miércoles, 26 de enero de 2011

La paguita

Qué difícil es ser de derechas cuando no se tiene dinero. Pero bueno, aquí estoy (brazos arriba), consiguiéndolo.

Hoy se me ha ocurrido una propuesta para cuando esté la derecha en el poder: una paguita para todos los LGTB, como discapacitados para ser heterosexuales. Cuando se lo he contado a Chendo se le ha ocurrido que la paga esté basada en tu disfunción: vamos, que una pasiva 100% tenga una paga más completa que alguien versátil, y éste más que un bisexual, por ejemplo. No hay duda de que a mi adorada Cuca (¿en un café de Lavapiés, yo? Me extraña mucho) le encantará y seguro que llama a alguno de los ediles del Partido que ella conoce para interceder. A ver si me puedo plantear por fin ese retiro que tanto me merezco en Torremolinos (el ayuntamiento es nuestro allí, ¿no? Cuca, llama).

El otro viernes, Ángeles me invitó a una de sus famosas cenas, pero tuve que declinar la invitación porque ya había quedado con un ex cachorro del Partido (ex mío, porque cachorro sigue tanto o más que el año pasado). Eso sí, por teléfono le dejé muy claro que es muy fácil estar en contra de la piratería cuando se tiene dinero. Le dije: "Sinde, cariño (porque ella es como Lady Foster, que se siente a gusto con todas las variantes de su nombre), no cierres nunca los ojos cuando te comas una polla”. Y es que hoy, con los iphones, blackberrys y demás, te graban que ni te enteras y luego vienen los problemas con los derechos de autor. Porque una mamada a quién pertenece, ¿al que la hace o a quien la recibe? ¿y hasta cuándo cobran los derechos sus herederos? Eso no se lo pregunté, porque no quería crearle más dudas. Colgué y llamé a Elvira, que contaba el otro día que tampoco es para tanto lo que cobran los herederos y que normalmente tienen que trabajar también (supongo que lo decía pensando en las sobrinas de Lorca). Le dije, Elvi, cariño (porque ella también es como Lady Foster), no seas rácana con tus hijos, que al pequeño le debes la mitad de tu último libro… Me mandó a la mierda, directamente, me dijo que si me creía que ella era Lucía Lapiedra.

Qué difícil es ser de derechas cuando te quieres dedicar a esto de la cultura. Si ya lo decía mi adorado Auden en “El prolífico y el devorador”: “los artistas y los políticos se llevarían mejor en tiempos de crisis como los actuales si los segundos entendieran que la historia política del mundo hubiera sido exactamente la misma si no se hubiera escrito ningún poema, pintado ningún cuadro ni compuesto ninguna nota musical”. La filosofía de Auden de que ningún verso pudo evitar que ningún judío entrara en la cámara de gas es deprimente, pero ser de derechas también lo es. Qué ganas tengo de que acabe el solomillo crudo y frío en que se está convirtiendo este invierno. Quiero una paguita ya!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jo comento: no és que sigui jo gaire partidària de la subvenció, però si ha de servir per fomentar l'activitat i augmentar la productivitat, tan necessàries en aquests moments de crisi, benvinguda la paguita.

V

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