viernes, 17 de julio de 2009

I’m a lover, not a fighter

Es lo que le dice Michael Jackson a Paul McCarney en “The Girl is Mine” cuando Paul le pregunta si no va a luchar por la chica. Lo suscribo. Así nos va, Michael (it’s their loss).



Llevo unas semanas que me encuentro un poco pa’allá. Demasiado trabajo (a precio de crisis: entre estas paredes dejo sepultá…). No es pity-talking, como dice Adolfo cuando últimamente me habla de hombres: es una constatación de los hechos. Tampoco es que me vea trabajando de otra cosa, ni siquiera de modelo, y mira que me lo han pedido.

¿Qué es lo que más me gusta y lo que más me amuerma de Madrid en verano? Todo lo que sigue, me gusta y me amuerma a partes iguales:

* Comprar sushi en un puesto pequeñito que hay en el mercado de Antón Martín, hiper Blade Runner, donde una japonesa los prepara (sin ninguna prisa) delante tuya. Y combinarlo con un salmorejo fresquito de tomate y sandía.

* Quedarte el sábado sin salir (desperate times call for desperate messures) y hacer un festival Bette vs. Joan después de tomarte unos cócteles caseros.

* Ir al mercado de San Miguel y degustar unos pinchos de bacalao y salmón, con un vermut de Madrid, mientras los camareros te dan a probar anacardos gigantes y muesli garrapiñado.

* Cumplir el ritual de cada verano y ver “Un cuento de verano” de Eric Rohmer, para reflexionar sobre tus opciones sentimentales, sobre si tenemos o no tipos que nos pegan, sobre el autoengaño que es el amor y sobre las diferencias entre este, la amistad y el sexo. Me encantan las películas de Rohmer porque al final no se distingue entre una relación amorosa y unas oposiciones al ayuntamiento (como decía Thelma Ritter a propósito de los matrimonios modernos en La ventana indiscreta).

* Ir a la piscina de Lago, la piscina donde se reúnen todas las musculocas de Madrid (Annabel pone los ojos medrosos nada más llegar de Barcelona para que vayamos), como en el vídeo de Slow, pero en vez de Kylie, con una famosa rapera de Ciudad Pegaso ciega de minis de tinto de verano escupiendo a nuestros pies.

* Descubrir un sleeper en el cine. Este año: “El primer día del resto de tu vida”, una peliculita francesa de caérsete las bragas, aunque no es nada gay, más bien al contrario. Cómo es, el universo, tan justo, tan paradójico…

* Ir de after al 13, un ex-antro donde ahora te dan unos cascos en la entrada en plan la Dama de Elche y te pones a bailar (house o funky) mientras la gente (Adolfo) departe en la barra sin tener que levantar la voz.

* Releer “El retrato de Dorian Gray” (the words “highly appropriate” spring to mind)

Y poco más: que me he cortado el pelo y ya no puedo decir aquello de “I do work this (apuntando al flequillo) every morning”.

PD: Canciones favoritas de Michael: In the closet (no pasan los años por ella) y, en plan nostálgico, Liberian Girl.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Modelo, sí, pero de qué????
Con las oposiciones al ayuntamiento, hasta me atrevería... con una relación amorosa... me da tanta pereza como a la de los shushis

Anónimo dijo...

un gazpachito....?
C
X

2017: tibio y desafecto

Ay, que ya nadie se acuerda de 2017. Aquí va mi resumen: Lo mejor del año  * La frase de "Juego de Tronos": “Maybe it real...