viernes, 9 de enero de 2009

¿Seré un Wall-E?

Las navidades son unas fechas propensas a las películas basuras. Las que he visto estos días no recibirían un aprobado de ningún crítico de cine, salvo la primera, que precisamente trata de un recogedor de basura.



Wall-E (Andrew Stanton, 2008). Disney hace una película sobre un robot con un trabajo solitario y monótono que no le exige mucho esfuerzo intelectual, que vive en una casa llena de cachivaches y se pasa las noches viendo viejas películas musicales de Hollywood. Oh, my, and I thought my life was something special.

Un extraño en el paraíso (Kismet, 1955, de Vicente Minnelli). Kismet significa en la cultura oriental fuerza cósmica que todo lo define: hado, predestinación, suerte. Dicen que a Minnelli no le apetecía hacer la película, pero parece pasárselo teta en las coreografías, mezclando el swing con los bailes orientales (qué grande Dolores Gray) y las trompetas de jazz con el sitar. Con una producción pobretona que hace que algunas escenas parezca que tienen lugar en el Bagdad no de las mil y una noches, sino el de las noches a mil, el Bagdad del Paral.lel de Barcelona, el prostíbulo que tanto sale en Tele5. Hasta tiene una escena de cogida de manos hiperwall-e, la de la canción Stranger in Paradise. Hay dos versiones recientes de esta canción (Saint Etienne y Marc Almond). Por no hablar de la de Baubles, Bangles and Beads de Frank Sinatra incluida en la banda sonora de los Sopranos. No conocía al tándem Forrest/Wright. Interesante. Por cierto, hay una versión negra con Eartha Kitt. Le debo un post.

Lío embarazoso (Knocked up, 2007, de Judd Apatow). Cruce de las películas de caca-pedo-pis tipo Supersalidos con las comedias románticas tipo 27 vestidos. Ni siquiera es guerra de sexos, es más un experimento pospornográfico. El argumento: gordo porreta que “trabaja” en el lanzamiento de una página web casera de destape con sus colegas se lía no con una playgirl, sino con una chica urbanita que trabaja en el canal E! de estilo, y se quedan embarazados. El guión es tan demencial que engancha. De esas películas con las que te sientes como si estuvieras viajando en avión a Estados Unidos.

Sexo en Nueva York (Sex and the City, 2008, de Michael Patrick King), versión comentada por el director. Insoportable.

Superagente 86 (Get Smart, 2008, de Peter Segal). Es lo que yo llamaría una “action chick flick” en el sentido más estricto del término (literalmente, película de acción para chicas. Los americanos elevaron el chick-flick a género cinematográfico en los 90 y al cosificarlo pierde un poco la connotación machista). No confundir con una “fake action chick flick”, como Los ángeles de Charlie, Bandidas, Kill Bill o Lara Croft, que son más bien películas de acción con chicas heteros de protagonistas, pero dirigidas a un público heterosexual masculino. Esto suena muy poco pospornográfico, pero digamos que conozco a pocas chicas, heteros o no, que flipen con la Jungla 4.0. En fin, que desvarío. Que Anne Hathaway está maravillosa, algunos gags tienen su gracia, como el del avión, y que hay público femenino para la action movie más allá de los cómics.


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