sábado, 19 de julio de 2014

El genio me robó el trueno, pero yo le robé la pulmonía

Con el calorín que hace esta semana, no he tenido más remedio que tragarme mi orgullo, je dirais même plus, mi bochorno, después del flop de las fiestas musculocas de este año, y colarme en la Apple Store poniendo cara de Pedro Sánchez después de un gatillazo en Moratalaz, para poder trabajar con aire acondicionado. Lo más duro es conseguir taburete. Luego te vas a la mesa de los portátiles y, dismulando, deslizas el tuyo como si fuera uno de exposición y te pones a escribir. Aquí estoy, disfrutando de la ventisca del lugar, que para algo lo llamaban antiguamente el “café pulmonía”, por las corrientes de aire que provocaban sus 16 puertas.



Ante el aluvión de peticiones que he recibido en este blog, voy a proponer una lista veraniega de lo que se lleva y lo que no, que sé que las echabais de menos:

Se lleva

1. Llevar gafas de sol dentro de la piscina, en el agua, me refiero, debe ser algo importado de les illes.

2. Mojar el dedito en MDMA. La coca está acabada y la droga caníbal no existe. Esa gente mordía antes de tomarla.

3. El peinado de casco con raya al lado y muy largo por arriba.

4. Las camisas de flores (por fin). Yo siempre he tenido complejo de Stella Dallas pero, con los años, estoy empezando a pensar que los estampados son el menor de mis problemas con los hombres (cuando no es actor porno, frecuenta bares de sexo que harían ruborizar a una practicante de mamading).

5. Hablar de la casta en las cenas.

6. Llamar niki al polo. Es como antiguamente se llamaban. Viene de Alemania, de los primeros que mandaron los emigrantes aquí.

7. Las comedias románticas con cáncer y autoayuda. El amor sólo tiene sentido ante la enfermedad y aún así necesita un poco de esoterismo.

No se lleva

1. Publicar las fotos de la cuenta del restaurante en TripAdvisor o en las redes sociales. Una ordinariez.

2. La canción Happy de Pharrell. Después del chupinazo, absolutamente prohibido tararear esta canción. Y menos con gafas de sol. Salvo que tengas menos de 10 años.

3. Las herencias. Después de ver You’re next, entiendo que Sting haya desheredado a su progenie.

4. Las camisetas de flores. A menos que quieras parecer un dependiente hipster de Pull&Bear o un aspirante marica a Quiere casarse con mi hijo o lleves un peinado de casco con raya al lado y muy largo por arriba con barba larga.

5. Hablar de series en las cenas. Get a life!!!

6. La moda normcore. A mí que me dejen, pero ni ciega de MDMA me pongo algo de Alcampo.

7. El orgullo. De verdad, qué bochorno este año…

Oops, creo que un genio de Apple me está mirando vexativamente, como dicen los catalanes. Abortar, abortar…

No hay comentarios:

2017: tibio y desafecto

Ay, que ya nadie se acuerda de 2017. Aquí va mi resumen: Lo mejor del año  * La frase de "Juego de Tronos": “Maybe it real...