martes, 22 de abril de 2014

Una gata temeraria bajo la lluvia

La vida Under The Sea es mucho más fácil, cantaban en La sirenita, y no puedo estar más de acuerdo. Llámesele debajo del mar, la lluvia, las sábanas, los treinta años o Despeñaperros.

En un lunes lluvioso como el de hoy, miro por los barrotes de la ventana de esta extraña clínica de desintoxicación donde no se hartan de decirme lo mucho que me quieren y lo estupenda que estoy, y me pregunto por qué he acabado convirtiéndome en una de esas gatas a las que les gusta la lluvia. Y mira que me pongo a los Carpenters y canturreo aquello de “Talking to myself and feeling old, sometimes I’d like to quit”, pero ni con esas.

Vamos, que el mal tiempo me sube la dopamina y la serotonina más que un enfrentamiento con un chulo de policía a Esperanza Aguirre. Estoy seguro que le dijo mi frase favorita de Fast and Furious: ¿eres de esos hombres que prefiere los coches a las chicas?

Ay, Espe, yo también me doy miedo por mi temeridad. El sol antes me hacía feliz. Ahora me provoca ansiedad. Y lo peor de todo es que la lluvia es muy poco exuberante, irracionalmente hablando, a menos que entremos en caudales de diluvio o lleves las llantas como Grace Kelly.

Claro que este blog hace mucho tiempo que tiene la exuberancia por los suelos. Y mira que lo intento, pero no hay manera. Me temo que hace tiempo que perdí la partida contra esos malandrines que quieren acabar con la fiesta y la exuberancia.

Y maullaréééééééé por tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

miércoles, 16 de abril de 2014

La semana tranca

Hay pocos días más España que hoy: mientras Jesús el Rico libera a un preso en Málaga con una mano articulada para dar su bendición (en total se indultan 19 presos por Real Decreto), se juega la Copa del Rey, nada menos que con un clásico.

En Valencia, donde se celebra el partido, hay dos carpas para celebrar la previa esta tarde. En la del Barça puedes subirte a un asno catalán que funciona como toro mecánico, además de asistir a conciertos de Dr. Callypso o The Upshitters. En la del Madrid, puedes subirte a una réplica de la Cibeles y el concierto es de Marta Sánchez, Soraya y Antonio Carmona. O sigui!!!

¿Dejarán los hermanos mayores de las cofradías llevar cascos a los costaleros para oír el partido? ¿Se verá botar a la Virgen cuando marque un gol el Madrid? ¿Será Cristo del Barça? ¿Qué hará la orquesta cuando se cante un gol en los balcones? ¿Habrá salido Fran Rivera de costalero como otros años en Miércoles Santo o habrá declinado su fe?

Sólo falta que quemen una falla en Sevilla, que la Duquesa salga a bailar una sevillana al balcón y que se escape un toro por la carrera oficial. Qué colocón.

Yo, que me enteré el año pasado de que Cristo resucita (aunque todavía no me ha quedado claro qué hace después: ¿de repente sube al cielo? lo encontré raro) y todavía no sé qué es una chicotá, estoy superafavor de la Semana Santa como espectáculo. Pero como se dice en Málaga: tela.


lunes, 7 de abril de 2014

Contra la primavera

“Mire, a mí también me pone nervioso la primavera, también a mí me turba la muelle trivialidad de los recuerdos y las sensaciones que la primavera despierta en nosotros (…), pues la verdad es que me avergüenzo ante ella, me avergüenzo ante su naturalidad limpia y pura, ante su triunfante juventud (…). Se trabaja mal en primavera, qué duda cabe. Y ¿por qué? Porque uno siente. Y porque es un ignorante quien cree que el creador ha de sentir. Todo artista auténtico y sincero se sonríe ante la ingenuidad de esta ramplonería; tal vez con melancolía, pero se sonríe. Pues lo que uno dice no ha de ser jamás la parte esencial de las cosas, sino tan sólo material, de por sí indiferente, de la cual hay que servirse para crear la forma estética con artística y serena superioridad. Si pone demasiado interés en lo que va a decir, si esto hace latir su corazón con demasiada fuerza, puede estar segura del más rotundo fracaso. Se pondrá patética, sentimental, sus manos producirán torpezas, ridiculeces con pretensiones de seriedad, que están más allá de sus fuerzas, sin gracia ni sabor, aburridas y banales y que, para colmo, no provocarán sino indiferencia en la gente y desengaño y desolación en usted misma (…) ¡Se acabó el artista en el momento en que se haga humano y empiece a sentir!”

Tonio Kröger, de Thomas Mann

2017: tibio y desafecto

Ay, que ya nadie se acuerda de 2017. Aquí va mi resumen: Lo mejor del año  * La frase de "Juego de Tronos": “Maybe it real...