Tanto Washingtón, tanto Washingtón

“El estudio de Elena del Rivero sufrió graves daños como consecuencia de los ataques al World Trade Center el 11 de septiembre de 2001. Al vivir y trabajar cerca, miles de papeles procedentes de “las Torres Gemelas” se colaron en su apartamento-estudio cuando éstas se desmoronaron. Del Rivero respondió al desastre integrándolo en su arte, y, meticulosamente, limpió, restauró y catalogó todo el material destrozado que entró por las ventanas. Quemó los nombres de las personas que figuraban en ellas y posteriormente cosió y bordó las hojas en cinco rollos de muselina. Este trabajo figura en la exposición junto con vídeos a tiempo real del lugar en un conjunto que disuelve coherentemente las barreras entre el arte y la vida”.

Ayer vi una entrevista en CNN+ a esta señora a propósito de la exposición de estos papeles en Washington, con el apoyo de la embajada de España en Washington y el Foreign Cultural Cooperation, donde hablaba del poder curativo de su obra, de la capacidad de healing (y metía la palabra en inglés, a veces hay que hacerlo para tapar la vergüenza). Si yo fuera familiar de los dueños de esos papeles me cagaría en la madre de esta señora. Lo mismito que con Melissa Hindell.

“Elena Del Rivero además del papel, el dibujo y las labores de costura y bordado, emplea otros recursos, como la performance y los proyectos que implican un trabajo colectivo.”

Las comillas están sacadas todas de las notas de prensa de una exposición de esta señora en el IVAM del pasado año. Alguien me dirá que obras como la de los papeles de las torres gemelas hay que verlas en el contexto de una obra global, así que investigo sobre sus proyectos anteriores:

“Con su proyecto La Perfecta Casada (2000-01), abordó nuevamente temas domésticos, en una instalación inspirada en el libro homónimo Fray Luis de León, realizada a partir de una copia de este tratado epistolar sobre el matrimonio, con las hojas cosidas unas a otras, formó una “cola de vestido de novia” que pone en cuestión el peso de la tradición matrimonial.”

María, hija, no tenías que haber abandonado el proyecto de las fajas enterizas… Claro que tú no podrías empezar tu currículo con: “Elena del Rivero (Valencia, 1952), creció en un ambiente familiar que le transmitió sus inquietudes culturales y le impulsó a estudiar arquitectura”. Estamos condenadas a seguir pintando flores. Tú sigue buscando el cuadro de las acedías, que son 2000 euros (pinchad el vídeo de la parte 5 también).