1.
Berry Bros. & Rudd (3 St. James): la tienda
de vinos más antigua del mundo (1698), con tres salas rehabilitadas y una
recepción con un suelo de madera inclinada maravilloso. Se suponen que lo
tienen todo, incluido un dependiente que habla español. Está a la vuelta del
ICA (Institute of Contemporary Arst), donde preparaban un especial dedicado a
Bowie.
2.
Arbutus Restaurant: se presenta como un contemporary
bistro deluxe in the heart of Soho. Debe su nombre a un árbol que hay próximo
en Soho Square. En el Guardian lo recomiendan for the ocassional treat. Tiene
una estrella Michelin, un menú de mediodía asequible y un sister
restaurant en Mayfair, el Wild Honey, que la camarera nos recomendó
encarecidamente, con un menú Pre-theater (de 5-6:30 pm) que tampoco está
nada mal.
3.
The National Gallery, gratuita, incluidas las
temporales. Este verano había una maravillosa de Tiziano (http://www.nationalgallery.org.uk/nota-de-prensa-metamorfosis-tiziano-2012).
4.
El suplemento gastronómico mensual del Guardian.
Y Jay Rayner, su crítico bandera, alguien que confiesa que siempre pide el
segundo vino menos caro de la wine list –algo impensable en estos lares-. Tiene
un sentido del humor espectacular, como demuestra en este artículo (http://www.guardian.co.uk/lifeandstyle/2012/aug/19/eating-myself-to-death-rayner)
5.
The
Joiners Arms (118 Hackney Road). Después de intentarlo
varias noches en el Soho, cuna del gay-trash, el este queda como el único
reducto de la noche gay de calidad no orientada a las drogas/maquineo. Aparte
del Joiners, muy recomendable también el East Block, que cierra un poco más tarde
(tampoco demasiado).
6.
El Kioto Garden de Holland Park. Un remanso de
paz para los que no vayan con prisa.
7.
Holland Park Avenue. La calle donde vive Martin
Amis. Como dice mi hermano, si pasara tantas veces por otra calle como por
esta, también la adoraría. Probablemente. Aún así, reúne muchas de las
cualidades que me gustan en una calle: aceras no muy anchas, mucho tráfico, poca
gente los sábados por la tarde, tiendas delicatesen, ninguna de ropa, casas
residenciales pero no como en Mayfair...
8.
Debo confesar que en Mayfair me sentí un poco
desclasado, quizás también un poco en Belgravia, en South Kensington, en
Chelsea, pero sobre todo en Mayfair. A pesar de la carnicería maravillosa.
9.
The
National Theatre. Fuimos a ver “The last of the Haussmans” con Julie
Walters, que está magnífica, aunque el texto no me volvió loco. Me quedé con
ganas de ver “One Man, Two Guvnors”, una versión de Goldoni que me estoy
leyendo ahora y es puro slapstick, que empezó en el National y ahora está en el
West End. La librería del National, divina, aunque es verdad que está mejor el
bar del BFI (la filmo), justo al lado.
10.
El Westfield, un centro comercial en pleno
barrio obrero con una milla de oro que nada tiene que envidiar a la de Bond
Street. Contrastes, cariño, contrastes. También tenía una HMV (mi tienda de DVD
favorita, casi vacía, a punto de morir) y un Top Man (mi tienda de hombre
favorita, muy street-wise, aunque me quedo con la sección de zapatos de la sucursal
de Oxford St.)
11.
E&O Notting Hill. Restaurante panasiático con
un bar hiperfashion de noche para tomar copas. La única pega, que cierra a las
12!!! En Notting también descubrimos un centro cultural con una terraza divina
que no me acuerdo el nombre y una cafetería-tienda de complementos para perros
en la que estuve con Chen y que era muy Posh Spice.
12.
Y un supersecreto de moda londinense para este
invierno: se llevan las mantas para salir a la calle haciendo las veces de
abrigo. Con un buen estampado, claro.
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