Silence=Death

“Equivocarse es divino,
perdonar, humano”

Ya sé que empecé el año con la determinación de ser más travesti y más de derechas. Había una parte de mí que creía firmemente que un poquito de represión y vergüenza no le vendría nada mal al ambiente, aparte de que la derecha siempre ha vestido mejor. Tras el cierre masivo de plazas para celebrar el orgullo que ha impuesto el ayuntamiento de esta derechona ciudad no puedo por menos que retractarme. Con esto no digo que haya que ser más travesti y de izquierdas, such a cliché; ni acuso de homofobia a Gallardón, cuando la tendencia en Europa es la de cerrar las barras en la calle (desde las cruces de Granada a las fiestas de la reina en Holanda), aunque con San Isidro y La Paloma haya hecho un Correbous (justicia poética: son fiestas cada vez más gays); ni quiero sugerir que los dueños de los locales del barrio de Chueca hayan tenido nada que ver (siempre nos quedarán las cervezas de los chinos en la calle). Pero para alguien que lleva 20 años saliendo los fines de semana (Disco Potential, como cantaban los Pet Shop Boys) y 15 viniendo al orgullo de Madrid, todo tiene un límite. Imponer conciertos silenciosos en la plaza de Chueca donde se escucha la música con auriculares, más que una memez me parece una metáfora cruel. Los chistes sobre gays del Gran Wyoming y el hecho de que su pregón no fuera presencial y se transmitiera en la plaza a través de una pantalla, más que otra memez me parece otra metáfora cruel. Que la mayoría del público no conozca las canciones de Martirio como se comprobó en el concierto de anoche no es ninguna metáfora, es que como decía el otro día la Panto, de las de peina y mantilla cada vez quedamos menos. ¡¡¡Feliz Orgullo!!!