martes, 24 de junio de 2014

Me enamoré de una estrella del porno internacional

It never rains but it pours!!! Croacia eliminada. Vuelvo a estar sin equipo. Estoy empezando a pensar que soy kriptonita para el fútbol: equipo al que le echo el ojo, equipo que cae. Supongo que sólo es justo, después de tantos años en los que el fútbol fue kriptonita para mí. Y mira que lo intento. Me preparo mi humus y mis chips, lleno la nevera de cervezas de importación y dejo a mano una buena pila de revistas de moda por si el partido es aburrido, pero ni con esas. Claro que, como cantaban los Garbage, toda mi vida sólo he sido feliz cuando llueve y es complicado.

Este se prometía un verano de goles, porno y series, pero se va a quedar en lo tercero. A veces, creo que soy un personaje de uno de los capítulos de Inside No. 9, encerrado en un bucle espacio-temporal donde las temporadas se suceden a golpe de clic, mientras el ordenador se niega a apagarse. Noches de bulimia y de ilusión, que cantaban los Navajita Plateá. Claro que a caballo regalao, no le mires los brackets, o como dicen los ingleses: beggars can’t be choosers.

Es lo malo que tiene el cibertedero en que se ha convertido Internet, que está lleno de tramps como el del tercer capítulo de Inside No. 9. Para muestra, un botón: estaba servidor acopiándose del material del que están hechos los sueños, i.e., de una bonita colección de películas porno de Paddy O’Brian para soportar estos calores, cuando me encuentro en una escena a uno de mis CDP (compañeros de pesas) del gimnasio. Oh my!!! Se llama Leo Domenico, pero ya os advierto, mirad que estéis solos en la oficina si lo buscáis en las imágenes de Google, porque os podéis llevar más de un susto.

Yo susto, lo que se dice susto, no me llevé, pero la verdad es que cuando los sueños se convierten en centímetros, la cosa pierde bastante morbo. Más que nada porque algún día estuve tonteando con la idea de que fuera el padre de mis hijos, y ahora no sé, quizás me estuviera precipitando un poco.

Ya conté aquí alguna vez lo que dijo Goldie Hawn: “Sólo hay tres edades para la mujer en Hollywood: la tía buena, la abogada y “Paseando a Miss Daisy”. Para el gay en Madrid sólo hay tres edades: Grindr, adicto a las series y el Black & White.

Ay, Melania, éramos las mejores, pero de eso ha pasado mucho tiempo, y ahora tenemos el router al rojo vivo.


2 comentarios:

OpenTranslation dijo...

No me extraña el walk of shame camino de la ducha, con ese listón, casi cualquiera se subiría la toalla hasta el sobaco.

Unknown dijo...

Gracias, rey

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