila otra vez.

Veo, veo… un chico. Veo, veo… una chica, y la oportunidad de cambiar el mundo, de cambiar tu mundo.

(Granada, 11/5/1997, en plena crisis fin de carrera. Una década más tarde, las cosas no han cambiado tanto)

PD: Gracias, Adolfo, por tu memoria...

lunes, 10 de noviembre de 2008

La realidad

Hoy la realidad ha entrado en mi casa como un elefante en una cacharrería. Pensaba que dans la big city vivir en el centro-centro me haría inmune a la realidad, esa que debería estar prohibida. Pero esta mañana el hilo telefónico ha agujereado esa burbuja, esa matrix, ese pentaedro de las Bermudas que me rodea formado por un videoclub, una coctelería, un gimnasio, una discoteca y unos grandes almacenes, y la realidad se ha colado en mi casa. Momento de pánico. Por lo menos me queda la salud, he pensado. Nuevo momento de pánico. No te lo juegues todo a la salud.


Cuando se te cuela la realidad en tu casa, sólo se me ocurren dos cosas: ponerte una copa o salir de casa. Como los gintónics antes del mediodía los estoy dejando para la próxima década, he optado por lo segundo. Me he puesto mis gafas de Kanye West y me he echado a las calles.

Bajo Gran Vía, y para mí bajarla es hacerla de este a oeste, pensando ¿dónde puedes ir? ¿dónde ibas en Málaga cuando necesitabas un chute de seguridad? A la sección de menaje de El Corte Inglés. Allí, entre Villeroy y Vista Alegre, Riedel y Spiegelau, sientes la amenaza de la estampida de elefantes, cierras los ojos y casi llegas a oírlos, pero es un zumbido inerte, no va a más y, cuando te quieres dar cuenta, se ha instalado en tu cabeza junto a la voz que anuncia la promoción de Redumodel. Es el ruido de fondo del aire acondicionado. Miras los precios. Sonríes. Y sales de allí como un hombre nuevo.


viernes, 7 de noviembre de 2008

El estado de las cosas

Sale el sol y me voy a desayunar al Diurno. Sentado al fondo localizo al doble de Vila-Matas, mirando al infinito. Decir que uno se debe a la autoficción es como confesar que le gustan los tríos, siempre acabas implicando a terceros. Debería resultar agradable encontrarse a viejos conocidos en tu bar favorito, but this is la vie dans le big city.


Artículos interesantes en el periódico. Uno donde se cita Destino y carácter, el ensayo de Walter Benjamin. Los hombres de carácter estamos abocados a la búsqueda de la felicidad, mientras que los hombres de destino se conforman con la satisfacción (del deber cumplido en aras de un proyecto, unos fines, unas metas). En lenguaje llano, los hombres de carácter no tenemos dos luces, mientras que los hombres de destino son unos iluminados. El Quijote era ambos. Otro sobre el Goggles, un programa que evita que mandes correos desde Gmail cuando estás borracho. Para evitar esos correos electrónicos a tu expareja o compañeros de trabajo indeseables los viernes por la noche. Si quieres enviar un correo en horario nocturno, te pregunta si estás seguro y te obliga a hacer unas operaciones aritméticas en 45 segundos. Mamá, por favor. Primero, porque el que no sabe multiplicar, ni borracho ni sobrio, y viceversa. En todo caso, que inventen un alcoholímetro para soplar que se enchufe con USB. Pero ¿qué será lo próximo? ¿teléfonos que dejan de funcionar si notan cierto achispamiento en tu voz? ¿controles de alcoholemia en las colas de las discotecas? Supongo que el único efecto que puede tener el programa es que te sientas un completo imbécil multiplicando 11x2 y te replantees de verdad mandar el mensaje. Estoy por preguntarle al doble de Vila-Matas, pero me da que el sólo bebe de día.

Disco de la semana: Lindstrom, de Lindstrom. Suena a Giorgio Moroder y dan ganas de revolver el armario. Canción de la semana: William’s Blood, de Grace Jones. Suena a Grace Jones y no necesito nada más. Libro de la semana: El teorema de Almodóvar, de Antoni Casas Ros. Recomendado por Vila-Matas, el original. Película de la semana: Héroes, segunda temporada. Hombres de destino.

martes, 4 de noviembre de 2008

Hikikomori III

El domingo vi una película hiperhikikomori, por su cualidad de universo irreal, matrix, burbuja o como quiera llamársele: Speed Racer, de los hermanos Wachowski.

No hablaré del clásico animé del que proviene (Meteoro), ni de la estética deliberadamente camp de la película, ni de las referencias queer de algunos personajes (Racer X) o incluso a los toros (esa escena madre-hijo), ni del gran pulso que mantiene el guión con las imágenes (a pesar de estar éstas mucho más evolucionadas), ni de la emoción de las carreras, ni del bigger than life.



Esa perfecta utilización de la pantalla verde que “concilia actores y localizaciones reales que fueron des-realizadas digitalmente”. Des-realizar una ubicación real. ¿Existe algo más hikikomori?

Mientras la crítica la denostó con un ¿para qué tanto artificio? y la calificó de mareante, abrumadora y gran embotellamiento...

(Me ha encantado sobremanera esta cita: “Donde quiera que los movimientos autónomos desencadenados quedan embotellados, se dan las condiciones en las que el activo moderno se convierte en pasivo posmoderno. (Sloterdijk, Eurotaoísmo)” referida a que los grandes atascos veraniegos en las autopistas han hecho fracasar parte de la falsa modernidad)

... yo me emocioné, reí y lloré como hacía tiempo que no me pasaba delante de una pantalla. Absolutamente recomendable.

Y para terminar con la parte japo del blog, aquí dejo la parte japo de un concierto de Madonna. En concreto, la que yo considero su última canción… madura (iba a escribir moderna, pero no quiero increpar a Baru).

viernes, 31 de octubre de 2008

Hikikomori II

(Gritando a Adolfo al teléfono: “¡Porque yo no escribo poesía de la experiencia! ¡Yo sólo hago autoficción! ¡Yo fui de los primeros que se atrevió con la autoficción en este país!”)

Y continuando con Japón, y esto empieza a parecerse a la parte japo de un concierto de Madonna, buscando información sobre un par de novelitas que tengo ganas de leer de Alberto Olmos (me encantó su intervención en Las Noches Blancas -sí, sigo enganchado a Dragó- dedicado a Japón, aunque tuvo un momento muy poco fino, como él mismo confiesa), he dado con su blog, que se llama, cómo no, hikikomori (http://hkkmr.blogspot.com/).

Como mis conocimientos sobre la cultura nipona son bastante nulos comparado con este señor, aquí dejo unas cuantas fotos del Vogue Homme Japan.








jueves, 30 de octubre de 2008

Hikikomori

Quizá tengan razón los días laborables, como decía Jaime Gil de Biedma, espero que no, porque los días laborables servidor se siente un poco como esos niños hikikomori que se encierran durante años en su habitación sin salir, mirando llover por la ventana de Internet, interactuando P2P, insultando a la pantalla de la PSP, mirándose el ombligo en su blog. Lo más cercano al contacto humano que sienten es el agua cayendo de la ducha. Y la mirada comprensiva de sus padres a la hora de comer, que debe de parecerse bastante a la de aquellos dinosaurios camino de la extinción. Se supone que en Japón hay más de un millón, aunque hablar de ubicación geográfica a estas alturas de siglo suene un tanto deprecated.

El presente/futuro es tremendamente robótico, sólo que los robots no son esos cacharros de hardware que imaginábamos en los ochenta, los robots se parecen más a los días laborables en Matrix, cuando Neo/Keanu se quedaba en la cama durmiendo. Son puro software.

El presente/futuro son ciudades blindadas al tráfico salvo pago de peaje, alquileres en el centro a precios prohibitivos salvo para notaría o multivivienda de camas calientes, mínimo/cero contacto humano en relaciones sexuales, condiciones laborables exprimidas por la crisis perpetua, parejas en régimen de leasing… anorexia, kinorexia, morenexia, ortorexia, vigorexia, sexorexia y mucha, mucha mercromina.

Aunque vaya a hacer alguna compra al Corte Inglés, aunque hable mucho por teléfono, aunque quede para tomar un café (a precio de una hora de trabajo), hay algo definitivamente Matrix en esta suerte de trabajo que he/me ha elegido. Me estoy volviendo uno de ellos. Pronto acabaré colgando vídeos en YouTube como el de este simpático hikikomori, que me recuerda a mí, pero más joven…





domingo, 26 de octubre de 2008

Like he eats rice and beans

http://rapidshare.com/files/157674425/Avenue_D_-_Cazwell_-_The_Sex_That_I_Need.mp3.html



The latin explosion ain't new to me I've been into foreskin since puberty I want an uncut latino with a libido the size of reno, nevada to bang me 'till my bladder splatters a dick fatter than a beer can, lay down, stand, or in the back of his van, he sports tommy, addidas, fubu, timberland, pinky ring on his hand, his wish is my command I'll suck his dick on the can or on the puerto rican sand, that's my man with the nice clean fade and when he gets paid, I get paid, and when I get laid, I'm glad he stayed cuz there's nothin' I like more than foreskin, I drop my chin so I can fit it all in and then he eats my ass like he eats rice and beans, until the plate's clean, you know what I mean?

Yes I do, just the other day I got a blowjob from a ho job with no job seen him at the bar battin' his eyelashes show me where your cash is, I'll show where my stage is, his ass is on my bed the head board hit his head 'till his head turned red in and out was the motion KY was the lotion and that's the way it goes, girl when you fuck until your toes curl I rocked his world with mad stamina hot like panama shot like an enema I'm sending your ass back to the store to get some rubbers, so I can change the covers

Chorus:
This is the kind of man that I want
This is the kind of sex that I need

Well it won't be long before he takes off my thong, (but it wasn't a thong until you put it on) shut the fuck up! I'm the one getting laid here he's back from the bodega with a case of beer and a bag of weed, so I'm on my knees pulling out the seeds he wants to squeeze my 34Bs someone pass the poppers and a bottle of lube before he bangs me from the back with his rough rider attitude the routine, we fuck on the rug so the sheets stay clean, damn, my man is heaven sent he got me horny like the ex-president just thinking of my man's big dick in my face and then he comes in my face and then runs out of the place, I don't care, he'll be back cuz he loves this ass and when he's done his friends'll be over fast, you got a problem with me? you should get your ass off of avenue D

See you like the type of guy that works at the pizza place, sweat on his face moustache above his lips open shirt, gold chain, and a cruxifix, I like the type of guy that's the east vil style, chill for a while if he's versatile but the bottom direction give me his ass and give me affection did I happen to mention (no I don't think you did) well I like to keep my man in the 718 cuz I'm in 212 and got things to do (like what?) like whatever wanna leave this with no shame behind me, but all I see is his name on my caller ID which reminds me of the time we took three ecstacy you know one thing leads to another I see him on the weekends (what about the weekdays?) that's when I'm busy messin' with his brother

Chorus

jueves, 23 de octubre de 2008

El doble de Vila-Matas

“Porque donde se puede y se debe ser verdaderamente original es al citar. (...) Citar es respirar literatura para no ahogarse entre los tópicos castizos y ocurrentes que le vienen a uno a la pluma cuando se empeña en esa vulgaridad suprema de «no deberle nada a nadie»”.

(Enrique Vila-Matas, Dietario voluble)



Tiene Vila-Matas sin saberlo un doble en Madrid. No lo digo yo. Lo dicen en Barcelona. Mientras él deambula entre el Café de la Radio, el Bracafé o el Bar Belvedere de la ciudad junto al mar, su doble, que no se le parece en nada, pasa las mañanas y las tardes sentado solo en el Diurno y en el Gift, aquí, en Madrid, absorto, mirando la vida pasar. A lo mejor es su traductor al catalán, que se ha mudado a la capital para distanciarse del texto. Eso explicaría (el que sea traductor) un parecido que, como digo, no acabo de ver. Y ese brillo esquizofrénico en la mirada. Y que tenga tanto tiempo para ir de café en café. La traducción es un oficio que requiere de muchos descansos.

“Conmoción esta mañana al salir a la calle y reparar de golpe en la extrañísima presencia de las cosas”, escribe Vila-Matas en su última novela. La escritura es un oficio que exige un alto grado de extrañeza.

“Si vas a intentarlo, que sea a fondo. Si no, mejor que ni empieces. Puede que pierdas familia, mujer, amistad, trabajos y hasta la cabeza. Puede que no comas en días, puede que te congeles en un banco de la calle. No importa. Es una prueba de resistencia para saber que puedes hacerlo. Y lo harás. A pesar del rechazo y de la incertidumbre, será mejor que cualquier otra cosa que hayas imaginado. Te sentirás a solas con los dioses, y las noches arderán en llamas. Cabalgarás la vida hacia la risa perfecta”, escribe Bukowski, sobre el oficio de escribir, la noche, las drogas, cualquiera sabe.

Dicen en Barcelona que tiene Vila-Matas sin saberlo un doble en Madrid. No, no es Casas Ros, como algunos piensan. El doble de Vila-Matas no escribe auto-ficción. La traducción es todo lo contrario de la auto-ficción, es escribir la ficción-ajena. Tampoco soy yo, ya me gustaría. Aunque compartamos oficio, mi traducción es de otra calaña. A veces me lo encuentro, al doble de Vila-Matas. Me gustaría preguntarle si echa de menos Barcelona en los portales de Madrid:

“Barcelona es la luz submarina de los portales del Ensanche vistos al volver del colegio” (Jaime Gil de Biedma)

Pero no me atrevo. Es cierto que los portales modernistas del Ensanche tienen algo de acuario empapelado en la habitación de un niño. Yo viví una de mis noches más oscuras en uno de esos portales.

“La Muerte no tenía intención de viajar en mi vagón. La Muerte no es tan metódica” (Rick Moody, El velo negro)

Pero basta de hablar de mí. O del doble de Vila-Matas. Por lo que sabemos, a lo mejor ni siquiera es traductor. A lo mejor ni siquiera es su doble. No hay que creer todo lo que se dice en Barcelona.

“Ya no quiero oí fragmentos. Cuéntemelo todo del principio al fin. Menos no pienso escuchar” (Franz Kafka, Descripción de una lucha).

Basta de fragmentos. Hay que leer a Vila-Matas.


miércoles, 22 de octubre de 2008

El hombre vestido de hombre

El hombre vampira
voluptuoso, pecador, lascivo
bestia impúdica, mala.

El hombre lesbiano
seductor, tentador, serpiente
homófobo.

El hombre presidente
dominante, pensador, filósofo.

El hombre vestido de hombre,
musculoso.

(reflexiones en el gimnasio)




martes, 14 de octubre de 2008

Musical con acento andaluz

Chendo nos consiguió entradas para ir al pre-estreno de Enamorados anónimos (El musical de la Copla). En el teatro Rialto, a partir del 16 de octubre. Blanca Li, la coreógrafa, de Granada, anunció que se trataba de un ensayo general y que pararían si algo fallaba, aunque intentarían que no.



Se levanta el telón y suena “Romance de Valentía” grabada a la guitarra por Paco de Lucía. El escenario se ilumina en rosa (color que predomina en el cartel y en gran parte de la sensibilidad de la obra) y aparecen unos bailaores vestidos de corto con sombrero cordobés, de blanco que se vuelve rosa con los focos.

Llevar la copla a Brodway se podría haber hecho de muchas formas: más elegante y seria, tipo la coreografía que Blanca Li hizo para Poeta en Nueva York; más épica o andrewlloydwebera; más biográfica, tipo Lola, la película… aquí han optado por el rosa chicle, es decir, el pop (que no flamenco-pop, no hay coplas de Carmen Sevilla, ni de Marisol). Es la estética pop de la muñeca vestida de gitana encima del televisor. El pop de cierto Almodóvar (son varios en el equipo técnico que han trabajado con él, entre ellos Blanca, que hizo la puesta en escena del Baile de la rosa en Mónaco). Y sobre todo, el pop de Hoy no me puedo levantar. Por qué arriesgarse cuando la fórmula funciona.

El argumento es tan adolescente como aquel chiste de “El amor es como un chicle del que tiran dos infelices, cuando uno lo suelta, le da al otro en las narices”. Chicle rosa como con el que juega Alba Flores en su solo de “Y sin embargo, te quiero” a ritmo de swing, vestida con un quimono y con unos vídeos y unos bailarines de inspiración japonesa que recordaban al manga, a Takashi Murakami y a la parte japo de los conciertos de Madonna.

Moderno, moderno…

La dirección musical es acertada. Y con esto quiero decir que podrían haber caído en el versioneado simplón de Tatuaje, el último intento de actualización de la copla en las voces de Marta Sánchez, Rosario Flores, etc. Pero Javier Limón (productor del Cigala, Buika…) le ha sabido dar ese toque Broadway que exigía el proyecto, ese toque latin-jazz, pero también blues, bulería, rumba… muy bien intercalados unos con otros. El repertorio: clásico en su mayor parte, pero con canciones de Sabina y Serrat, o del propio Limón.

Me olvidé el cuaderno y el boli, así que intentaré recordar algunas. Además de la citada, Alba también hace un trozo “La zarzamora”, e impresiona por el rollo genealógico, aunque no esté muy dotada para el cante y menos aún para la interpretación. Este es uno de los puntos flojos del espectáculo: se nota que han apostado más por las voces que por el trabajo actoral. Por las voces y por el acento, porque al final gran parte del casting es andaluz, y se oye un acento muy bonito en toda la obra. “La zarzamora” hace doblete porque también la canta la travesti en el burdel.



Uno de los high points de la noche. Todo un homenaje a las travestis que han impersonado folclóricas en antros gays durante décadas y a los mariquitas que la cantaban detrás del féretro de Lola. Recuerdo un “Ojos verdes” intimista y precioso entre Carlos Vargas y la doctora con una luna gigante como la que esta noche se ve desde mi ventana. Un “Pena, penita, pena” divino del enamorado de Alba Flores, mi favorito, of course, con un punto a lo Potito. Un “A tu vera” muy gracioso cantado por “Maricruz” y “Dolores”, que además de protagonizar los mejores gags, son sendas canciones. “La bien pagá” cantada por el matrimonio que no se soporta. “19 Días y 500 noches”, de Sabina, cantada por el marido caminando por una Gran Vía de Madrid llena de luminosos. “Las cosas del querer” a coro. “Romance de Curro El Palmo”, de Serrat, cantada por la doctora. Que también canta “Contigo” de Sabina con Carlos Vargas. Un oportunista "Lágrimas negras" de Limón. "Esa cobardía" que tenía Chiquetete se convierte ahora en un himno bollo en una peluquería de pueblo. Y la más emocionante de todas, "S.O.S" de Mayte Martín, cantada por la pareja de lesbianas. Lo dicho, más rosa que este blog.

Los actores que cantaron anoche varían algunos de los que he visto en los ensayos, así como alguna de las canciones que han caído, como “Te estoy amando locamenti”.

PD: Emocionante, como siempre es la copla. Se recomienda ir un día que cierren pronto los bares, porque sales con unas ganas de ir de mostrador en mostrador buscando un pecho tatuado que ni la Piquer.

2017: tibio y desafecto

Ay, que ya nadie se acuerda de 2017. Aquí va mi resumen: Lo mejor del año  * La frase de "Juego de Tronos": “Maybe it real...