jueves, 26 de septiembre de 2013

La dieta Pacopepe

También conocida como la dieta Nueva rica, la dieta Exquisiteces, la dieta La Chunga, la dieta Yugo, la dieta Outlet, la dieta Merkel o la dieta ¿Dónde estoy?


Es una dieta que parte de las enseñanzas de otras dietas, como la Atkins, la Dukan o la Pibón, pero con una filosofía muy de nueva rica rusa. La duración depende de lo rusa que seas y los kilos que quieras perder.

1) Pero vamos a empezar por lo que debería empezar cualquier dieta: la moda. Esta es una dieta ideal tanto si quieres ir vintage como Versace. Paradójicamente, es una dieta muy Merkel, porque permite aprovechar al máximo tu armario y recuperar esas prendas que pensabas que ya nunca más podrías ponerte. Busca esos shorts blancos de tiro alto de D&G o esa camiseta de licra negra de Versace que te compraste en un outlet antes de que explotara la burbuja y que todavía no has estrenado y te los pones para andar por casa, por supuesto, descalza. Como decía Dionisio Areopagita, los pies descalzos significan “desprendimiento, liberación, independencia y purificación de toda exterioridad”. Aparte, te evita la molestia de tener que descalzarte cada vez que te subas a la báscula. Porque otra de las características de esta dieta es que tienes que estar todo el día subida en la báscula. Piénsalo de esta forma: tiempo que estás en la báscula, tiempo que no estás delante de la nevera.

2) Lo siguiente es decidir cuántos kilos quieres perder. No te cortes, piensa siempre en las palabras de San Juan de la Cruz: “Mi yugo es suave y mi carga ligera”. Básicamente tienes que elegir tu Yugo, que funcionará a modo de peso bisagra: por encima de él, estarás castigada y no podrás desayunar, coger el ascensor ni cenar el domingo. Lo sensato es elegir un peso factible, digamos aquel que permita a tu hombre ideal levantarte en volandas como si fueras el Rey León. Por cierto, se recomienda poner una foto de tu Mufasa particular pegada a la nevera con cara de cierto desdén.

3) Es preferible tirar por la ventana esos platos palangana XL de restaurante de diseño de los noventa y hacerte con una vajilla de Zara Home Kids. Tus raciones deben ser minimalistas, pero no parecerlo.

4) La base de esta dieta es el efecto saciante. Por ejemplo, hay que sustituir cuatro comidas a la semana por dos tomates aliñados. Pues bien, esos tomates tienen que ser ecológicos de huerto, porque si no, no hay quien llegue a la noche con dos insípidos tomates transgénicos. Puedes aliñarlos con todo el aceite que quieras, eso sí, de primera prensada. Lo ideal es sustituir las cenas y no las comidas, pero a servidora le resulta muy triste ponerse enfrente de dos tomates por la noche, después de una merkeliana jornada laboral, por muy felices que se hayan criado, como insiste la dependienta de mi frutería ecológica que, para colmo, se parece a la cantante de Chambao.

5) El resto de comidas, lo de siempre: carbos al medio día, proteínas por la noche. Pero recuerda, que sean saciantes. Recomiendo roast beef con salsa en su jugo, vieiras con judías, sopa castellana, Steak Tartar (cuidado, se pronuncia /steik/: aunque seas una gorda absurda, que se note que tienes mundo), sashimi de toro de atún, anchoas con salmorejo, espárragos a la plancha, nueces con parmesano… Son alimentos saciantes que fomentan la sensación de umami, lo que permite reducir las raciones, además de ser buenísimos para el esmalte de los dientes porque aumentan la salivación.

6) Los fines de semana, se recomienda ir a tu tienda delicatessen favorita (o de exquisiteces, como las llama mi madre) y dejarte la visa. Lo último son las catas de jamón ibérico de bellota pata negra. Después, tienes que salir a bailar, a beber y a fumar como si no hubiera un mañana. Os dejo un vídeo con algunas de mis últimas rutinas. Si a la mañana siguiente te despiertas y no sabes donde estás, es señal de que lo has dado todo. Vas por el buen camino.

8) Como todas las dietas, desgraciadamente tiene efecto yo-yo, aunque ahora estamos trabajando en las enseñanzas de San Juan de la Cruz sobre cómo destetar y desarrimar el paladar de las cosas del siglo. En palabras del poeta: “para que un alma llegue al estado de perfección, ordinariamente ha de pasar primero por dos maneras principales de Noches, que los espirituales llaman purgaciones o purificaciones del alma”. Básicamente, es tomar dos noches una combinación de pan y agua con glutamato monosódico en polvo y un cóctel de laxantes. Ya os contaré.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jo ho he intentat amb això dels peus nus, però em costa molt més que les dietes. No sé, em fa l'efecte que és incompatible amb ser d'extrarradi. O algun issue pendent amb ma mare, que m'estimo més no dir públicamente que en pensa, d'anar descalç. D'altra banda, cuidaaaaao con San Juan... ara ho entenc tot: a saber si amb Lays hi hauria hagut mai cap místic...
A de V

Anónimo dijo...

Ya tiene literatura y todo. Te veo de plató en plató y tiro porque me toca. Recuerda, el viernes, homenaje. Ad.

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