viernes, 21 de marzo de 2014

Nunca pertenecería a un club que me aceptara como socio

El gran engaño de la 2.0 ha sido pensar que podemos elegir a qué club pertenecemos, de quién somos amigos, de quién nos enamoramos o, si me aprietas, incluso con quién podemos acostarnos.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

brutal
Ad

J. dijo...

Bueno, si le cambias al vídeo el rollito tecnológico por la España de la posguerra es la misma historia que la de «Calle mayor».

Palabra por palabra.

2017: tibio y desafecto

Ay, que ya nadie se acuerda de 2017. Aquí va mi resumen: Lo mejor del año  * La frase de "Juego de Tronos": “Maybe it real...