viernes, 4 de febrero de 2011

Enredado

A veces pienso que no me llega la sangre al cerebro, como a Lukas Haas en “Todos dicen I love you” (título que ahora me recuerda siempre a la gran Chus Lampreave en Los Abrazos: "usted dice love, yo digo sexo"), cuando pese a ser hijo de una de esas familias numerosas progres de Nueva York que tanta rabia dan desde “El guardián entre el centeno”, de la noche a la mañana empieza a apoyar a la extrema derecha y a la asociación del rifle, para luego descubrir que en realidad se le había formado un coágulo.

Pero no, luego he recapacitado y me he dado cuenta de que ese ha sido el gran problema de la izquierda en este país (y en Manhattan): creer que a los que no piensan como ellos no les llega la sangre al cerebro. Llegar nos llega, sólo somos un poco más egoístas. Todo esto viene al caso de la famosa frase de Bisbal: “Nunca se han visto las pirámides de Egipto tan poco transitadas, ojalá que pronto se acabe la revuelta”. Por más que la releo no puedo estar más de acuerdo. Llevo dos días intentando pillar el chiste, pero no hay manera. Los otros que han seguido sí los pillo, me encanta el del Big Ben, el del monstruo de Leganés, pero el de las pirámides, nada. Lo encuentro hasta poético: “ojalá pronto acabe la revuelta”.

Pero vamos, que no quería hablar yo de ningún trending topic de la red, que ya sabéis que estoy en contra de toda forma de red social que se precie en Bolsa y lo explico por enésima vez: 1) En mi casa colaboro con quien me da la gana y 2) Al que quiera saber, como canta Martirio, mentiritas a él, o como suele decirse, que se compre un libro (digital si le apetece, allá cada uno) 3) Get a life!!! 4) Cotillas, que son todos una panda de cotillas.

De lo que quería hablar es de lo que viene siendo LA película del año para mí: "Enredados". Mira qué cara:


A mí no me gusta nada la animación y siempre he suscrito la famosa frase del mariquita que llama a Canal+ a contratar el porno: “Déjame a mí de Disney”, pero con "Enredados" no sé qué me pasó. Como siempre digo: reí, lloré, salté, canté, bailé… "Enredados" es un musical de Broadway con pocas canciones y mucho pelo. Trata de una chica que vive encerrada en una torre, sin pisar la calle, viendo la vida pasar por su ventana mientras ensaya nuevos peinados (helloooooooooooow?), hasta que llega un ladrón sinvergüenza que le roba algo más que un plano. La película no puede ser más travesti y de derechas. Como muestra, dos botones: 1) El número musical en el bar leather llamado “El patito achuchable”; 2) La perpetuación de los roles masculino-femenino con la princesita que hace las labores de su hogar, bla, bla, bla… Y digo yo, si estás en contra de los juguetes sexistas y no quieres que tu hija se crea la historia del príncipe azul que viene a salvarte, no la lleves, pero para los que ya nos la creímos en su día, "Enredados" es algo más que un guilty pleasure: es como mirarte en el espejo de la peluquería.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cari: Las de izquierdas nunca hemos pensado que a las de derechas no os llegase la sangre al cerebro por un trompo o por una trompeta, sino que nos quedamos patty-diphusas de vuestra capacidad de mirar hacia otro lado y no sentir el profundo olor a mierda que nos invade.

Rose Quiya

J dijo...

http://www.filesonic.com/file/54380165/

***Enjoy the Soundtrack, baby***

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